Capítulo 47

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—Clau... —susurré con lágrimas en mis ojos.

Una mezcla de sentimientos tristes y devastadores abatía mi corazón en este momento, primero me decían que Dylan corría el riesgo de morir y ahora tengo a mi hija frente a mí, en mí mismo estado y abrazando a ese peluche que tanto ama contra su pecho. No sabía por qué estaba aquí, pero eso ya no me preocupaba, mi mayor tormento era Dylan en este momento. En cuanto otro sollozo de Clau se hizo presente en la habitación supe que era momento de abrazarla, así que lo hice, caminé hacia ella y la cargué, dejando que llorara sin control sobre mi hombro y sintiendo el mismo dolor que ella sentía.

—Pa... pi —la pobre ni siquiera podía hablar debido al llanto.

—Tranquila bebé, tranquila —la miré—. Hey, no llores, saldremos adelante, ¿sí? Papá es un guerrero y saldrá de esta, te lo aseguro.

—No qui...ero que mi.. pa...pá ... s-se muera —y volvió a llorar, esta vez más fuerte, lo único que pude hacer fue abrazarla contra mi pecho y llorar junto a ella, de nada me servía hacerme el valiente si las posibilidades eran nulas—. Papi, dile al doctor que lo salve —me miró con su carita llena de lágrimas—. No quiero que se muera.

—Yo tampoco, Clau, yo tampoco —sollocé.

—Papá... no te mueras... no nos dejes solos... p-por favor —le habló al cuerpo inmóvil de Dylan, quien nunca respondió ante su habla.

Y esas fueron las palabras suficientes para echarme a llorar como nunca antes lo había hecho, lastimosamente mi pequeñita siempre tenía que sufrir y ahora se nos vendrían tiempos muy difíciles para ambos porque Dylan no estaría con nosotros durante un tiempo indefinido, meses, tal vez años, no lo sabíamos con certeza, pero en realidad no quería volver a experimentar esto, ya lo viví con Claudia una vez y no deseaba sentir ese dolor y angustia nuevamente. Pero para mi mala suerte ahora estaba sucediendo, y por más mala suerte que tenga, debía afrontarlo a como dé lugar.

—Papi, ¿qué vamos a hacer? —me preguntó Clau con la voz quebrada—. Papá va a morir.

—No te preocupes, mi vida, saldremos de esta juntos, ¿sí? Solo prométeme que no te alejarás nunca de mí, porque en serio te necesito conmigo para estar bien, ¿ok?

—Sí, papi... siempre estaré contigo —entonces tomó mi mano y se la llevó al rostro para que lo acariciara.

—Te amo.

—Yo también —se lanzó a mi cuello y lo abrazó mientras lloraba débilmente.

***

—Diablos, Dylan, nunca pensé que algún día te vería así —susurró Ki mientras acariciaba lentamente el brazo de mi novio.

Unos momentos después de la noticia, avisé a todos nuestros conocidos acerca de la condición de Dylan, así que la mayoría dijo que harían todo lo posible para venir a visitarlo, incluso Posey dijo que viajaría desde Nueva York, porque se encontraba trabajando en dicha ciudad.

—Maldita sea, maldito Wes y sus equipos inútiles —me quejé sorbiendo mi nariz—. Voy a matarlo.

—Ya no hay remedio, Tom. El hecho de reclamar a Wes o no, no traerá de vuelta a Dylan.

—Kaya tiene razón, no debemos pensar en eso —Ki se levantó de su silla—. Lo único que interesa es que este tontito se ponga bien.

—Y que Clau no sufra —comentó mi amiga mientras la veía dormida al lado de Dylan, cosa que nos pareció demasiado tierna, la pobre no quería separarse de él por nada del mundo.

—Va a ser imposible —suspiré y me pasé una mano por mi rostro.

—Tranquilo, Thomas —Ki acarició mi hombro—. Lo superaremos, así como superamos lo de Clau.

Dos tontos en problemas (Dylmas) / 2da Temporada de Dos tontos y un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora