Capítulo 56

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Thomas:

Un mes había pasado ya, días en los cuales, Dylan continuaba ejercitándose y se había dejado crecer la barba, no es que le gustara, sino debía tenerla crecida para su película; en cambio, mi bigote había desaparecido de mi rostro, porque Dyl y yo habíamos hecho una acuerdo que consistía en que si yo no dejaba de ponerme celoso por su compañera de reparto, tendría que afeitarme.

Perdí.

Así que desde ayer mi rostro volvió a lucir joven.

Hoy era un día de familia, los cuatro estábamos en la cama de Clau mirando My Little Pony, que por más infantil que sonara, a Dyl y a mí nos encantaba.

De pronto, la puerta sonó a media película, provocando que Claudia la pausara.

—Iré a ver quién es —dije bajando de la cama, luego fui por las escaleras y por último llegué a la puerta—. ¡KAYA! —mi grito provocó que mi familia bajara para saludarla.

—¡Hola, Tom, hola, Dyl, hola, mi preciosa Clau! —nos dio un abrazo a cada uno.

—¿Qué te trae por aquí? —preguntó mi novio.

—Vine a visitarlos y... a pedirles comida, pasaba por aquí y al bebé le dio antojos de nueces, ¿las tienen?

—Sí. tía, ya te las traigo —dicho esto, Clau fue a la cocina para colocarlas en un tazón

—No saben cuán difícil y cansado es esto —nuestra amiga se sentó rendida en el sofá y suspiró mientras acariciaba su vientre de casi nueve meses, ya le quedaban dos semanas para dar a luz.

—Me imagino, estás re gorda —Kaya fulminó con la mirada a Dylan—. Pero aún así te ves sexy —él lo arregló guiñándole un ojo, mas Kaya no hizo nada.

—Tú pareces vagabundo con esa barba y yo no digo nada —ella se cruzó de brazos y yo reí—. Y tú ni te rías, porque con tu bigote parecías Freddie Mercury drogado.

—Te dijo sidoso —Dylan comenzó a reír y yo le pegué un manazo.

—Aquí tienes tus nueces, tía —dijo Clau mientras le extendía un tazón lleno de ellas—. Te di muchas para que mi primito también las disfrute.

—Awwww, mi Clau eres una bella —Kaya la abrazó y comenzó a llorar.

—¡Tía, no! ¡No llores por favor, tranquila! ¡Perdóname, no quise hacerte llorar! —habló Clau sumamente asustada mientras la abrazaba, reí al ver esa escena.

—Son las hormonas, cielo, descuida, no hiciste nada.

—Oigan —Dylan llamó nuestra atención al mostrarnos su celular—. Ki acaba de escribirme y me dijo que si quieren hacer una parrillada aquí.

—¡Es una buena idea! ¡Muero de ganas de una carnita asada! —exclamó nuestra amiga sumamente contenta.

—Bueno, eso es un sí, Dyl —le guiñé un ojo y él texteó en su celular, posiblemente una respuesta para nuestro amigo asiático.

***

Cuando Ki llegó, trajo consigo a Will, Posey y Sprayberry, puesto que los tres habían sido los de la idea de la parrillada, sin embargo, palidecí en cuando vi al tocayo de mi novio con una caja algo grande, su contenido era una piscina inflable.

—¡Dylan, no! —dije deteniéndolo con mi mano en su pecho.

—Es inflable y pequeña, no pasará nada.

—Aleja esa cosa de mi casa, no entrarás con ella.

—¿Dylan? —escuché la voz de mi hija detrás de mí y cerré los ojos con miedo—. ¿Qué es eso? ¡Es de Bob Esponja! ¡Ya dime qué es!

Dos tontos en problemas (Dylmas) / 2da Temporada de Dos tontos y un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora