Capítulo 13

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—Vas a matarme si te lo digo —susurré mirándolo a los ojos, su mirada demostraba cierta seriedad, inquietud y preocupación a la vez

—Dylan —dijo mi nombre en señal de advertencia

—Ya que, siéntate —palmeé la silla que estaba a mi lado y él se sentó, rodeé su cuerpo con mi brazo y lo apegué a mí, permanecí unos cuantos segundos en silencio mientras jugaba con Corny en mis manos y pensaba en cómo decírselo, al final tomé valor y comencé—: Eran vísperas de Navidad, cuando Claudia tenía apenas 3 años, nos reunimos en la casa de un compañero del elenco de Teen Wolf para celebrar la navidad entre familia, ¿no? —él asintió prestándome absoluta atención en lo que decía, puesto que sus ojos nunca se separaban de mí—. Nos divertimos en la piscina, reímos y demás, luego, Clau me dijo que estaba aburrida y mi amigo le dio una pelota para que jugara en el patio. Más tarde escuché un grito, corrí a la cocina y vi la pelota en la piscina y el agua moviéndose bruscamente. Recuerdo que la puerta se trabó y... junto a Tyler tuvimos que romperla. Corrí hacia la piscina y... Claudia estaba en ella ahogándose —esta última frase la dije con la voz quebrada y de inmediato Thomas se separó de mí

—¿Qué?

—Se ahogó Tommy —mis ojos se llenaron de lágrimas y comencé a llorar sobre mis manos—. Y todo por mi culpa

—¡¿Dejaste que jugara sola en un patio con una piscina?!

—¡Estábamos a punto de almorzar! ¡No creí que sucedería!

—Eres un tonto —susurró Thomas colocando la mano sobre su frente—, un tonto, tonto, tonto —colocó sus codos sobre sus rodillas y juntó las palmas sin despegarlas de su boca

—Ya lo sé —limpié una lágrima y ambos permanecimos en silencio

Mi llanto era lo único que se escuchaba en la sala de espera, Thomas mantenía su mirada clavada en el piso, se mostraba preocupado y muy enojado, tanto que lograba asustarme, estaba molesto conmigo, y no lo culpo, yo también me odio por ser tan irresponsable, si tan solo hubiese estado ahí para ella, nada de esto hubiera sucedido. Ni siquiera sé qué me ocurrió, por lo general solía ser muy apegado a ella y justo aquel día tuve que dejarla sola. No sé cuánto tiempo había pasado, ni siquiera quería tomarme la molestia de revisar la hora de tan preocupado que estaba, pero lo único que sé es que después de unos minutos, Thomas acarició mi hombro y me miró con una pequeña sonrisa melancólica en sus labios.

—Tranquilo —susurró—. Perdón por gritarte, fue la reacción —asentí con la cabeza—. Pero escúchame, no te culpes por ello, fue un accidente, de seguro le advertiste sobre la piscina —volví a asentir—. ¿Lo ves? Fuiste responsable, solo querías tomarte un tiempo y divertirte un poco, es todo. Verás que todo saldrá bien y Claudia podrá correr junto a nosotros por praderas y playas. Porque ahora estoy junto a ustedes —tomó mi mano helada por el frío—. Y prometo no irme jamás

—Te amo Tommy —susurré abrazándolo y escondiendo mi cara en su cuello

—Yo también Dyl, muchísimo

Nuevamente, el silencio reinó en el lugar, afortunadamente, no fue para nada incómodo, ambos disfrutábamos la compañía del otro sin decir palabra alguna, y debo decir que lo que estoy sintiendo en este momento junto a él -además de preocupación por mi hija- no se compara con nada que haya sentido antes.

—Dyl

—¿Sí?

—Yo sé que soy el pasivo de la relación, pero... —ambos nos miramos, luego de entrelazar nuestras manos, dijo—: ¿te gustaría ser mi novio de nuevo?

—Qué estúpida pregunta —una gran sonrisa se formó en mi rostro, rodeé su cuello con mis brazos y le planté un dulce beso—. Claro que sí —ahora él sonrió y juntó nuestras frentes

Dos tontos en problemas (Dylmas) / 2da Temporada de Dos tontos y un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora