Capítulo 52

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Claudia:

Cuando apenas desperté me encontré con la viva imagen de mi tía Kaya llorando sobre mí, de inmediato moví mi mano hacia su cabeza y la acaricié levemente. En cuanto sintió mi tacto, rápidamente levantó la cabeza y soltó un chillido, saltó hacia mi y me abrazó con ternura y mucha felicidad, estaba contentísima y yo no entendía el por qué.

—¿Qué... pasó tía?

—Reinita... Dios mío, ha pasado un mes desde tu operación, cielo, caíste en coma una vez más, pero despertaste más pronto de lo que imaginamos, los doctores ya te daban por muerta, creían que no sobrevivirías a esta, pero mírate, aquí estás, de hecho debo llamar al doctor, espérame, ¿sí? —dicho esto, corrió hacia la puerta en busca de un doctor.

Me quedé plasmada mirando la puerta, no podía creer lo que me había dicho, ¿yo en coma? ¿Otra vez? ¿Y sobreviví? ¿Eso quería decir que...?

Toqué mi pecho y lo miré, había una cicatriz enorme en él, mas ya no me dolía como antes de hacerme la operación, ¿había funcionado? ¿Pepe se había ido al fin? Sonreí contenta y abracé a mi peluche, al cual encontré tirado a mi lado derecho, estaba feliz, a pesar de que aún no me daban la noticia, pero es que era obvio, esa horrible presión en mis pulmones había desaparecido y me sentía mejor que nunca.

Pronto, un doctor entró al cuarto y comenzó a revisar mis signos vitales, mi tía Kaya me miraba contenta, sin embargo, mi papi jamás apareció por ningún lado, ni siquiera mi papá estaba aquí conmigo.

—Tía, ¿y mi papi? —pregunté mientras el doctor me tomaba la presión.

—¡Claudia! —giré mi cabeza al escuchar mi nombre, al ver a mi papi todo cansado bajo el marco de la puerta sonreí y abrí mis brazos, de inmediato, él se me acercó para abrazarme—. ¡Reina, Reina, estás viva, mi amor, estás viva! ¡Lo lograste! ¡Estoy muy orgulloso de ti!

—Papi.. dime que Pepe ya se fue, por favor —pregunté al borde de las lágrimas.

—¡Sí, mi amor! ¡Se ha ido, mi Reina, porque tú lo venciste!

Al escuchar esas palabras, lo único que pude hacer fue abrazarlo y comenzar a llorar fuerte. Pepe ya no estaba, lo que significaba que ya podía dejar de sentir miedo al caminar a paso rápido, ya podía seguir con mis clases de ballet con tranquilidad y ningún ataque arruinaría mi obra, es más, ya podía ser la principal en las obras, porque Pepe ya no me molestaría más; juro que si mi papá despertara en este momento, declararía este día como el mejor de todo el mundo, -claro después del día en que vi a mi papi en el set de Maze Runner después de cuatro años-.

—Papi... ¿estoy... soñando? —casi no podía hablar por las lágrimas.

—No, Clau, es real, Pepe se ha ido, ya puedes correr todo lo que quieras y bailar hasta el cansancio, serás la Prima Ballerina sin dificultad.

No dije nada más, simplemente solté un fuerte sollozo y me abracé lo más fuerte que pude al pecho de mi papi, estaba contentísima, mis días de sufrimiento por fin habían terminado. Solo quedaba mi papá...

—Papi, ¿y mi papá?

—Cuando te llevaron a operarte, lo cambiaron de habitación, Clau, porque ya daba señales de querer despertar, pero aún no lo ha hecho.

—¿Puedo verlo? ¿Ya le dijiste la noticia?

—Sí, amor, ya se lo conté, pero cuando ya puedas caminar, iremos con él, ¿sí, mi amor? —asentí con la cabeza y lo abracé, no podía dejar de llorar de felicidad.

Más tarde llegaron los doctores a revisarme y a hacerme varios chequeos, según el Dr. Carl, estaban felices de que haya despertado, muchos decían que era un milagro y otros que simplemente fue suerte o pura casualidad, pero yo estaba viva, eso era lo más importante y ahora ya podía correr, eso era aún más importante.

Dos tontos en problemas (Dylmas) / 2da Temporada de Dos tontos y un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora