Lo siento

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POV SKYE:

Estaba relajada sentada en el muelle, hacía cerca de 5 minutos que había dejado de leer, y al dejar el libro me quede pensando en una manera de recuperar mis pertenencias, todos o la mayoría de mis compañeros habían cogido las prendas de ropa cuando las lanzaron desde el tejado así que lo único que tenía que hacer sería hablar con un profesor para que les exigiera devolvérmelas, lo demás no me importaba tanto ya que lo tenía todo guardado en neceseres y bolsas de las que se requería una contraseña para poder abrirlas, a si que eso no me preocupaba tanto.

Dejé esos pensamientos de lado, y comenzé a cantar una canción que había estado componiendo días atrás.

Escuche unos ruidos que supuse que había realizado algún animal, alzé la cabeza al cielo y vi que estaba anocheciendo a si que decidí que era hora de volver, ya volvería mañana u otro día aquí.

Como hoy nos habían dado el día libre para hacer lo que quisiéramos, no me importaba llegar más tarde o incluso no regresar por un buen rato, ya que nos permitieron estar hasta la hora de la cena la cual era las 22:00, realizar lo que nos apeteciera, y todavía eran las 21:15  así que aún me quedaban 45 minutos para regresar.

(...)

Una vez llegada al campamento, me fijé en la hora y justo había llegado 5 minutos antes de la hora puesta.

En cuanto llegué me sorprendí ver a mi hermano corriendo hacia mi como si de su vida dependiera.
Y justo cuando llegó frente a mí se me abalanzó dándome un gran abrazo.
Tenía los ojos rojos e hinchados por lo que supuse que había estado llorando, pero, ¿había llorado por mi?

-No sabes lo preocupado que me tenías, ni se te ocurra volverte a ir así.
¡Te he estado buscando por horas al igual que tus amigos y los profesores!-me dijo gritando y a la vez señalando a una loca Stef que venía corriendo y arrastrando a Peter hacia mí.
Pero aún seguía pensando en lo de mi hermano. ¿Mi hermano? ¿Preocupado? ¿Por mi?, seguramente le habrán abducido los extraterrestres, sí, debe ser eso seguro.

-¡¡¡Amigaaa!!!- gritó mi mejor amiga feliz de verme y sacándome de mis pensamientos.

-¿Donde te habías metido?- pregunto Peter.
Me quedé muda, no pensaba decirle a nadie de ese lugar, a si que no dije nada.

Mire al frente y vi a los profesores con una gran sonrisa al verme, y también me fije que traían mis maletas.
Al final no iba a ser tan difícil recuperar mis pertenencias.

(...)

Stef me había contado de camino a la  cabaña que a Alex, Scarlet y a sus  secuaces les había caído un gran castigo, el cual era limpiar el comedor y los baños durante 5 días y a parte tendrían que pedirme perdón delante de todo el curso.

La hora de la cena llegó.
Todos nos encontrábamos delante de la puerta del comedor esperando a que nos dieran la orden de entrar.

-Vale ,acabo de hacer un recuento confirmando que estáis todos-Nos informó una de las profesoras mientras apuntaba algo en una libreta-Os explico ,cada mesa tiene seis sillas, es decir, en cada mesa cabeis 6-Indico levantando la vista-La compartireis con vuestros amigos de cabaña.

¿Amigos? Los amigos no tiran la ropa interior de otros por el tejado. Que yo sepa no.

Después de esa desagradable noticia ,solo la mano de Stef en mi hombro me tranquilizó. 

Por lo menos ella estaba conmigo.

Nos dejaron pasar al comedor. Explicaron que primero, teníamos que coger una bandeja y acercarnos a una parte donde nos dan la cena.

 Un Amor entre clichés Donde viven las historias. Descúbrelo ahora