R A C H E L
-Bueno, familia, es hora de ir a dormir -anuncia mi padre.
Suele ser muy estricto con los horarios, a pesar de ser sábado por la noche.
Primero subieron ellos dos.
-Sube, tomaré algo de agua, ¿quieres que suba algo? -le dice Nate a Ian mientras que yo estoy recostada en el sofá con un libro en la mano.
-Eh... No, estoy bien, gracias -Nate asiente y mi hermano va hacia arriba.
Lo ignoro y sigo leyendo "Orgullo y prejuicio".
-¿Qué lees? -me susurra una vez se escucha la puerta de la habitación de Ian.
Le muestro la tapa y él hace un gesto de aprobación.
-Oye... -lo miro-. Creo que nos salió bien, ¿qué crees?
-Sí, eso creo, pero creo que no deberías hablarme -él puso los ojos en blanco.
-¿Qué dices si a las 3 nos vemos en el tejado? -abrí los ojos, sorprendida.
-¿El tejado? ¿Estás loco? -negó.
-Cuando me quedo a dormir aquí y no puedo conciliar el sueño, subo ahí a admirar las estrellas -me confiesa.
-Ahora entiendo porqué hay tanto ruido -él ríe ligeramente.
-Entonces, ¿qué dices?
-Bien, hasta entonces, yo iré a mi habitación y dormiré -me puse de pie.
-Ponte un despertador -me apunta con el dedo.
-Sí, señor.
[...]
Me despierto rápidamente por el molesto ruido de la alarma. Ya son las 3.
Me pongo de pie y me lavo los dientes rápidamente en mi baño.
Abro la ventana y con cuidado salgo, tratando de trepar hacia el tejado. Mentiría si dijese que jamás he hecho esto antes. Y es gracioso porque tanto yo como Nate, subimos cuando no podemos dormir.
Y, efectivamente, él se encuentra ahí.
-Pensé que no despertarías.
-¿Por quién me tomas?
-Sueles tener el sueño pesado, recuerdo que en el campamento te puse a flotar en el agua con tu colchoneta, jamás lo supiste -se rió de ese recuerdo.
Wow, y yo que creía que jamás habíamos hablado antes, se ve que omití los momentos de pequeños, cuando él me gustaba y hacía planes con Ian para fastidiarme.
-No lo recordaba... -junté mis rodillas y las envolví con mis brazos, mientras miraba al cielo estrellado.
-¿Alguna vez te has enamorado? -me preguntó de repente.
-No, no tuve la suerte... Normalmente lo deseo, pero no quiero que me pase si la otra persona no siente lo mismo, y como jamás le he gustado a alguien, mejor me ahorro el sufrimiento -le expliqué.
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Algo Grandioso (SIN EDITAR)
RomanceRachel Miller; una romántica sin remedio, que jamás había besado a alguien y buscaba un amor de libro. Jamás imaginó que tendría uno de esos amores tan pronto, ni que serían dos. Nate; el prohibido mejor amigo de su hermano, y Josh; el hermanastro d...