31: "No puedes alejarlo de mí, no ahora"

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R A C H E L

Incómodo. Así defino ésta situación.

A mis padres se les ocurrió la maravillosa idea de invitar a cenar a Nate con su novia, Cheryl Berry. ¿Por qué a ella? Eso era lo que no entendía. ¿Mi madre lo hacía a propósito?

-Y dinos, Cheryl -le habla mi padre, con una sonrisa difícil de entender-. ¿Qué planeas hacer con tu vida cuando termines la escuela? -esa pregunta era algo común, pero la cara de la rubia al escucharla fue de sorpresa, al igual que la de su novio.

-Yo... No lo sé -miró al suelo.

Pude notar como Nate le tomaba de la mano y le daba una media sonrisa, y ella se la devolvía con algo de ¿tristeza?

Cada vez entiendo menos lo que está pasando con éstos dos.

-Mamá, papá -interrumpe Ian-. Falta poco para el baile, ¿lo saben? -parecía que quería cambiar el tema cuanto antes.

-Oh, claro que sí. Faltan como cinco meses, ¿no? -pregunta ella.

-De hecho faltan como dos meses o menos -le respondo yo.

-¡Vaya, no sabía! -me mira-. Entonces tendremos que ir a comprar tu vestido -le sonrío con cortesía, porque la verdad no tengo muchas ganas de llevar a mi mamá en ésta ocasión.

Se pasaron toda la cena hablando con la parejita, yo sólo hablaba cuando me decían algo. No era una situación grata.

¿Tengo que decir que Nate me miraba todo el tiempo? Pues sí, lo hacía.

Sin aguantar más la cena, me puse de pie de golpe, llamando la atención de todos.

-¿Cielo? -llamó mi madre.

-No me siento muy bien, espero no les moleste si me retiro de la mesa -traté de sonar lo más cordial posible.

-Claro, puedes irte -me sonrió mi padre con dulzura.

-Gracias -le agradeci-. Con permiso -sin mirar atrás, caminé rápidamente hasta las escaleras y subí.

Cuando entré a mi habitación, cerré fuertemente la puerta y me arrojé a la cama, cerrando los ojos en el proceso.

¿Qué me pasaba? ¿Por qué me molestaba que Nate esté con Cheryl aquí? Se supone que ya no siento nada por él, que Josh me era suficiente.
Solté un largo suspiro y volví a abrir los ojos.

Sin previo aviso, la puerta se abrió, dejando ver a una rubia. Cheryl Berry.

Me senté en la cama y la miré expectante.

-¿Sabes pedir permiso antes de entrar? -le pregunté, tajante.

-Lo siento, sólo quería hablar -en su tono de voz no encontré nada de maldad, solo había cansancio.

Le indiqué que se siente a mi lado y cerró la puerta antes de hacerlo.

-¿De qué quieres hablar? -traté de ser paciente con ella, parecía serio.

-De Nate, él... Yo sé lo que siente por tí -sonó triste, y eso me confundió.

¿Todavía sentía algo por mí?

-Soy consciente de ello y... Quiero que no te acerques a él, al menos no románticamente -miró al suelo-. Estoy pasando por un mal momento, y lo necesito, necesito de él en mi vida -su voz se quebró-. No puedes alejarlo de mí, no ahora -soltó un sollozo.

Algo Grandioso (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora