Antes de empezar quiero aclarar que esto sucede a partir del capitulo 47, la escena de Rachel y Nate en el tejado, cuando ella se da cuenta de sus sentimientos, solo que esta vez no pasa eso. Ahora sí, empecemos.
R A C H E L
No podía dejar de dar vueltas en la cama, el sueño no llegaba a mí. Me quedé mirando a la ventana, cómo la luz lunar entraba por la ventana e iluminaba toda mi habitación.
De repente, me entraron ganas de sentarme en el tejado, para respirar algo de aire fresco y relajarme.
Sin pensarlo dos veces, me trepe por la pared y subí al tejado, pero me llevé una sorpresa al verlo ahí sentado.
El tejado estaba lleno de nieve, y Nate había barrido la zona en donde estaba sentado, supongo que para no caer.
Hacía frío, sin embargo no estaba nevando. Y era un alivio.
Los ojos de Nate chocaron con los míos, y me sonrió ligeramente.
–Hey... –sin responder, me senté a su lado.
–Parece que ninguno puede dormir, ¿eh? –imité su posición y abracé mis piernas, mientras miraba al cielo estrellado.
–Hoy se cumplen 5 años desde que murió mi hermano –confesó sin mirarme.
–Nunca hablaste de él.
–No es algo que me guste hablar con la gente, pero creo que tengo que hablarlo con alguien... –me miró directo a los ojos, los suyos estaban cristalizados.
–¿Qué le pasó?
–Accidente en moto, un auto lo atropelló –suspiró–. Él no se llevaba con mi madre, así que se fue a vivir a Canadá, por lo que no lo veía ni hablaba de él con el resto. Era mi héroe, me enseñó todo lo que sé –miró sus pies, como si hubiera algo interesante en ellos.
–¿Cuántos años tenía? –pregunté con tristeza.
–24 años, ahora estaría por cumplir 30, en unas semanas –inconscientemente, puse mi mano sobre la mano de Nate. Él apretó sus labios y cerró los ojos con fuerza, a punto de llorar.
–Estoy segura de que él y tu madre estarían orgullosos de ti, eres un chico maravilloso, Nate –levantó su mirada hacia mí, y lágrimas caían rápidamente.
Miré con adoración al castaño que estaba frente a mí, con esos ojos color avellana, esos labios rojos que ahora formaban un puchero, sus lunares que, cuando estaba distraído, contaba con la mirada.
De repente, una estúpida idea cruzó por mi cabeza. No estaba bien, de todos modos, sería aprovecharme de su tristeza y también traicionaría a mi novio.
Pero... Muero de ganas.
Comencé a acercarme a él lentamente, él me observaba desconcertado, pero no me detuve. Presioné mis labios contra los suyos, cerrando los ojos en el acto.
Por alguna extraña razón, esto no se sentía bien. No se sintió bien porque no era Josh.
Me separé lentamente de él.
–Rachel... –seguía con los ojos cristalizados, y me dio muchísima pena, porque no merece esto.
–Yo... Lo siento, quería probar algo –comencé a acercarme a la ventana.
–¿Pudiste probar lo que querías?
–Sí, Nate, y lo lamento mucho... Siempre te tendré un cariño inmenso, pero... –me interrumpió.
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Algo Grandioso (SIN EDITAR)
RomanceRachel Miller; una romántica sin remedio, que jamás había besado a alguien y buscaba un amor de libro. Jamás imaginó que tendría uno de esos amores tan pronto, ni que serían dos. Nate; el prohibido mejor amigo de su hermano, y Josh; el hermanastro d...