47: "Siempre fuiste tú"

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R A C H E L

Me destapé y me senté en el borde de la cama, estirando mis brazos.

¡Hoy es noche buena!

Tomé ropa que había en la silla a mi lado y me vestí rápidamente; unas calzas negras, una sudadera de Friends, medias de lana con dibujos de arcoíris y, finalmente, mis Converse.

Luego de lo ocurrido en el partido, traté de ignorar a ambos chicos, y me empeñé en estar de buen humor, ya que jamás estoy deprimida en estas festividades.

Luego de pasar por el baño, bajé hasta la cocina, donde estaban toda mi familia reunida, junto a Sam.

–¡Buenos días! –saludé uno por uno, recibiendo miradas llenas de confusión.

–Parece que alguien está de buen humor hoy...

–Es noche buena, debo estar de buen humor. Los eventos recientes no tienen que ponerme triste –tomé uno de los pancakes que había en la mesa y me lo comí –. Hoy debo ir al centro comercial, ¿quieres venir, Sam?

–Oh, claro –me sonrió.

–A todo esto... ¿Dónde está Liam? –pregunté al notar que no estaba en la mesa.

–Pasó la noche en la casa de Nate –sentí como algo golpeaba mi estómago al escuchar ese nombre.

También recordé que Liam es el padre del bebé, y no se lo dijo a Nate. Qué hipocresía.

Quería decirle a Ian, para no ser la única con esta carga, pero probablemente eche a Liam.

Solo debo esperar, las cosas saldrán a la luz pronto.

[...]

–¿Quién es el primero en la lista de Santa? –preguntó mi mejor amigo, estábamos parados en el centro del centro comercial.

–Luke –revisé la hoja con todos los nombres.

–Pues, ¿qué quieres regalarle?

–Vamos a recorrer tiendas –Sam asintió y me siguió.

Estuvimos caminando como por dos horas, ya tenía regalos para Luke, Ian, mamá, papá, mis abuelos, mi tía, Sam, Britt, Les, Olivia y Liam. Y todavía me faltaban un par; Caleb, Josh y... Nate. Sí, le daré un regalo a Nate, solo que no sé qué.

Pasé por una tienda con ropa y observé una camiseta que decía "Music is my pasion", consulté el precio y decidí llevarla. Esperaba que le guste.

La cuestión era: ¿qué regalarle a Josh? No habíamos hablado desde el partido, pero seguía siendo mi novio.

Luego una idea llegó a mi cabeza; a él le gusta la música, y siempre dice que quiere aprender a tocar la guitarra, pero no tiene una... Tomé a Sam de la mano y lo arrastré conmigo por las tiendas. En el momento en que pasamos junto a una joyería, me choco con alguien que salía de ahí.

–¡Lo siento! –me disculpo de inmediato.

–No es nada.

Esa voz...

Alzo la vista y me encuentro con Nate, el cual lleva una bolsa del lugar en sus manos.

–Rachel –mira a mi amigo–. Y Sam.

–¿Qué haces aquí? –le pregunté.

–Oh... Compras navideñas, ¿y ustedes? –al parecer él no vio todas las bolsas que llevaba encima.

Algo Grandioso (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora