Algo Grandioso (SIN EDITAR)

39: "No me rendiré tan fácil"

R A C H E L

Josh y yo estábamos recuperando el tiempo perdido, y sí, estamos en su habitación. Al terminar de abrazarnos, él me besó, y sin que nadie se de cuenta, subimos a su habitación.

Ahora está sobre mí, besándome.

La puerta de su habitación fue tocada, causando que se ponga de pie inmediatamente, dándome tiempo para recomponerme.

–¿Quién es? –estaba agitado.

–Soy Nate, ¿quién tocó la puerta? –mi corazón se aceleró.

Estoy en problemas.

Josh me miró y no supe qué hacer, ¿quería abrirle?

–Era Rachel, está aquí conmigo.

Silencio.

–Oh, está... está bien –no dijo nada más, así que supongo que se fue.

Últimamente, la estoy cagando demasiado.

Debería alejar a todos los hombres de mi vida.

–Ya no puedo... –dije de repente.

–¿No puedes con qué?

–Ya no puedo quedarme más tiempo, debo ver a mi familia –inventé una excusa rápido.

–¿Te acompaño? –negué.

–Estoy bien, gracias él asintió y me dio un beso en los labios, yo sonreí y caminé hasta la puerta–. Luego hablamos.

Salí disparada de ahí, ni siquiera me di cuenta de que había alguien.

–No tan rápido, niña –maldije.

–Hola, Nate –le sonreí forzosamente.

–¿Me vas a explicar qué haces?

–Yo... Vine a verte, pero Josh me tomó por sorpresa –fui sincera con él.

No podría ser sincera con Josh,  pero sí con Nate.

–Ustedes... ¿ya están juntos?

–No, no estamos juntos –le aclaré.

–Dame tiempo, Rachel –me pidió.

¿Por qué me era tan difícil aclarar mis sentimientos?

–Yo... No sé si debas dejarla por mí, no sé con quién quiero estar –él cerró los ojos.

–¿Qué tiene Josh que te es tan irresistible? Es un idiota –fruncí el ceño.

–No tengo que decirte lo que tiene él,  porque son diferentes,  pero al menos él no habla mal de ti para ganar mi corazón –me fui sin mirar atrás.

¿Es idiota? Si así piensa que me quedaré con él, pues se equivoca.

[...]

–Y dinos... ¿Hay alguien especial en tu vida? –observo a mi abuela, atónita.

¿Qué se supone que debo responder a esto?

"Pues mira, abuela, me gustan dos chicos que resulta que son hermanastros y se detestan, pero no puedo elegir a uno porque ambos son geniales, ¿qué debo hacer?"

–No tenemos que tocar ese tema,  ¿por qué no hablamos de lo que realmente los trajo aquí? –miré a mi hermano y luego ambos miramos a nuestros padres, que se enviaban miradas significativas.