Plural

1.9K 94 8
                                    

Balancee mis dedos entorno a la taza de tila que tenía entre mis manos. Miriam había creído que tomar el segundo café del día en ese preciso instante no sería la mejor idea para el estado de nervios que retornaba aun en mi apesar de estar un poco más tranquila por la simple presencia de ella.

- Entonces si me he enterado bien ¿te quieren obligar a hacer una gira conjunta con Lola Índigo? - arqueó una ceja

Asentí tomando un sorbo del líquido que tenía entre manos, manos que aun temblaban ligeramente cuando escuchaban de nuevo aquellas palabras poniendo en alerta todo mi sistema nervioso.

- ¿Ella está de acuerdo? - remarcó su ceja con asombro

- No tengo ni la menor idea de si sabía algo de todo esto, su cara no era precisamente de esperarse encontrarme ahí

Miriam suspiró mirándome directamente a los ojos, sabía que aquella señal suponía que se avecinaba el discurso de mejor amiga que me daba cada vez que me venía un problema, ese que siempre me daba la solución.

O eso pensaba yo.

- ¿Ana realmente tú crees que compartir gira con una de las cantantes del momento no puede venir bien a tu carrera ahora mismo? - dejó el café sobre la mesa

- Ya sé que puede venir bien a mi carrera, sobre todo en este momento de mi vida, pero tengo orgullo ¿sabes? dignidad tambien

- ¿El orgullo y la dignidad te dan de comer? - se cruzó de brazos

Intenté que por mi mente pasara algun tipo de excusa para quitarla la razón pero no se me ocurría nada. Ninguna de esas dos palabras conseguiría que mi sueldo fuera estable, que pagara las facturas... realmente si me negaba a esto mi vida cambiaría de una forma demasiado brusca en cuestion de segundos.

- Ana sabes que te quiero - posó una mano sobre la mía que aun permanecía en la taza - Quiero lo mejor para ti, siempre, pero aunque entiendo que te niegues a hacerlo dime que opción te queda para seguir en este mundo de la música

- Hay más discográficas - me intentaba autoconvencer

- Claro que las hay pero ahora mismo no pagarían por una artista que no conocen por su trabajo si no por las múltiples noticias de que está acabada musicalmente hablando - forzó una sonrisa para tranquilizarme - Ana yo sé que no quieres hacer esto pero no te queda opción

Suspiré derrotada. No podía quitarla la razón, siempre la llevaba en cada consejo que me daba pero esta vez más que nunca. Sabía lo que la dolía decirme aquello pero era la única que tenía los ovarios de hacerlo.

Tras esa parada mañanera donde siempre volví a mi piso. La pequeña cafetería que considerábamos nuestro lugar de siempre estaba practicamente en el centro, a medio camino de donde vivíamos cada una. La descubrimos el día que vinimos de gira con Operación Triunfo por pura casualidad, simplemente era la que vimos más vacía asique nos llamó la atención tener un minuto de paz entre fotos. Desde ese momento, cuando ella se mudó tambien, se convirtió en nuestro lugar de reunión.

Me preparé una ensalada ligera para comer ya que no tenía demasiada hambre, era imposible con el tremendo nudo que se habia formado en mi estómago. Una vez comí dejé el plato en el fregadero, si algo odiaba en el mundo era fregar los platos. Navegué por Netflix en busca de algo suficientemente interesante para desviar mi atención de mi día pero acabé por poner una película cualquiera. Me envolví en una manta ya que era pleno Septiembre ademas de que era friolera por naturaleza y me acomodé en mi sofá. Ni cinco minutos de película duré hasta que noté mis párpados caer.

No se cuantas horas pasaron hasta que noté una mano sobre mi rodilla, acariciándola con mucha suavidad.

- Amor - noté un susurro junto a mi oreja

Me revolví en mi sitio esbozando una ligera sonrisa, conocía muy bien esa voz.

- Amor que son casi las ocho, no vas a dormir esta noche

- No tenía pensado hacerlo - abrí los ojos pestañeando repetidamente con una media sonrisa seductora en mis labios

Negó con la cabeza sonriendo.

Me lanzé a su labios sellándolos a los míos mientras le obligaba a ponerse sobre mi sin dejar caer todo el peso claramente. Pasé mis manos por su cuello hasta llegar a su nuca presionando asi sus labios contra los míos con más profundidad.

En el momento en el que mis manos se deslizaron a desabotonar su camisa blanca mi móvil comenzó a vibrar sin pudor ninguno sobre mi mesa de café, donde antes de dormir lo había dejado. No podía dejarlo sonar ya que mi trabajo me impedía esa clase de cosas, podía ser una llamada de algun compositor, de producción tal vez o quizás Armand para comunicarme alguna buena noticia.

Sonreí a Miguel antes de que se apartara con cuidado de mi para dejarme libertad. Alcanzé mi móvil con rapidez para ver que en mi iluminada pantalla aparecían varios mensajes de un mismo contacto.

Ricky 💙

Anita

No te voy a preguntar que tal porque prefiero que me lo cuentes in person

Hace demasiado que no te veo eh

Quedamos a cenar esta noche?

No pude evitar sonreir ante aquello. Claro que para mi todos los que me habían acompañado dentro de la academia formaban una parte de mi corazón pero siempre se dice que con unos tienes más feeling que con otros, eso se había encargado de hacer Ricky conmigo.

Aunque mi apretada agenda no me permitiera salir mucho del estudio ya sea de música o de baile el siempre estaba diciéndome de quedar para lo que fuese, aunque como en este caso no vernos hace demasiado significara habernos visto hace poco más de dos semanas. Asi era el.

- ¿Todo bien amor? - desvié mi mirada hacia el que me miraba sonriendo

- Si, solo es Ricky que me quiere llevar a cenar - sonreí devolviendo mi mirada al móvil

- Si te apetece ve, yo tengo que preparame para mi próxima maratón asique saldré un rato a correr despues de cenar

Aun con mi sonrisa puesta en el móvil me dispuse a contestarle.

Dime sitio que estoy en una hora

Besos 💜

Tras recibir la notificación del sitio donde cenaríamos me metí a la ducha a toda prisa. Si en algo era especialmente tardona eso era en la ducha, me hechaba mil mejunjes en el pelo para que quedara tan liso como estaba de costumbre apesar de que pasarme la plancha casi a diario tambien ayudara.

Una vez salí me dirigí a mi armario en busca de algo que fuera acorde con lo que sería mi noche de hoy. El restaurante que había elegido Ricky no era extremadamente elegante, a el tampoco le iban en exceso esas cosas asique opté por una falda vaquera negra que conviné con una básica blanca. Me puse medias del color de mi piel para que no se notaran en exceso y unos botines con algo de tacón llegaron a mis pies. Me alisé el pelo de nuevo dejando que cayera por mis hombros despreocupado y me maquillé solo lo justo resaltando mis labios en un tono rojo fuerte. Agarré mi bolso con lo básico dentro y tras entretenerme de más despiéndome de los labios de mi novio salí por la puerta acompañada de mi chaquetón negro.

Diez minutos fue lo que tardé en llegar al restaurante que estaba algo más arriba del centro de Madrid. Sorprendentemente no me costó conseguir aparcamiento justo enfrente.

Me paré frente a la puerta mirando a ambos lados, ni rastro alguno había de mi querido amigo. Sacé mi móvil del bolso con la esperanza de que me hubiera mandado un mensaje que me advirtiera de que ya estaba de camino pero estaba muy lejos de la realidad.

Ricky 💙

No me mates pero me a surgido una emergency

Disfrutad de la cena por mi cabronas

¿A que se refería con ese plural? Lo descubrí cuando ví a una rubia dirigiéndose hacia mi casi a cámara lenta.

Nuestro momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora