Exclusividad

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- Es que enserio que si tuviese que recordar algo durante toda mi vida sería ese fin de semana, hemos hecho de todo, hasta me acompañó a visitar a mi abuela, hemos estado con mi familia pero tambien con mis amigos, era todo como... - suspiré - como perfecto

Miré a mi amiga del pelo rizado que me miraba incrédula con su bebida en la mano a medio camino de su boca.

- ¿Que? - reí

- No nada - bebió

- Miri que nos conocemos ¿que pasa?

- Si quieres que te sea sincera yo voy a serte sincera - dejó la bebida sobre la barra - Es a la primera persona a la que has llevado a dormir a tu casa, a la que le has presentado a tu abuela, a la que te has llevado con tus amigos y de la que hablas así, como si fuese una especie de diosa o no se un ser sobrenatural Ana

- Diosa es pero en otros aspectos - susurré riéndome

- Y es la primera persona tambien por la que sueltas estas cosas

- No se que me quieres decir Miri - sonreí

- Una de dos, o tus ex novios follaban muy mal o estás encoñada de la rubia amiga - sentenció

- ¿Que estás bebiendo? - me asomé a ver el contenido del vaso - Te está haciendo estragos en las neuronas amor

- Estragos en el coño te está haciendo a ti lo que sea que sea esa rubia que se está acercando por allí

- ¿Que? ¿Donde? ¿Estoy bien? ¿Voy bien maquillada? - empecé a moverme por todas partes del bar muerta de los nervios

- De muestra un botón

- ¿No está? - miré a todos lados

- No Ana no está - rió

- Puta - susurré con fastidio

- Si tanto te molesta quedar conmigo me puedo ir eh - alzó las manos con falsa molestia

- No seas idiota, adoro estar contigo y te echaba de menos - sonreí - Además María puede ser mi mejor amiga de mi tierra pero no da tan buenos consejos como tú

- Solo me quieres por eso eh

- Y porque me encanta tu comida casera - reí aferrándome a ella en un abrazo que tardó poco en corresponder

No tardamos mucho en terminar de contarnos nuestras historias del poco tiempo que habíamos pasado sin vernos. Aun era temprano cuando decidimos irnos ya que ella tenía que hacer cosas con vista a próximos trabajos. Yo tambien tenía mi plan preparado en mi mente asi que pasé por una tienda para comprar un surtido de chuches, palomitas y algo de bebida. Acto seguido me dirigí a casa de Mimi sin siquiera avisarla.

La puerta del portal estaba ligeramente abierta asi que aproveché para subir directamente las escaleras hasta llegar a su piso y timbrar esperando con una sonrisa ilusionada que abriera.

Pero si algo tengo aprendido es que nada suele salir como queremos, al menos no a la primera. Mi sorpresa fue cuando quien me abrió la puerta fue un chico de mediana estatura, moreno y sin camiseta.

Creo que del shock ni siquiera me salían las palabras.

- ¿Quien era Patri? - escuché una voz acercarse hasta llegar a la puerta y abrir mucho los ojos - Ana te lo puedo explicar, no es lo que estás pensando

- Ah ¿tú eres Ana? pues un placer, me han hablado mucho de ti

- Que pena que no pueda decir lo mismo - murmuré sin apartar mi vista de el, sin mirar a Mimi a los ojos

Nuestro momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora