Ella

839 71 7
                                    

Solo podía correr a la vez que lloraba, una sensación horrible me oprimía el pecho constantemente intentando hacer que parara pero no podía, necesitaba acabar con toda esa rabia que me consumía por dentro de alguna manera. Acabé desplomándome en el suelo abrazando mis rodillas, intentando acompasar mi respiración sin éxito ninguno.

- Ana joder - una voz masculina me hizo levantar la vista

- Vete - susurré mirándole a los ojos

- No Ana no me pienso ir de aquí sin ti, no se a que viene todo esto pero vámonos al hotel por favor

- No sabes a que viene, ya - me levanté lentamente secando mis lagrimas - Viene a que no puedo más - le miré a los ojos de nuevo

- Ya sé que hacer una gira con una persona a la que no soportas es difícil cariño pero con estas actitudes lo estás haciendo aun más y...

- No - le interrumpí - El problema es que si la soporto, la soporto demasiado, tanto como la quiero. Lo siento, siento mucho llevarte engañando desde que decidimos empezar algo juntos, creí que podría olvidarme de ella si cambiaba sus besos por unos nuevos pero no joder no puedo - me llevé las manos a la cabeza - Tengo un "Ella" tatuado en la costilla desde que la conocí por que siempre a sido ella ¿no lo entiendes? da igual la de gente que se me cruze en el camino cada día de mi vida que aun que esto - señalé mi cabeza - me diga que quiero intentar algo con otra persona, esto - selañé mi corazón - siempre acaba diciéndome lo mismo: Que ninguna persona es ella, aun que la busque en mil más - las lagrimas ya habían vuelto a mis ojos

- Ana que me estás queriendo decir... - musitó

- Que no puedo seguir mintiéndonos a los dos Miguel, no te lo mereces, no nos lo merecemos - peiné mi pelo hacia un lado

- Me estás dejando... - afirmó

- Mira - agarré sus manos - Tú eres de esa clase de personas que necesitan una novia a la que le encante vivir pegada a ti, que no tenga ambiciones más que tú. Quieres una chica que viva para ti Miguel, pero yo no soy esa chica - sonreí con delicadeza - Yo te quiero, te tengo muchísimo cariño por que estos años solo me has dado lo mejor de ti constantemente pero...

- Pero no soy ella - sentenció bajando la cabeza

- Puede que seas todo lo que cualquiera chica desearía, por ahí debe haber miles de mujeres locas por encontrar alguien como tú

- Todas menos tú ¿no? - me miró

- Todas menos yo, tal vez por que nunca sé valorar lo que tengo y me doy cuenta cuando lo he perdido ¿sabes?

- Eso no va por mi ¿verdad?

- No, eso no va por ti - sonreí con ternura

- Ana - apretó mis manos - Voy a darte todo el tiempo que necesites, voy a estar aquí cuando necesites cualquier cosa, siempre - las besó

- Gracias, de verdad - sonreí

- Ahora vamos al hotel a que comas antes de que toque volver a la realidad - rió - Podemos hablar todo mejor cuando lleguemos a Madrid ¿no?

- Va a ser lo mejor - sonreí - Gracias por entenderlo - besé su mejilla con suavidad

Comimos en el hotel como dijo, no había malos royos. Realmente era la primera vez en mucho tiempo que me sentía totalmente bien conmigo misma, que sentía que había hecho lo correcto.

Estaba en el lugar donde se celebraría el concierto bastante tiempo antes de lo que debería pero no había otro lugar donde quisiera estar. Miguel me dijo que me estaría viendo desde abajo con unos amigos, cosa que para nada me molestó ya que al final tampoco iba a hecharle despues de todo.

Nuestro momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora