Hacía bastante rato que Armand, junto con algunos directores de la industria, habían dado el SÍ a mi repertorio de canciones para la gira.
Sorprendentemente no me habían puesto oposición ninguna a la que mayoría de ellas fueran registros algo más lentos, que metiera parte de mi paso por la academia allí. Normalmente sus palabras siempre iban a lo mismo, fuí una triunfita pero ya había dejado de serlo, esa era su opinión que debía ser válida para mi pero no lo era porque yo siempre iba a considerarme parte de esa academia pasara el tiempo que pasara. Eso no quitaba por supuesto que mi disco fuera algo que amaba, mi hijo practicamente porque despues de todo el trabajo que me costó podía considerarlo asi, por eso había mezclado esos dos factores que me habían creado a mi dejando atrás esas raizes que si, me crearon, pero en pasado.
Aunque no podía entender muy bien lo que Mimi les decía ya que estaba practicamente en la otra punta de la mesa, lo más alejada de ella posible, si que llegué a ver las sonrisas de satisfacción cada vez que ella decía una palabra. Sonrisas que, en mi caso, no habían aparecido en todo el tiempo que había pasado explicándoles el porque de cada canción.
Cierto era que tanto Mimi como yo teníamos unos registros muy diferentes, ella llevaba el ritmo en la sangre mientras que yo siempre había considerado que en un escenario no bailaría a menos que quisiera morir de vergüenza en el intento.
Con ella parecía ir todo siempre perfecto, que no es que eso me molestara, es más, me alegraba de que despues de tanto esfuerzo tuviera lo que merece pero no podía evitar sentir que si eso me pasara a mi no habría tantos problemas como el que llevara días sin saber de mi novio.
- Ana ¿puedes acercarte? - puntualizó Armand
Muy a mi pesar deslizé la silla hacia atrás dando un par de zancadas rapidas para llegar justo al lado de mi manager.
- Hemos estado viendo que tenéis un repertorio muy diferente lo que va a hacer que el público pase de una emoción a otra rápido, es fenómeno - sonrió
Le devolví la sonrisa timidamente.
- Ahora queremos saber cuales son las canciones que habéis decidido cantar juntas - espetó con seriedad la manager de Mimi
Miré a Mimi sin ningun tipo de expresión pero ella sabía leer através de mi, tal fue el miedo que debió ver en mis ojos que por su boca comenzaron a salir títulos de canciones conocidas para ambas que habían marcado un antes o un despues en nuestra historia, que habían compartido un momento especial o que significaban algo para nosotras como era el caso de "La Correcta".
Una vez tuvieron los suficientes datos recogieron cada papel insignificante y abandonaron la sala felicitándonos a ambas por el trabajo realizado.
Aun un poco en shock recogí mis cosas de la percha en la que las había dejado antes de sentarme dispuesta a salir de ese sitio lo antes posible pero justo cuando me disponía a cruzar el umbral de la puerta noté el tacto de unos dedos fríos sobre mi muñeca consiguiendo que un escalofrío me recorriera la columna vertebral, no precisamente por la gelidad si no por quien acababa de agarrarla.
- ¿Podemos hablar? - musitó dulcemente
- No tenemos nada que hablar Mimi - alzé la vista desde mi muñeca hasta sus ojos intentando mantener la compostura
- Estás muy rara conmigo Ana, no se que he hecho pero por favor no quiero volver atrás ahora que has vuelto
Noté sus ojos verdes cristalizarse levemente, no se si porque toda ella tuviera el mismo frío que sus dedos o porque esas palabras llevaban tanta sinceridad que no podía evitar emocionarse al pronuciarlas. Fuera por lo que fuera esas ultimas palabras pronunciadas habían taladrado un poco mi corazón.
Moví mi muñeca lentamente consiguiendo unir su mano con la mía como hacía tiempo que no hacía, apesar de que siempre fuera una de mis fuentes de seguridad el hecho de sentirla conmigo.
Un hormigueo me acorraló cada parte de mi brazo pero mi sonrisa era inevitable ya, sin necesidad de palabras, solo con los ojos, nos lo estábamos diciendo todo.
- Ana ¿piensas salir o esque estás pegando a... - frenó delante de la puerta justo en el momento en el que separanos nuestras mabos como si hubiéramos recibido un calambre - Si estábais hablando yo me voy a tomar un café eh - sonrió
- No Miri tranquila, ya hemos acabado - espeté pasándome una mano por el pelo antes de volver a girarme hacia la rubia - Mañana nos vemos - sonreí levemente
Ella me devolvió la sonrisa tímidamente. En todo ese día mi mente no ocupaba otra cosa que no fuera el momento de volver a sentir las yemas de sus dedos rozando mi piel a diferentes temperaturas, no sabía como un gesto tan simple podía haber revuelto tanto pero tenía la mayor cara de idiota que nadie hubiera podido imaginarse.
Apesar de que Miriam intentó sonsacarme información varias veces se lo conté con toda la tranquilidad, haciendo notar que esa tontería no me importaba lo más mínimo aunque por dentro mi estómago pareciese una banda sonora de una película de dibujos animados. La sonrisa que me dedicó una vez terminé de contárselo me indicó que no me diría lo que realmente pensaba pero que iba a hacerle, ella era asi, no quería cambiarla al menos ahora porque sabía que lo que dijera iba a poner mi vida aun más patas arriba de lo que ya lo estaba.
Esa noche, despues de un largo baño, me metí entre las sábanas con el móvil en la mano. Estaba subiendo una foto que me había hecho Miriam esa misma tarde cuando dábamos un paseo por pleno Madrid, salía sonriendo mirando a la cámara, bastante natural la verdad, pero como adoraba ser yo misma decidí que aunque fuera un clásico iba a subirla. Aunque en un principio iba a poner mis típicos emoticonos de pie de foto, sin querer, volví a repasar mi foto y ví que no era eso lo que quería poner verdaderamente porque esa foto de por si ya hablaba asique porque no darla voz.
anaguerramusic Los pequeños detalles son los que causan las grandes sonrisas
Y aun con la mía en la cara publicè aquello que no tardó ni dos segundos en llenarse de likes o comentarios de esas personas que pasaban horas detras de la pantalla para verme aunque fuera através de ella. Miré un poco por encima las nuevas noticias que había por allí hasta que me saltó la notificación de un nuevo comentario.
lolaindigomusic sonrie smp ❤
Fue en ese momento cuando mi teléfono cayó al suelo, no se si por la sorpresa de ver que veía mis fotos o por aquello que me sonaba tan familiar pero inmediatamente al recogerlo hize lo que quería hacer.
anaguerramusic
@lolaindigomusic Contigo es imposible no hacerloY sin esperar su reacción bloquee el teléfono dejándolo sobre mi mesilla con un suspiro acompañado de esa sonrisa que hoy no me había abandonado.
Por primera vez en bastantes noches dormí profundamente sintiendo aun la sensación de su mano unida a la mía, como si aun estuviera pasando de nuevo.
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Nuestro momento
FanficCuando la carrera de Ana Guerra empezó a caer en picado gracias a su relación con Miguel Ángel Muñoz su discográfica decidió ayudarla a relanzarla más movidos por el dinero que ella había generado tiempo atrás que por un verdadero afecto a la artist...