El tiempo que pasó del concierto de Barcelona al de Sevilla fue de todo menos fácil. La mudanza de Miguel Ángel fue algo que me dolió profundamente, los primeros días le echaba infinitamente de menos pero Miriam se encargó de hacer que pasaran los días del duelo entre palomitas con películas, salidas a correr temprano por mi parque favorito, noches de charlas eternas... fingía estar mejor con ella pero ¿a quien quería engañar? no estaba bien, no está mal aceptárselo a uno mismo.
Todo se me había venido encima a la vez, parecía que cada cosa segura que tenía en mi vida se desvanecía poco a poco. Ni yo misma me consideraba ya un lugar seguro para mi.
Por las noches miraba cada foto dejando escapar algunas lágrimas, echaba de menos cada parte de ella, hasta esas manías que me ponían nerviosa. Echaba de menos verla dormir, tenerla a mi lado cuando abría los ojos. Echaba de menos su manera de acariciarme por fuera, por dentro. Miriam Doblas siempre sería el amor de mi vida, pero me había dado cuenta tarde.
Con maletas en la mano esperaba en la estación que llegara el AVE con dirección Sevilla, cada día quedaban menos conciertos por lo que me alegraba. Quería poder alejarme de ella lo antes posible, así dolería menos intentar olvidarla, verla casi a diario no ayudaba a dejar de pensarla cada noche.
El AVE ya estaba allí, pero ni rastro de ella por ningún lado.
- Será gilipollas, seguro que se a quedado dormida - bufó Patri
- Pues nos vamos - espetó tajante Armand intentando coger mis maletas - Dame eso Ana que no puedes subirlo tú sola
- No me voy a subir sin ella ¿como va a ir despues? - torcí el gesto
- No es asunto nuestro, es ella la que llega tarde, que se busque la vida
- Yo me quedo - afirmé tajante
- Mira haz lo que te de la gana - bufó con rabia - Más te vale estar a la hora para la charla Ana Guerra
Asentí sin estar muy convencida de que lograra llegar. Las puertas se cerraron justo cuando escuché una voz familiar gritar para que se abrieran de nuevo, como si fueran a hacerlo solo por que ella lo pidiera, aun que yo si fuera puerta lo haría.
- No pierdas el tiempo ya no van a abrirse - grité
- ¿Como que no? Sujétame esto - me dió una bolsa donde llevaría sus cosas supongo para ponerse a aporrear la puerta hasta que un chico de mediana de edad de seguridad se acercó a pedirla que parase
- A ver señor ¡que tengo que coger este puto AVE para llegar a trabajar! - le hacía aspavientos con las manos
- Haber llegado antes señorita, en el billete pone a que hora cierran las puertas - se encogió de hombros
- Puf - se hechó la mano a la frente, muy agobiada
- Perdone es que ¿sabe que pasa? que nuestro equipo son como gilipollas, la dijeron mal la hora de cerrar las puertas por que no quieren que se gane su sueldo ¿se lo puede creer? Necesitamos entrar para poder llegar a Sevilla a dar una charla importante en la Universidad, somos cantantes, si nos deja pasar le prometo que le hago una crítica muy buena en mi perfil de instagram, seguro que usted va a comisión, además es el segurata más simpático que conocí - le puse mis infalibles ojos Bambi - Por favor
Segundos despues accedió. Sacó una llave para abrir aquella puerta, nosotras pasamos a toda prisa. Cada una en su nuevo asiento como siempre.
- No se como coño lo has hecho Mimi pero da gracias a tu suerte - la susurró su mánager
Me dirigió una mirada que iba acompañada de una leve tímida sonrisa que yo respondí de la misma manera.
Finalmente llegamos a tiempo a esa charla. Justo despues había quedado a comer con mi compañera Marina, a la que no veía hacía bastante, asi que se pasó a recogerme justo a su novio Bast. Pasaron antes a saludar a Mimi claro está, la insistieron en que viniera pero dejó claro que tenía otros planes asi que la dieron por perdida y la aseguraron que la verían luego. Seguro que tendría que llamar a su novia o algo así. Mal Ana mal, prohibido pensar en eso.
La comida transcurrió entre risas, anécdotas como siempre que estaba con Marina sobretodo. Justo al acabar, de camino al hotel ya comenzaron a hablar de lo mucho que habíamos cambiado todos.
- Yo creo que la que más Aitana eh - decía ella convencida
- Ten en cuenta que ella entró siendo una niña, ahora ya no lo es tanto - la contestaba su novio
- Aun que sinceramente a la que veo mucho más guapa es a Mimi
- Bueno ella siempre a sido guapa - dije sin pensar
- Uy Ana - sonrió pícara
- No osea digo que como todos, todos me parecéis guapos desde siempre - me rasqué la cabeza
- Ya - rió con Bast
Sonrojada llegué al hotel. Solo me dió tiempo a darme una ducha rápida para quitar todo rastro de Mimi en mi cabeza, misión imposible claro.
El mismo protocolo de siempre en cuanto llegué al sitio donde se celebraría el concierto esa noche. Cuando tocó ir a cambiarme me sentía guapa de verdad asi que me miré al espejo varios minutos haciéndome varias fotos. Elegí las que más me gustaban, las puse algún filtro y las subí con la frase de "Sevilla me pone un color especial". Segundos despues tenía su me gusta allí, causándome un escalofrío en cada terminación nerviosa de mi cuerpo.
- Ana para fuera venga - gritó Armand desde el pasillo
Suspiré antes de subir hacia el escenario. Ella ya estaba colocada para salir. Me acerqué lo menos que pude, para evitar rozarla.
- Suerte - la susurré
Se giró, al verme bajó la mirada pero no tardó en subirla para encontrarse de lleno con mis ojos.
- Ibas a perder el AVE por mi culpa - rió levemente
- Ya ves - reí igual que ella
- ¿Por que ibas a hacer eso? - cuestionó
- Por que si no vienes tú yo no tengo nada que hacer aquí - dije sincera
- Esta gente no solo viene a verme a mi - miró el público unos segundos
- Me refiero al mundo en general
- No entiendo
- Que yo no hago nada sin ti Mimi, te necesito - musité la última frase
Sentí su mano sobre mi mejilla acariciándomela, levanté la mirada para encontrarme sus ojos esmeralda aguados levemente.
- Suerte Ana
- Siempre soy un desastre asi que - sonreí tímida
- Con la vida, suerte con la vida, con tu vida - dejó una ultima caricia cerca de mis labios
¿Por que? ¿Por que siempre me hacía aquello? Me daba una ligera esperanza para despues rompérmela en mil pedazos, igual que pasaba con mi corazón. Sentía que yo entera me rompía a ratos. Me daba razones para seguir inténtandolo pero me las daba igual para dejarla ir.
Pero ahora tenía que disfrutar de ese momento mío sin dejar que nadie me lo fastidiara, era mi momento de ser yo misma sin importarme quien quisiera romperme.
El escenario era mi sitio, aun que si algo necesitaba era a ella si, a su manera de hacerme sentir segura justo cuando peor estaba, que bien me hubiese venido en ese momento tenerla a ella como algo que no fuese lo que necesito pero no tengo.
Esto se empieza a acabar, no me puede dar más pena, estoy amando escribir esta novelaaa.
Pero ya tengo un idea formada para hacer una nueva que espero que os guste ademas de que la leeais, será totalmente diferente a esta, además tratará un tema que a mi parecer es bastante delicado pero me apetece profundizar en el. ;)
Muchos besos y gracias por seguir leyendo amores.

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Nuestro momento
FanficCuando la carrera de Ana Guerra empezó a caer en picado gracias a su relación con Miguel Ángel Muñoz su discográfica decidió ayudarla a relanzarla más movidos por el dinero que ella había generado tiempo atrás que por un verdadero afecto a la artist...