Nuestro momento

No puedo vivir sin ti

Me pasé todo el viaje a Málaga con lágrimas en los ojos que no quería dejar salir, sentía que si lo hacía la daría lo que quería. Mi cabeza iba a estallarme definitivamente ese día.

Necesitaba salir de allí lo antes posible asi que le escribí un mensaje a Mireya, con la que había quedado mucho más tarde, para que viniera ella a recogerme.

Mire ❤️

Mire necesito que vengas ya a por mi

A la estación porfa

Claro pero estás bien Anita?

Luego te cuento, gracias amor

En cuanto el AVE llegó finalmente a su destino no tardé ni dos minutos en salir disparada por la puerta. Mireya ya me esperaba justo ahí asi que solo me lanzé a sus brazos ya sin poder contener más las lágrimas.

- Anita hey - me acariciaba el pelo intentando que me calmara - Tranquila por favor que te va rapidísimo la respiración

- No puedo más - sollozaba sin control

Escuché la voz de Mimi diciendo un leve "Adiós Mireya" mientras se alejaba, para no variar, como si no lo hubiese hecho veces ya desde hacía semanas.

- ¿Que coño? - negaba Mireya con la cabeza mientras seguía acariciándome el pelo

Algo en mi se encendió, demasiado. Tal vez no debí permitirlo, tal vez debí haber contado hasta 10 o tal vez debí haber salido de allí lo antes posible pero no, eso no fue lo que hice ni por asomo.

Me separé rápidamente de la modelo y en un movimiento rápido llegué donde estaba ella, la agarré el brazo bruscamente causando que se girara.

- ¿Sabes que? Puedes odiarme a mi, puedes querer que yo me vaya de tu vida, puedes haberme dejado de querer y ahora vendría cuando yo digo que me da igual pero estoy hartísima de negarme lo evidente ¡no me da igual! sin embargo a ti si que te da igual lo mal que yo lo pase por que yo te lo hice pasar peor a ti. Si, fui una hija de puta contigo pero solo quería vivir tranquila entre tanta mierda joder Miriam - las lagrimas ya brotaban de mis ojos sin control - Ya lo se no es ninguna puta excusa, lo hice fatal pero yo no te dije todo lo que tú me has estado diciendo a mi desde que te hechaste esa novia. Que mira que quiero que seas feliz ¿vale? te mereces serlo pero ¿porque me haces sufrir a mi joder? es que ¿no ves que te quiero más que a mi vida? ¿Que tú eres mi vida? ¡Joder! - me agarraba el pelo con desesperación - ¡Deja de hacer que no existo Mimi deja de hacerlo por que duele más que verte con otra persona! ¡Deja de evitar estar donde yo estoy o con quien estoy! ¡Deja de hacer como que no me quieres, ya se que no me quieres deja de recordármelo!

En ese momento sentía que me moría, todo me daba vueltas, no podía prácticamente respirar y mi en mi cabeza podía oir el ritmo frenético de mi corazón. Intenté encontrar algo a lo que agarrarme pero al no encontrarlo caí redonda al suelo. Ya no recuerdo nada más de ese momento salvo el "¡Ana!" que gritó ella.

Cuando me desperté estaba en una habitación de hotel, tumbada sobre la cama con un paño frío en la frente. De fondo oía todo voces pero no era capaz de reconocer ninguna salvo la suya, que la reconocería entre miles de voces iguales.

- Creo que se a despertado - susurró

Se la oía lejana, como si no estuviese casi en la misma habitación.