Carcajadas

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Todos abandonaron aquel despacho a paso bastante rápido. Al parecer si que tenían verdadera prisa.

Armand agarró su teléfono móvil para fingir que no iba a escuchar la conversación que iba a mantener con Mimi en ese preciso momento. Rodee los ojos con algo de cansancio, si fuera por el hecho de que verdaderamente se preocupaba por mi me resultaría algo tierno pero sabiendo que el único motivo que le mueve es el dinero me resultaba asqueroso. Aunque ¿que dinero? pues el que le brindaban las revistas del corazón cada vez que me pillaban de la mano con mi novio por la calle, cosa que por mucho que quisiera obviar había hundido bastante mi popularidad aunque a día de hoy siguiera sin entenderlo.

Sentí aire tras de mi asique sin pensar demasiado, aun sabiendo quien me encontraría detrás, me giré.

Su tímida sonrisa me recibió como si la hubiera dado oxigeno, la mía no tardó en salir a recibirla.

- No creas que yo me he enterado mucho eh - negó con la cabeza gacha, riendo

- Entonces vamos muy bien - reí

Nuestras risas se mezclaron haciendo una armonía demasiado bonita, más de lo que me habría gustado que lo fuera.

- Ana puedo explicártelo yo por el camino, tenemos prisa - escuché la voz de Armand tras de mi

Giré unicamente mi cabeza hasta acabar mirándole con la mirada más despectiva que jamás había usado. Quería a toda costa alejarme de ella por ese sucio dinero de revistas, ni yo ni mi carrera le importábamos lo más mínimo.

- Si vas a tener problemas por mi culpa puedo mandártelo en un mensaje - musitó ella

- No - espeté con seguridad volviendo a su mirada - No tengo ninguna prisa

- Ana vamos a llegar tarde te lo digo enserio, tienes que pasar por el estudio - dijo Armand despreocupadamente

- Puedes venir a mi casa esta tarde, te invito a una tostada de aguacate para explicártelo todo sin prisa - sonrió tímida de nuevo - Solo si quieres eh

Miré a Armand que había fruncido demasiado el ceño hasta el punto de que casi no se le veían los ojos. Devolví a mi mirada a ella con una sonrisa de oreja a oreja.

- Me encantaría - cerré los labios - envíame tú ubicación por whatsapp que sigo teniendo el mismo número

Asintió con una sonrisa algo más real que la última. Sin más salió de allí dejándome a mi la sonrisa instalada en los labios bajo la atenta mirada de Armand que aun no había relajado su ceño.

- Vas a cagarla Ana Guerra - bufó

- Déjame en paz - reí saliendo de aquella sala

Mi mañana en el estudio fue poco productiva, mi mente seguía en otra parte del mundo que no era allí. Volaba en cualquier galaxia menos en la mía.

Armand cada vez estaba más enfadado, se le notaba en el semblante que ponía cada vez que denegaba una estrofa. Sabía que aquella situación le estaba sobrepasando pero ¿que podía hacer yo? ni siquiera era capaz de buscarle una solución porque ni siquiera había buscado el motivo.

Al llegar a mi casa ya había recibido la notificación de ubicación en el chat. Sonreí sin querer al observar que ni siquiera la había cambiado el nombre apesar de todo lo que pasó. Tras la ubicación había un mensaje que me detuve a leer aun con la sonrisa en los labios.

Mi Mimi ❤

Intenta no venir demasiado guapa

No creo que a tu novio le haga gracia que todo mi vecindario se enamore de ti 😂

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