23. Johann

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Ahora todos creen que he matado a otro vampiro y está bien, me importa una mierda que lo piensen, pero ver la cara de Aleesha me rompe en mil pedazos. Y la estúpida de Sam, ¿Qué piensa, que yo no me iba a dar cuenta? Ni siquiera me han contado, pero ya lo sé. Y la mando por los aires, de nuevo.

- ¿Qué haces aquí, Aleesha? - Pregunta Robert, con el ceño fruncido.- ¿Tú sabías de él, no? Por tú culpa ha pasado todo esto, ¿no es así?

- Yo...- Aleesha mira a Robert. Me mira.- ¿Quién es el tercero? - Su voz es fría.

Me encojo de hombros.- Daemon me atacó primero.

Aleesha abre sus ojos. ¿Cómo es posible? Leo su mente, Lo... lo... - Odio. Yo completo la frase.

- ¡No lo puedo creer! - Gruñe Robert.- No puedo creer que Daemon estaba enamorado de ti.- Se dirige a Ale.- Sabes, todos pensabamos que Peter estaba enamorado de ti, pero no era así, era Daemon. Para Peter sólo fuiste la hermana pequeña que jamás tuvo. Y pensar que te considerabamos de la familia.- Escupe.

Aleesha sólo le mira mientras que sus ojos se empañan de lágrimas.

- ¡Basta! - Gruño.- ¿Qué haces aquí? ¿Quieres que te mate, también?

- No estoy aquí para que me maten. Estoy aquí para matar.

¡Y bam, se lanza sobre mí! Y mierda, este vampiro es más viejo y más fuerte. Y sobre todo, muy rápido. Me quiebra el cuello antes de verlo venir. Caígo al suelo. Y lo último que veo es a Robert lanzarse sobre Celeste y Anabel. Lo último que escucho es a Aleesha gritar.

Por un momento, no siento ni veo nada. Todo está oscuro, pero poco a poco, el sonido viene a mí, amortiguado y mis ojos se abren y miro al cielo. Morí, como por tres minutos, quizás. Me levanto de un brinco, al escuchar un grito de dolor. Miro a mí alrededor, y mis venas y todo mí ser se enfurece, siento el fuego que corre por mis venas y las quema, siento el agua invadir mi cerebro, siento como el aire gira en círculos dentro de mí estómago, siento la tierra endurecer mis sentimientos y mí corazón negro. Robert metió su mano en el pecho de Anabel y sacó su corazón, está se desploma en el suelo. Anabel está muerta. MÍ hermana, MÍ sangre, está muerta.

Y exploto.

Una honda celestial sale disparada de mí cuerpo, exploto y la tierra tiembla. Robert, el umbécil, no logra escapar y se desploma en el suelo. No está muerto, aún, pero se encuentra como en estado vegetal. Celeste, logró hacer un campo a su alrededor, y no sé como, pero logró atraer a Aleesha y la mantiene dentro del campo, con ella. Sam, yace en el suelo, pero no está muerta, es claro, sólo yo puedo matarla.

Mis vaqueros están hechos tirones y  (no sé ni porqué) se encuentran sucios y me encuentro sin camisa, qué también no sé como termine así, pero mí camisa yace en el suelo, rota y chamuscada; sudor corre por mí frente, mí cabello está revuelto y las venas de mis brazos se encuentran inflamadas y color rojo. Dios, eso sólo pasa cuando realmente estoy enojado. Celeste, llora, pero silenciosamente, las lágrimas sólo ruedan por sus mejillas. Aleesha, está como es estado de shock.  

Camino hacía Aleesha y Dios, en estos momentos, ni ella me puede calmar.

-¿Dónde mierda vive ése hijo de puta? - Gruño.

Ella no me contesta, pero, rebusco en su mente la dirección, la cual consigo con fácilidad. Me doy la vuelta, camino al cuerpo de Robert, lo tomo entre mis brazos y me voy a velocidad sobrenatural a la casa de este hijo de perra.

Llegó antes de lo esperado. Lo dejo frente a la puerta principal de esta casa estilo castillo antiguo. De mis pantalones, saco una navaja y escribo en la frente de Robert:

- TOMÉNSE POR MUERTOS, AMIGOS.

Toco el timbre una y otra vez. Y escucho los pasos de alguien. La puerta se abre y veo a una mujer hermosa, pero me voy antes de que ella me vea, pestañea ante la brisa y su mirada se dirige hacía abajo. Ahoga un grito.

Y ahora entiendo como ellos se sintieron cuando yo mate a uno de sus hermanos. Pero ahora me importa una mierda, yo los mataré, uno a uno.

Y empiezo a caminar sin rumbo, con la mano dentro de los bolsillos. Por mi mente aparecen todos los recuerdos de mí Anabel. Jesús, era tan dulce, tan indefensa, tan tímida, tan sensible... yo... ¡Ag, ella era todo para mí! Quizás nunca le demostré cuanto la amaba... pero sé qué ella lo sabía. Yo la amo y la seguiré amando por toda la eternidad.

La luna provoca sombras pero a la vez, ilumina la calle, por donde camino y sí un auto viene, estoy seguro que me atropellaría, ya que camino justo en medio de la calle. ¿Y saben qué? Me importa una mierda si me atropellan.

Recuerdo que cuando éramos pequeños, Anabel amaba los vestidos pomposos de seda. Giraba en el jardín y hacía que su vestido volara alrededor de ella y amaba como sonreía, enseñaba casi todos sus pequeños dientes de leche. Mis ojos se llenan de lágrimas pero hago tripas corazón para que ninguna se deslice por mí mejilla, pero el intento es en vano, ya qué una baila encima de mí mejilla, pero con la palma de la mano la quito. Y otra salta de mí ojo. Y no lo soporto, es demasiado, y me vuelvo un loco. Lloro y jalo mí cabello, como si quiera arrancarlo. Y no sería mala idea. Me acerco a un poste de cemento y empiezo a darle puñetazos. Tanto que lo derribo y se desploma en el suelo con un fuerte sonido y levantando una capa de polvo.  

Odio la vida.

Mi hermana ha muerto. A la chica que amo, no me ama. Sam es un enorme grano en el trasero. Mi madre, que jamás en mí puta vida he visto y en estos momentos, quisiera que estuviera aquí, tan siquiera para un abrazo, un abrazo como solo las madres saben darlo. Yo nunca he abrazado a mí madre. Jamás le he dado un beso en la mejilla. Nunca he escuchado un Todo estará bien de su boca, mucho menos un te quiero. Ni siquiera sé como es el sonido de su voz.

Y me mata.

En estos momentos, me mata. Todo se ha unido y ha explotado. Siempre permanecí fuerte y ahora, soy débil. Los sentimientos que tenemos hacía otras personas nos hacen débiles. Pero reconocer que somos débiles es de humildes. Me alejo del poste; sigo caminando sin rumbo y sin destino.

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¡Holaa! ¿Cómo están? Lamento no haber actualisado, tuve unos problemitas personales que tardaría mucho si se los contará y a parte, se aburrirán, así que mis disculpas. ¡Pero aquí está nuestro capítulo 23, narrado por nuestro guapo y sexy Johann! Las cosas se están poniendo buenas y a la vez, tensas. Espero que siempre sigan leyendome, mí corazón salta de felicidad cada vez que ustedes comentan y votan. ¡Todo comentario es bienvenido! (Siempre y cuando sea constructivo xD) Agradezco su apoyo, amigos y amigas, son muy especial para mí.

Amo cuando ustedes leen y comentan, me alentan mucho y amo escribir para ustedes, creo que una de las mejores maneras para escapar de la realidad es leyendo un buen libro y mucho mejor con un café, chocolate o lo que gusten. Sí nos les gusta algo, hagánmelo saber, todo lo que escribo es original, todo se crea en mí mente y es plasmada aquí, en Wattpad, así que todo es original.

Por favor, no olviden votar y comentar a todos los que me leen, porque me he dado cuenta que lo que escribo lo leen como -Un ejemplo- como diez, digamos, y votan como cinco, así que por favor, ¡No olvides votar! Ya que me ayuda mucho tus votos y comentarios, agradezco hasta el infinito el apoyo que todos ustedes me brindan. ¡Son los mejores!

Y con eso dicho, me despido para seguir preparando el capítulo 24, que lo subiré mañana, ¡Así qué atentos, amigos! Que tengan una bonita noche, día, tarde o sea el tiempo que sea, los quiero mucho. ¡¡Saludoooooos!! 

Blood DiamondsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora