No sé ni que estoy haciendo, sólo estoy dejándome llevar. Dejo que mis nuevos poderes fluyan por mi cuerpo y, joder, se siente fantástico. No me concentro en Johann, ni siquiera lo veo, ya que estoy sumamente concentrada luchando. Jamás pensé que haría esto o que yo sería esto. Un buen grupo de vampiros me ha rodeado y sin pensarlo, giro sobre mis talones, con mis manos extendidas, lanzándoles hielo. Estos se congelan rápidamente. Sé qué no están muertos, puedo escuchar como sus corazones laten. Corro a través de ellos, haciendo una masacre, arrancándoles las cabezas. Rió a carcajadas mientras saco corazones y arranco cabezas. Ahora todos han puesto su atención en Johann, y como ahora mis ojos son inmortales, puedo ver su traje inmortal: su túnica de Hechicero. Mientras lucha, veo como se flexiona y como su mente trabaja para destrozarlos a cada uno. Es tan hermoso. Entre siete, toman a Johann y lo lanzan al aire y es mi turno para entrar. Con el movimiento de mis manos, creo una enorme ola de nieve debajo de mis pies, que me elevan y me llevan hacía los imbéciles que mandaron por los aires a Johann. Miro sobre mi hombro, para asegurarme de que Johann está bien y lo miró en el aire, flotando, mirándome con asombro. Reprimo una sonrisa y fijo mi mirada a los vampiros. Suelto la nieve, dejándola caer sobre los vampiros y yo ruedo en el suelo, como en una “vuelta de gato” y me paro sobre mis pies, rápidamente.
Los aplasté.
Ah, vale, no ha acabado. Empiezan a querer salir de la nieve, sacando primero sus manos. Cuando han salido, corro hacía ellos, poniendo la palma de mi mano en sus corazones, mandando choques eléctricos (no sabía que podía hacer eso, bueno, no sé nada de esto) y riendo, sigo matándolos. No me había dado cuenta que me reía a carcajadas hasta que vi como Johann me miraba: con horror. ¿Qué ocurre? ¿Qué hice? Miro alrededor, pero hay más vampiros. Joder, son muchos.
¿Todo bien, Johann?
Sí… Ale.
No sonó tan convincente. Los dos nos abalanzamos nuevamente, matando. No sé porqué, pero… me siento bien. ¡Siento bien matando!
¡Oh, Dios! ¿Yo no lo pensé, verdad? No… yo no… Me detengo abruptamente, y en eso, un vampiro entierra su mano en mi pecho, y luego, empieza a gritar, y cuando saca su mano, está se encuentra congelada, y el hielo empieza a expandirse por todo su cuerpo, a tal punto que queda como una estatua. ¿Con tocar mi corazón se vuelven estatuas de hielo? ¡Genial! Corro en zigzag, arrancando cabezas y sacando corazones. Siento como si algo hubiese poseído mi cuerpo y lo manejará a su antojo…
Empiezo a congelar corazones, dejándolos sin vida, sin latidos. Miro a Johann, que envuelve a vampiros en fuego, como si fuesen momias, y luego los destruye. El es fuego y yo hielo.
El es caliente y cálido, mientras que yo soy fría y helada.
No sé cuánto tiempo ha pasado, pero supongo que son horas. Los vampiros han disminuido, pero el vampiro frente a mí me hace temblar. Peter.
Peter está aquí, frente a mí, desafiándome, fulminándome con la mirada.
-Peter… - susurro.
-Aleesha.- Su tono es de asco.- Vaya, me voy un tiempo y mira en lo que te conviertes. Genial.
Su tono de voz no muestra emoción o alegría ante la palabra <genial> y sé que en estos momentos, me odia como el infierno. Estoy en estado vegetal. Peter… estaba muerto… ¿Qué hace aquí? Por Dios…
-Al parecer, Alena quería que viera este hermoso encuentro. Ella quiere que yo te mete. Y lo haré, ahora, eres mi enemiga.
Sin decir nada más, blinde su espada. Frente a mí, aparece una espada de hielo brillante transparente. La tomo. Y luchamos. Nuestras espadas hacen un sonido cuando chocan. Luchamos y siento como el hielo crece dentro de mi pecho y siento la urgencia de dejarlo salir, dejarlo escapar y matar a todo el mundo. No sé donde se encuentra mi mente. Yo sólo quiero matar. Y sin poder controlarlo, me empeño más en destrozar a Peter, quien también intenta destrozarme. ¿Por qué Alena trajo a Peter nuevamente a la vida? Maldita, cuando pueda, también la mataré.

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Blood Diamonds
FantasyAleesha ha descubierto la Maldición de Johann y se enteró que ella podría romperla. Pero Johann no está dispuesto a arriesgarse, ya que podría morir si no es la indicada. Por esa razón, Johann ha decidido buscar El Diamante de Sangre, que es lo úni...