¡Hola, amigos! Estoy feliz, saben, joder, estoy sumamente agradecida por su apoyo, en serio, son los mejores :') Bueno, no quiero entretenerlos mucho, pero, ¡nunca me cansaré de agradecerles! Dios, son súper geniales, las mejores, chicas (digo chicas porque hasta el momento no me he dado cuenta de algún chico por aquí), así que, muchas gracias :'D.
Lamento la tardansa D: es que no tenía Internet :'( ¡Pero ahora sí! Así qué... ¡Vamos al capítulo 31!
En toda mí puta vida, jamás había estado más feliz. ¿No es un sueño, verdad? ¿Aleesha Bloom, en realidad dijo que me amaba? ¡Es simplemente genial! Y cada vez que ella me dice te amo, yo la amo más. Por favor, si esto es un sueño, nunca quiero despertar. No me despierten, por favor. Porque si es un sueño, es el mejor sueño de toda mí maldita vida, y eso que yo no tengo sueños.
Regresaré por ella.
Porqué jamás en mí jodida vida la dejaré sola. Y aunque me pida que me aleje (porque sé que puede pasar), jamás me alejaré. Porque yo la cuidaré y la protegeré como si fuese el diamante más preciado de todo el puto mundo. Diría <la cuidaré y la protegeré como si fuese mí vida>, pero no considero tan valiosa mí vida como para compararla con ella.
Maldición, estoy enamorado.
Estoy tan perdidamente enamorado que incluso yo me sorprendo de la fuerza de ése amor. Juro que jamás en toda mí vida pensé que me enamoraría así. Es una locura estar así de enamorado, pero me gusta ser loco y salir de lo común.
Doy el primer paso para salir de la casa y todas las miradas de estos vampiros de mierda se guiran hacía mí. El señor y la señora McCarthy se abren paso hacía mí y me miran con asco.
-Eres un idiota, ¿Sabes? - Esa es la señora McCarthy.- No estamos solos, nosotros tenemos una guarida secreta y nosotros, los McCarthy la dirigimos. Te metiste con las peores personas que se pueden tener como enemigos.
-Bueno, si ustedes me hacen algo, yo mato a uno de sus hijos... un hijo que ustedes creen muerto, pero no lo esta.
Los McCarthy se miran, dudan, vacilan, ladean, desconfían y vuelven a mirarse. Luego, me miran.
-No es cierto. Es una broma – Dice el señor McCarthy. – ¿Por qué tendrías a uno de nuestros hijos vivos?
-Voy un paso delante de ustedes. – Me encojo de hombros. – Pero si no me creen, no me queda más remedio que…
-No. – Habla la señora McCarthy. Dios, que mujer más hermosa, parece que la han sacado de revista. – ¿A quién tienes? ¿Peter? ¿Matthew? ¿Daemon?
-Mmmm… no recuerdo su nombre; Aleesha siempre me los dice, pero los olvido. Creo que es… Matt… no… Pet… no, Daemon… – Frunzo el ceño. – ¡Sí, Daemon! – Pongo cara feliz.
Los señores McCarthy guardan silencio. Se miran y luego, me miran. Los miro serio.
-¿Qué quieres a cambio?
-Ustedes no tienen algo que me interese. – Lo único que me interesa, es mí Aleesha.
-Hagamos un trato. – El señor McCarthy se encoje de hombros, tratando de sonar relajado, pero sus músculos están tensos. – Danos a Daemon, y te dejamos de molestar. Listo.

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Blood Diamonds
FantasíaAleesha ha descubierto la Maldición de Johann y se enteró que ella podría romperla. Pero Johann no está dispuesto a arriesgarse, ya que podría morir si no es la indicada. Por esa razón, Johann ha decidido buscar El Diamante de Sangre, que es lo úni...