Epílogo

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Aleesha toma entre sus manos la cámara y se toma una foto con Johann. Miran la foto juntos y ven la torre eiffel detrás de ellos. Ambos sonríen y se dan un beso. El clima es un poco frío, así que ambos se encuentran bien arropados. Johann toma de la cintura a Aleesha y la eleva, dan vueltas juntos. Ambos ríen y gozan del momento. Ellos jamás fueron más felices. Juntos tomados de la mano han visitado París y han vivido cada momento juntos. Han pasado tres meses, dónde han visitado Alemania, Tokio, Inglaterra, Canadá y ahora mismo, Francia. Juntos en tres meses han pasado más dificultades de lo normal, pero juntos han sabído como llevar la situación.

Aleesha sabe que sus papas sufren por su perdida, pero a pesar de eso, sigue con Johann, sigue viviendo y siente cada latido de su corazón más fuerte, ella sabe que si en algún momento iba a ser feliz, era este.

Johann dejo atrás todo por su chica, dejo a sus hermanas y su vida extraña. Ama con locura a Aleesha y sabe que sin ella no puede vivir; porque estar sin ella lo volvía loco y estar con ella también. Él sabe que un día un problema los golpeará, pero él esta dispuesto a quitarse la piel si es necesarío por mantener viva su relación.

Si vamos a recorrer el mundo, va a ser tomados de la mano, piensa Johann. Y así como ha pensado, juntos han ido por la vida tomados de la mano y no haya qué o quién que los separe. Aleesha y Johann toman un taxi y este los lleva al lujoso hotel donde se hospedan. Aleesha ha quedado maravillada con cada país que visita.

Aleesha toma su móvil y marca el número de teléfono de su madre, está contesta al segundo timbre.

-¡Cariño! - Chilla Nora.

-¡Mamá! ¿Cómo estás?

-Oh, sumamente bien. ¡Billy me ama un montón!

Nora trato de seguir con su vida, y sus intentos tuvieron un éxito asombroso. Ahora se encuentra en una relación con un tipo llamado Billy, que según Nora la trata bien y la ama. Billy le ayudo a salir de la depresión y ahora se apoyan mutuamente. Nora ha aprendido de sus errores y sabe a ciencia cierta que jamás los volvería a cometer.

-¡Me alegro un montón!

-Dime, nena, ¿Dónde estás?

-¡Mamá, estoy en París! Es genial, es mejor de lo que espere. ¡Estoy tan feliz! - Chilla Aleesha.

-Oh, nena, me alegra que estés bien. ¿Cómo está Johann?

Nora se dio cuenta de cuanto amaba Johann a su hija e inmediatamente lo acepto como el novio.

-Él está bien, mamá.- Aleesha sonríe mientras habla de Johann.

-¡Nena, me voy, ya llegó Billy, te quiero! 

-Ok, mándale saludes. - La llamada termina.

Aleesha guarda su móvil y busca con la mirada a su novio, Johann. Pero no lo encuentra, así que decide buscarlo por todas las habitaciones de la suit. Cuando está apunto de abrir la puerta del baño, escucha un gemido de dolor. Su corazón empieza a palpitar fuerte contra su pecho. Abre la puerta y la recibe una enorme roca que va directamente a su cabeza, pero Aleesha por reflejo se lanza al suelo. Johann yace en el suelo con su espalda recostada en la pared, con una enorme y larga pata del animal atravesado en el estomago. Aleesha gadea ante la vista. Luego mira al animal, que es horrible, es delgado como un palo, con largas piernas -que por cierto son tres- y tres largos brazos, todo él es de piedra. Una mano libre vuela hacia Aleesha y está inmediatamente le congela la mano.

Aleesha se levanta y empieza a bombaerdear al animal con hielo, haciendo que quede completamente inmóvil. Aleesha aprovecha y corre hacia Johann; toma entre sus manos la pata que atraviesa el pecho de Johann y con todas sus fuerzas trata de sacarla. El animal empieza a moverse, haciendo que el hielo que cubre su asquerosa piel se quiebre y caiga. Aleesha jala  con todas sus fuerzas y logra sacar la pata del adbomen del Johann, esté jadea y se para tambaleante. Aleesha queda de espaldas al animal, comprobando que Johann este bien, pero el animal aprovecha y lanza una roca hacia Aleesha. Johann lo ve venir y la toma de la cintura y se mueve rápidamente. Johann la deja en una esquina y corre hacia el animal, un poco débil ya que la herida empieza a sanar.Johann juega con el animal, moviéndose de un lado a otro, despistándolo. En el momento perfecto, Johann le arranca la cabeza.

Aleesha jadea y su corazón late muy rápido. Algún día tendría que pasar, piensa Johann mientras jadea y camina a paso lento hacía Aleesha. La toma en brazos y la abraza fuertemente. Aleesha siente que le quebrará las costillas pero a pesar de eso, deja que los brazos de Johann la envuelvan fuertemente. Johann la suelta solo para darle un apasionado beso que deja a Aleesha sin aliento.

-Lo siento, cariño. Nunca podremos ser personas normales... siempre nos buscarán.- Susurra Johann en los labios de su novia.

-No importa, amor. Vendrán por nosotros, pero lucharemos y seguiremos adelante.

-Te amo.

-Yo te amo más.

-No, yo te amo m...- Johann calla con un beso a Aleesha.

Johann presiona su cuerpo contra el de Aleesha y siente el calor subir y encender cada parte de él. La reacción siempre es la misma, no importa cuánto tiempo pase, él siempre estará loco por ella. Y esa locura es correspondida, porque también ella está loco por él. Sin poder evitarlo, una fuerte erección se crea en Johann. Aleesha envuelve sus brazos en el cuello de él y lo atrae más hacia ella, porque ella nunca tiene suficiente de él, siempre quiere más y más de él. 

-¿Sabes que para regresar a la normalidad debo hacerte el amor? Sé qué quieres regresar a la normalidad.- Se encoge de hombros y Aleesha suelta una risita.

-En realidad, no quiero ser normal, pero quiero que me hagas el amor.- Susurra.

-Lo que desee mi princesa.

Dicho eso, siguen besándose hasta desgastar sus labios. Johann levanta a Aleesha y está envuelve sus piernas en su perfecta cintura. Johann camina lentamente hacia su habitación sin romper el apasionado beso. ¿Quién iba a decir que después de un fuerte enfrentamiento se podría hacer el amor? Pero ellos lo hacen y nada los detendrá, porque ellos realmente se aman. 

Johann busca torpemente la manija para abrir la puerta de su habitación, y eso hace que Aleesha se ria en sus labios suaves. Los dos ríen suavemente. Después de los intentos, la encuentra y abre la puerta. Johann la lleva hasta la cama y la posiciona suavemente en está. Aleesha atrae más a Johann a su cuerpo y sus manos viajan por todos lados, sintiendo su suave piel. Con desesperación, Aleesha le arranca la camisa, haciendo dos pedazos. Toca su pecho fornido y suave, toca su abdomen y luego, sin poderlo evitar, toma el dobladillo de sus pantalones. Los toma fuertemente y lo jala más hacia ella. Johann besa el cuello de Aleesha, deleitandose de su piel. Johann le quita la camisa por los hombros y besa sus pechos. Le quita el sostén con delicadeza y se deleita con la vista. Johann no puede resistir más, así qué besa el abdomen de Aleesha y le baja los pantalones junto con las bragas. Johann se desviste, haciendo a un lado toda la ropa que se interpone entre ellos.

Y así, Johann hace suya a Aleesha, llenándola de todo el amor que siente, haciéndola sentir querida y deseada.

Blood DiamondsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora