Capítulo 11

167 15 0
                                    

Aunque me moría por dormir abrazando a su precioso cuerpo no quise importunarlo en nuestra primera noche durmiendo juntos por lo que al ver que me dio la espalda para descansar le imité girando hacia el otro, me desperté de forma tranquila y me di cuenta que Álvaro se tubo que remover durante la noche pues cuando abrí mis ojos su brazo abarcaba todo mi pecho y su cuerpo estaba pegado al mío haciendo no solo que sintiera el calor de este contra mí si no también su respiración calmada de descanso contra mi nunca. Apreciando todo esto me estaba dando mucha pena levantarme de la cama pero a pesar de la nevada que se veía a través de la ventana el día mostraba su luz de la mañana indicando que era buena hora para levantarse, agarré su mano de forma delicada y la aparté de mí llevándola hacia él, este movimiento hizo que Álvaro se quejara dormido deforma leve con sonidos con su garganta y se pusiera boca arriba, lo medité antes de hacerlo pero no me podía levantar de esa cama sin dar los "buenos días"a ese hermoso niño que dormía en mi cama.-Buenos días.-Susurré admirando su rostro de cerca mientras le acariciaba,besé sus labios de manera tan ligera que seguramente le parecería una caricia, acariciando su mejilla con mi pulgar repetí esta vez más alto y con una sonrisa:-Buenos días.-Mi amado empezó abrir los ojos de forma lenta, de repente puso gesto de horror apretando su cabeza hacia atrás contra la almohada y me lanzó un puñetazo, de puro milagro paré su ataque agarrando el brazo ejecutor con una mano, separándome de él y lanzando su brazo de mala manera comenté serio:-Es hora de levantarse.

-Diego,perdona, me asusté-explicó preocupado sentándose en la cama.-No quería pegarte, te lo juro.-Le acerqué las muletas y mientras se incorporaba dijo:-No estoy acostumbrado a despertarme así y he pasado bastante tiempo en la calle lo que hace que estés alerta porque siempre es "golpeas o te golpean".-Mantuve mi mirada seria sobre él.-Diego, de verdad, ya no se que decirte. No te iba a pegar por que me fueras a besar, ya nos hemos besado antes, sería absurdo.-Me miró realmente preocupado y siguió explicando:-Aunque no me gustes me...me... gusta lo que hacemos,así que no pienses que mi reacción ha sido por nada de eso.-Bajó su mirada al suelo,-entiendo que estés de mal humor ya que el chico que te gusta casi te da una ostia pero de verdad que no sabía ni quien eras.-Me miró suplicante preguntando. -¿Me perdonas? -Lo cierto es que no estaba enfadado, dolido tal vez pero con todo lo que había dicho la verdad que me sentía mucho mejor pues me hizo comprendedlo y me encantó que dijera que le gusta lo que hacemos pero como me mantuve en silencio dijo:-Entonces...¿Todo bien?-Afirmé, al hacerlo él se acercó y se intentó alzar a mis labios mientras deseaba con una pequeña sonrisa:-Buenos días.-Me hizo sonreír y por supuesto que acepté su beso,pero lo alargué, lo volví apasionado y con el cese de la restricción de no tocar su trasero, lo sobé bien sobado,era pequeño y duro que me entraban ganas de morderlo.-Diego¡Diego!-Repitió mi nombre por que no le hacía caso y querías seguir besando y metiendo mano.- Yo creo que para un beso de "buenos días" ya esta bien¿no?-replicó alegre, retiré mis manos de su cuerpo, apreté sus mejillas con mi índice y pulgar marcando sus jugosos labios, lo besé de esa forma y soltando su rostro informé contento:

-Iré a preparar el desayuno.

Mientras yo me dirigí a la cocina a preparar el desayuno para ambos él se dirigió al baño, al poco de que el entrase casi se me caen las tazas de la mano por que gritó mi nombre enfadado, me preocupé porque ni cuando se machó un dedo con la maza le había escuchado tan furioso, dejando lo que llevaba en la mano sobre la mesa de comedor me dirigí preocupado hacia el baño. Al entrar me lo encontré desnudo de cintura para arriba, se señaló el cuello con un dedo mostrándome el chupetón que le hice la noche anterior, abrí mis ojos alucinado ya que parecía como si hubiera crecido solo por la noche. Al entrar en el baño me gritó molesto:

-¡Te dije que te habías pasado!

-Te juro que anoche no estaba tan grande ni tan morado.-repliqué preocupado.-¿Te duele mucho?

Diego y el vagabundo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora