Capítulo 38

83 10 0
                                    

Al acabar la conversación regresamos con su familia para terminar la merienda y manifestar nuestra decisión de que se quedaría en el pueblo e iría todos los días a la universidad desde allí, sus padres alegremente pagarían todo lo necesario, incluso una posible vivienda en el futuro si cambia de opinión.

Nos entregaron los regalos que nos compraron para Reyes, eran unas esclavas de oro a juego que ambas en la placa ponía: «Memento fiat beatus» Álvaro me dijo que sería algo así como «Recuerda ser feliz» Por lo que con esa nueva información me pareció un precioso detalle, mucho más que el coche pues esto había salido de él y parecía que le había dedicado su tiempo.

Al final nos quedamos la semana completa pues Álvaro se sintió a gusto los dos primeros días y como habíamos demorado mucho la visita quiso aprovechar,  al llegar al domingo decidimos salir nada más desayunar por que a última hora se me ocurrió ir a visitar ami hermano ya que andaban algo más justos de lo normal y ni podían permitirse viajar al pueblo.

-¿Señorito Diego, ya se marchan?-preguntó Wylon tocando la puerta abierta con sus nudillos.

-Sí, ahí tiene el pijama.-Respondí mientras me colocaba la esclava.-Esta vez no hice la cama que se que tiene que cambiar las sábanas.

-¿Cuándo regresaran de nuevo? Se nota un ambiente diferente cuando están por aquí,  parece que se llena de alegría la casa.-comentó viniendo hacia la cama.

-¿Sobre todo para ti?-pregunté con sorna poniendo mi maleta junto con la de Álvaro.

-¡Señorito!-exclamó con sonoridad pero mostrando una sonrisa, se acercó a la puerta mirando hacia el pasillo y mientras cerraba la puerta preguntó:-¿Puedo saber que opina de mi?

-¿Opinar de ti en qué sentido?-pregunté extrañado.

-Me parece bien que nos tomemos a broma que haya descubierto que usted me gusta ya que hay muchos motivos para tomarlo así entre ellos que tiene una relación con el señorito pero...¿Qué opina usted de mi? Como hombre.-No quería hacerle daño pero no era para nada de mi gusto, así respondí un poco de forma tonta, sin tomármelo en serio:
-Pues no me gusta mucho tu estilo ¿Cómo se denomina? ¿Hipster? Y ese bigote con las puntas estiradas hacia arriba del finales del siglo diecinueve ¿Sabes que estamos en el veintiuno?-Wylon aumentó su sonrisa, baje la voz manteniendo mi tono jocoso para decir:-Además me gustan jóvenes al nivel de estar rozando la ilegalidad.-Alzando mi tono a uno normal pregunté:-¿No te habías dado cuenta por Álvaro?-Moví una mano como espantando una mosca y dije con otro tono:-Ahora en serio estas bien pero no eres mi tipo.-Noté como ligeramente apretó los labios mostrando fastidio, afirmó, volvió abrir la puerta y mientras recogía las sábanas preguntó en bajo:

-¿Lo de la edad es verdad?¿Le gustan jóvenes?

-Más jóvenes que yo sí pero lo demás que he dicho era broma.-Le observé pensando que no me parecía muy mayor como mucho tendría 40 por lo que le pregunté mientras se dirigía a la puerta:

-¿Qué edad tienes, Wylon?

-¿Si le digo 29 me cree? Así sería más joven que usted-Le miré con una mueca alegre pues no esperaba una broma de ese estilo en su respuesta.-Son diez más a esos, tengo 39.-indicó saliendo por la puerta, por el pasillo le escuché murmurar:-Otro punto en el que tampoco entro.-Supuse que lo dijo por que sabría que le escucharía y así seguir con la broma por lo que me provocó que mientras meneaba la cabeza me apareciese una sonrisa.

Al poco bajamos todos al garaje, la familia para despedirnos y Wylon para cargar con nuestras maletas, entre besos y abrazos se despidieron, más besos para mi por parte de las féminas de la familia y Roberto un apretón de manos con una frase:

Diego y el vagabundo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora