Diego y el vagabundo (Completa)

Capítulo 28

Después de la Misa del Gallo fuimos a un parque a disfrutar de un chocolate caliente y dulces típicos con el temor de encontrarnos con Javier pues en su mensaje decía que allí estaría, a pesar de que Álvaro y yo nos manteníamos en alerta buscando donde se encontraría al final nos pilló por sorpresa apareciendo a nuestra espalda y diciendo en un tono dulce:

-Feliz Navidad, Diego.-Al girarnos hacia él, Javier miró a Álvaro y con cierto tono añadió:-Y compañía.

-Feliz Navidad,Javier,-contesté serio finalizando mi rosquilla francesa, rodeé la cintura de Álvaro con una caricia sobre todo para calmarlo pues con su mirada parecía asesinar a Javier y mirándole indiqué:-Este es mi novio Álvaro.

-Feliz navidad, Álvaro.-felicitó Javier bebiendo de su vaso y sin mirarle preguntó:-¿Eres de aquí?

-Soy madrileño, sí.-Contestó apretando su gesto y mirándome mientras mostraba una sonrisa informó:-Pero ya casi se me podrían definir como soriano ¿verdad?

-Sí, claro,-contesté mirándole mientras con mi pulgar acariciaba su espalda.

-¿Vivís juntos?-cuestionó mirándome y mirando a Álvaro indicó:-No olvides comprar más papel higiénico de lo normal, Diego gasta mucho, parece que se lo come.

-Tú que tienes que decirme a mi nada de lo que debo hacer,«jinetero» barato.-replicó enfadado.

-¡¿Qué me has llamado, comemierda?!-exclamó Javier lanzando su vaso al suelo.-«Culicagao quemao» , chusma «boconera».-Se posicionó en una postura de lucha declarando:-Ven, «cojonú», que voy hacer que veas a «la pelona».-Refiriéndose a la muerte.

-Basta,Javier.-pedí tranquilo apretando a Álvaro contra mi para que no aceptase su reto.-Esto no trata si es «cojonú» o no.-Que significa «valiente», miré a Álvaro indicando:-Esas muletas no son de adorno por lo que no voy a dejar que os peléis.

-¿Por qué este comemierda me llama "jinetero"?-preguntó enfadado y poniéndose triste cuestionó:-¿Se lo has dicho tú,Diego? ¿Eso fui para ti, mi "amol"?

-Claro, Javier, tuve una relación por cinco años contigo y solo te veo así-respondí irónico.-¿Estás «sanaco»?-refiriéndome a tonto.

-Es cierto que solo lo escuché sin que fuera por nadie en concreto pero con las fotos que envías a hombres emparejados no tienes otro nombre.-declaró Álvaro serio.

-¡¿Se la enseñaste?!¡¿Pero qué «pinga» es esta?!-exclamó llevándose las manos a la cabeza,bajó sus ojos, miró a Álvaro y luego mirándome serio preguntó:-¿Podemos hablar a solas?

-Álvaro, será un momento.-indiqué mirando hacia él.-Lo arreglaré todo en un minuto y vuelvo contigo ¿De acuerdo? No nos moveremos de aquí.

-Iré con mi familia.-respondió serio, agarró con una mano y con fuerza del cuello de mi camisa tirando hacia él, me besó sacando mucha lengua y mientras me soltaba musitó:-No tardes.-Antes de marchar miró con furia hacia Javier. Cuando Álvaro se alejaba Javier comentó:

-Diego, entiendo que no quieras ni «echar un palo» conmigo ¿Pero qué "pinga" es esa de enseñarle la foto a tu «jevo»?

-Me viste con él y su familia y aún así me enviaste esos mensajes y la fotografía ¿Qué querías que hiciera?-repliqué encogiéndome de hombros.

-Pues cualquier cosa menos eso.-respondió mirando al suelo.-¿Es que ya no te gusto nada?-preguntó mirándome con un gesto entristecido.

-Javier, el gustar o no gustar es lo de menos.-respondí mientras pasaba mis dedos por mis cabellos mirando a otra parte.-Yo te amé mucho, te encontré con otro en la cama, rompimos y años después cuando me ves con otro me propones una noche salvaje.-Mirándole de reojo pregunté:-¿O querías una aventura?