Capítulo 18

117 12 0
                                    

Tras el incidente en la peluquería nos fuimos a comer, Álvaro no quería ningún lugar caro pero yo tampoco quería que comiese nada de comida rápida por lo que al final fuimos a uno de menú del día y lo cierto es que comimos realmente bien.

Luego nos fuimos de compras, me compré un par de camisas: una morada y otra verde sobretodo las compré para cuando llevara a Álvaro con su padres y una camiseta negra con algunas calaveras para salir esa noche, insistí a Álvaro en que se comprara algo, ni indicándole que cogiera algo para el día 24 le hice cambiar de opinión. Creyendo que salió rápido de la peluquería por el incidente del coqueteo me extrañé que imitará el comportamiento en la tienda y me esperó fuera cuando prácticamente ya solo me faltaba pagar, mientras caminábamos hacia el coche le pregunté:

-¿Te pasa algo,Álvaro?-Negó mirando al suelo.-Ahora nadie ha ligado conmigo.-Sonrió y replicó:

-Eso ya lo sé-Me miró de reojo unos segundos y mirando al suelo preguntó cambiando de nuevo a su gesto apagado:-¿Por qué me tiene que pasar algo?

-Sales siempre antes que yo y ahora pareces decaído.-respondí preocupado, negó con la misma postura y yo solo suspiré meneando la cabeza, porque si él no quería decir que le pasaba no se lo podría sacar a la fuerza pues seguramente si le insistiera solo le enfadaría. Al llegar al coche lanzó la muletas hacia atrás como enfadado y al sentarme en el asiento del conductor me negué a arrancar sin saber que le sucedía, por lo que mirándole serio indiqué:-Si no me dices que te pasa no podré ayudarte y si no quieres que te ayude piensa que hasta que no me lo digas no voy a mover el coche.-Me sorprendió echándose a llorar llevándose ambas manos a la cara.-¡Álvaro!-exclamé lanzándome sobre él para abrazarlo.-Pero,mi niño ¿Por qué lloras?-pregunté apretándole contra mi.

-Es que..-Gimoteó y hundiendo su cabeza en mi pecho confesó:-Me siento mal por que hoy con tanta compra, comer fuera, los regalos...-apretó mi espalda declarando:-Sigo siendo un vagabundo.

-De eso nada ahora tienes un hogar, cariño mío ¿Es qué estas mal conmigo?

-No,pero Diego,-respondió serio separándose de mi,-dependo de ti, sig osin tener dinero, sigo sin tener casa, sigo sin tener nada.

-Eso también es por lo de la pierna, verás que cuando te recuperes puedes trabajar y empezar a ganar.-aseguré serio.

-¿Trabajando para ti?-preguntó y empezó a negar.

-Te...te daré de alta y comenzaras a cobrar-dije pensativo.- ¿Te parece bien?

-No, ya no.-Llevó una mano a mi mejilla y mirándome a los ojos declaró:-Eres mi pareja y por eso me duele que cargues con todo el peso de los dos.

-No es ningún peso, te lo juro-Negué y le abracé comentando:-Ni peso, ni carga, ni nada similar que se te ocurra-Acaricié su espalda diciendo:-Pero si tanto te preocupa cuando te recuperes podemos mirar cerca a ver si encontramos trabajo para ti, aunque de lo que debes preocuparte ahora es de recuperarte bien.-Acaricié su rostro y admirando el verdor de sus ojos declaré:-Eres tan maduro, la mayoría de tu edad se preocupa más de entrar en la universidad, salir de fiesta y poco más.-Besé sus labios y pedí:-Me encanta mimarte así que concédeme el capricho de poder seguir mimándote.

-¿Como hoy?-preguntó mirando al suelo.

-Incluso más, siempre más-contesté acariciando su rostro admirando sus carnosos labios.-Si quieres trabajar fuera lo entiendo si lo quieres hacer por ti, pero no lo hagas por mi por que yo no quiero eso, para mi todo eso que consideras peso son sueños cumplidos.-Alcé su rostro preguntando.-Ahora mismo piensa y dime ¿Qué quieres hacer cuando te recuperes ?

-La piscina.-respondió con una sonrisa llevando sus brazos a mi cuello.

-¡Oh!-exclamé sorprendido.-Se me había olvidado, menos más que estás tú para recordármelo.-Acaricié sus costados mientras decía pensativo:-En enero prepararé los papeles y permisos y cuando puedas moverte sin problemas comenzamos ¿Sí?.-Afirmó y me besó. 

Diego y el vagabundo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora