Capítulo 2

239 22 4
                                    

Gracias a no pagar renta y recibir una por una tierra con olivos,la verdad que lo que se dice trabajar, trabajo poco. Tengo un pequeño huerto por placer con algunas verduras según temporada, unas pocas cabras por gusto, para beber su leche y hacer queso, que conviven con un caballo que compré por miedo a que le ejecutasen y que se recuperó gracias a mi maestría pues soy veterinario, al verme tan libre de pagos ni formé consulta, asisto a partos de ovejas y vacas de los vecinos, algunas urgencias, vacunaciones y esterilizaciones a domicilio de las mascotas del pueblo y cosas por el estilo, que para ello pago religiosamente mi cuota de autónomo, lo cierto que ese poco lo tengo para ahorrar pues con la renta del terreno de los olivos vivo de sobra.

Por lo que el día en el que conocí al joven malabarista, era un día en el que tenía poco que hacer y menos con ese frío que hacía, cuando se fue estuve bien de tiempo tan solo mirando por la ventana deseando que volviese pero no lo hizo por lo que intentando seguir con mis quehaceres a pesar de lo decaído que me sentí atendí a mis animales y cargué con leña hacia el interior de la casa, a pesar deque tenía que cortar lo troncos que indiqué al muchacho no me sentí motivado para hacerlo así que los dejé, sin darme ni cuenta estaba empezando anochecer por lo que dando el día por terminado me dí una ducha mientras me preparaba un chocolate caliente.

Con la taza humeante y el pijama puesto me acerqué a una ventana y mirando al exterior musite: -Está nevando.-Temí por el muchacho y empecé a balbucear mientras me sentaba a la mesa:-El próximo pueblo está a unos 20 kilómetros ¿Habrá llegado?-Miré a la ventana viendo como los copos se apreciaban más grandes.-¿Dónde te refugiarás en una noche como esta?-Me levanté para echar un par de leños a la chimenea mientras deseaba en bajo:-Espero que al menos hayas llegado al siguiente pueblo y no te pille esta nevada en el campo.-Antes de volver ante mi taza me puse frente la estaría que hay entre la puerta del baño y la habitación para escoger un libro, lo lleve ala mesa y comencé la lectura para desviar mi preocupación del joven punk, poniendo a un lado de este la taza y al otro mi móvil, así moverme lo mínimo.

Había conseguido abstraerme del mundo con la lectura, volví a la realidad al escuchar que llamaban a la puerta, pulsé el móvil para ver la hora, parecía algo tarde para visitas aunque tampoco solía tener ninguna "¿Alguna urgencia?" Pensé, aunque era extraño que no me llamasen al teléfono en vez de venir a mi casa, puse un marca-páginas al libro y abrí la puerta.

-¿Se puede?-preguntó temblando mi amado cargado hasta arriba de leños y cubierto de nieve.

-¡Pasa,pasa!-exclamé alarmado al ver su estado quitando de sus brazos la carga, enseguida se situó frente a la chimenea frotando las manos y poniéndolas ante el fuego, solté los leños junto a los otros y pregunte extrañado:-¿Has cortado la leña?-Afirmó sin parar de temblar.-Pero con lo que está cayendo lo hubieras dejado para mañana, hombre.-Negó y contestó:

-Ese es mi pago para pasar la noche aquí, en eso quedamos y me parece bien.-Le miré pensando que debía ser un inhumano si me pidiera cobijo en una noche como esa y se lo negara, aunque lo cierto que es lo normal, no se suele dar cobijo a nadie haga el tiempo que haga y menos con su aspecto.

-Deberías quitarte esa ropa mojada y ponerte una seca así entrarás más rápido en calor.-indiqué preocupado.

-No tengo más pantalones y la camiseta que llevo es la que más me abriga además de la única más o menos limpia.-respondió llevándose sus manos temblorosas a los brazos intentando ganar temperatura.

-Ya te presto yo ropa.-propuse serio, me acerqué a él preguntando:-¿La ropa que llevas en la mochila toda está sucia?-Afirma y dejando la mochila en el suelo la abre mientas dice:

-Tampoco hay gran cosa un par de camisetas,unos pares de calcetines y algunos calzoncillos.

-Vamos hacer una cosa, te pegas una ducha caliente mientras te busco algo para que te pongas y luego hago una lavadora con toda tu ropa ¿te parece? Vas a ver que con la ducha ganas enseguida temperatura-pregunté mostrando una sonrisa.

Diego y el vagabundo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora