Capítulo 23

106 7 1
                                    

Álvaro me miró sobresaltado al ver que le pasaba la "patata caliente" pero al ser su familia él es que debía elegir si quería pasar más tiempo con ellos o marchar al acabar la merienda. Tras unos segundos de dilación todos en silencio Álvaro respondió:

-Mejor no, marcharemos más tarde para que a Diego no se le haga tan pesado pero la noche es mejor que la pasemos en casa.-El padre  abrió ligeramente sus ojos al escuchar "casa" y arrugando el gesto replicó:

-¿Es que esta no es tu casa?

-Hace tiempo que no lo es,  aunque realmente nunca sentí que lo fuera-respondió de inmediato serio dejando a los padres alucinados y a la niña triste.

-No se, Álvaro.-comenté mirando la hora en el móvil.-Si nos descuidamos llegaremos de madrugada pero tampoco quiero que marchemos ya por lo que ha dicho tu padre de que hace mucho que no te ve ¿Porqué no hacemos una cosa? Yo marcho ya y vengo a recogerte otro día.-Mirándole pregunté dudoso:-¿Te apetece?

-¿Por eso insiste tanto que viniera con una maleta?-preguntó enfadado.-¿Es que ya no quieres...-Miró de reojo a su familia y volviendo la mirada hacia mi terminó su pregunta:-...que trabaje para ti?

-No digas tonterías, Álvaro.-repliqué meneando la cabeza.-Solo te pregunto si quieres pasar unos días con tu familia,si quieres unas vacaciones.-indiqué con el molesto código de trabajo que teníamos aunque estaba seguro que hasta Silvia sabía que hablábamos de otra cosa.

-¿Vacaciones para siempre?-preguntó cruzándose de brazos sin levantar la mirada de su taza.

-Que no, Álvaro, que no.-respondí agitando de nuevo la cabeza.-Son unas fiestas muy familiares ¿No quieres pasarlas con tu familia?Solo unos días, si el día 7 tenemos que volver a que te miren la pierna y no hace falta que sea hasta entonces, quédate los días que tú quieras.

-Sinceramente...No voy a pasar las fiestas a gusto quedándome aquí sabiendo que tú las vas a pasar solo.-respondió mirándome de soslayo. No me esperaba ese comentario por lo que abrí mis ojos de sorpresa y mirando a mi té prácticamente acabado respondí serio:

-Ese es mi problema no deberías preocuparte y menos cuando llevo años que es así.-Suspiré y mirándole pregunté:-¿Qué quieres hacer entonces,Álvaro?

-Diego, reiterando la opinión de mi hijo,-comenzó a decir el padre serio.-tampoco podríamos disfrutar de la Navidad sabiendo que pasarías la Nochebuena solo y la mayor parte de ella conduciendo.-posando una mano sobre la de su hijo pidió:-Quedaros los dos esta noche ¿De acuerdo, hijo? Mañana después de la comida de Navidad regresad a casa.-Sonrió declarando:-Ya que estoy seguro que volveréis más veces no hace falta que te quedes más si no quieres.

-Esta bien, solo esta noche.-respondió Álvaro con un suspiro.-Pero no quiero que María cocine esta noche, si nosotros queremos pasar esta noche con la familia ella seguro que también querrá en vez de pasarla sirviéndonos.

-No cambiaras nunca-murmuró la madre meneando la cabeza con una sonrisa en los labios.

-¡María!-gritó enseguida el padre, al poco llegó a la sala y haciendo una reverencia a la mesa preguntó preocupada:

-¿Hay algún problema, señor?

-No, tranquila.-respondió serio, mostró una sonrisa indicando:-Tómese el resto del día libre, cenaremos fuera y mañana vuelva a la hora del té de la tarde.-La mujer abrió los ojos llenos de alegría y el padre señalando a Álvaro indicó:-Agradéceselo a él.

-¡Señorito Álvaro!-exclamó alegre.-Siempre tan gentil.

-Feliz navidad, María, no tengo nada para regalarte ¿Pero qué te parece haberte conseguido el día libre?-comentó jocoso.

Diego y el vagabundo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora