Capítulo 33

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Todos esperamos a que mi hermano y mi cuñada montaran y preparasen a los niños, al finalizar y ponerse al volante arranqué el coche, mi hermano fue justo detrás y tras él mi suegro.  Aunque ya iba a mi casa me seguía sintiendo tenso por que multitud de interrogantes paseaban por mi cabeza "¿Todo eso significaba que las cosas con mi hermano estaban resueltas?¿Qué le parecerá a Roberto donde vive su hijo?¿Volvería Fernando a voltearme la cara?¿Y Roberto también me golpearía?¿Se unirían para destrozarme cada uno por su motivo?"

-Cielo.-me llamó Álvaro de forma cariñosa.-¿Estás bien?-preguntó pasando las manos por mi cabello.-Hasta estas empezando a sudar¿Estas nervioso?-Apretando el volante contesté:

-Un poco.

-Les podemos decir que hoy no es buen día con mi padre aquí o que necesitas tiempo para llevarles de invitados a tu casa.-Se encogió de hombros declarando:-Es tu casa y no deberías sentirte incómodo en ella, mi madre suele decir: "Siempre existe la palabra adecuada para decir lo que queremos sin ofender, solo hay que gastar el tiempo en ello para ahorrar discusiones en el futuro."

-No quiero desaprovechar la oportunidad, además es lo que siempre había querido, mi casa llena y por mi familia, es que ni me lo creo.-Volví a apretar el volante mientras giraba mis manos por el como si fuera el acelerador de una moto.-Me preocupa que no sea todo tan bueno, no se si me entiendes.

-¿Que tu hermano estando allí te salte con algo?-preguntó confuso.

-Incluso que volvamos a llegar a las manos pero no solo me preocupa mi hermano,-le miré de reojo confesando:-Tu padre también me preocupa.

-Ese intento de agredirte estuvo muy cerca, es verdad.-dijo cabizbajo.

-Eso por que no viste el primero que por que le detuve con mi mano si no me da.-Mirándole señalé serio:-Ese si que estuvo cerca.-Mirando a la carretera comenté:-Lo cierto es que es poco probable que pase,es decir, si se ha resuelto pues resuelto está pero...la desconfianza me queda.

-Te entiendo.-musitó decaído y me miró preguntando:-No te lo pregunté por que la verdad que me daba mucha vergüenza pero...¿Cómo te dijo mi padre lo del mensaje?¿Te lo dictó tal como lo recordaba o como?-Negué con la cabeza y contesté:

-Tras lanzarme el puñetazo me dijo señalando a mi móvil que si ahora me pedías que te diera con un látigo.-Álvaro abrió los ojos.-Me limité a preguntar que si había leído mis mensajes y él se excusó que por la tos y ayudarme lo leyó sin querer.-Suspiré y viendo como llegábamos a mi terreno comente:-El te sigue viendo como a un niño pero eso pasa con todos los padres, mi madre a veces me sigue viendo así y ya me ves, además creo que un padre que lea eso de sus hijos tiene que impresionar sin importar la edad que tenga o con quien esté.-Le miré confesando mientras paraba mi coche:-Créeme si te digo que más vergüenza pasa él por ese tema y él mas que nadie se arrepiente de haberlo leído, por que por mucho que lo intente seguro que tardará en olvidadlo.

Salimos de los coches y comenzamos a caminar, al bebé le sentaron en un pequeño carro y lo empujaba mi cuñada, señalando el establo indiqué:

-¿Vemos primero el establo?-Afirmaron.-Si queréis vemos primero lo que hay fuera y luego si queréis vemos la casa que hay poco que enseñar, pero os puedo ofrecer un café.

-Hermano ¿Esto estaba en un principio?Me suena que no, que solo tenía la casa.

-No, lo construí con la ayuda de unos amigos.-contesté alegre recordando aquellos tiempos.-Con Vicente, el médico,-Fernando afirmó declarando que sabía quien es,- y unos amigos de la universidad.

-¿Amigos de la universidad?-preguntó Álvaro extrañado.-¿No te llevas con ninguno ya?

-Sí, solo que nos vemos poco y tenemos un contacto mínimo, aunque el resto del año no nos veamos o muy poco siempre quedo con ellos en nochevieja.-señalando su pierna comenté:-Supongo que este año me quedaré en casa.

Diego y el vagabundo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora