Capítulo 24

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Javier había cambiado muy poco en esos tres años, mulato cubano de 25 años mantenía su musculada forma física, el pelo corto rizado y por supuesto sus carnoso labios que me enamoraron la primera vez que le vi.

Roberto y yo nos paramos mientras el resto de la familia siguió caminado, el padre de Álvaro me miró curioso al escuchar mi tono,Javier se puso frente a nosotros comentando a alegre:

- "¿Asere, qué bola?"-Preguntó que en cubano que es como decir:"¿Amigo, que tal?" pero solo era un saludo pues sin esperar respuesta dijo:- Que sorpresa, papito, no te hacía por la capital ¿Abandonaste el pueblo?

-Solo estoy de visita.-respondí serio, extrañado en mi interior y preguntándome que quería y por qué me estaba hablando.-Yo te hacía en Castellón con Carlos.-Carlos es el chico por el que cortamos,aunque a todos dije menos a Vicente que sabía toda la historia, que Javier cortó conmigo lo cierto es que yo rompí con él pero por que le encontré con otro en la cama, ese otro es Carlos. El porqué de mi mentira es muy simple de comprender, si decía que había cortado yo me preguntarían el porqué y no me apetecía contarlo, en cambio si decía que había sido él con decir que no sabía era suficiente,aunque todo el pueblo al final supieron de Carlos y supusieron que me dejó por él. Hice ese comentario pues por mera curiosidad quería saber si con el hombre que me fue infiel seguía o solo fue cosa de esa noche. Él contestó manteniendo su alegría:

-Nos mudamos hace unos meses, no queríamos pasar nuestro cuarto año juntos en el mismo lugar y además mejoramos de trabajo.-Apreté mi gesto pues nosotros cortamos hace tres.- Pues al verte pensé que s ivivías en Madrid podríamos quedar un día y tomar algo.

-¿Para que querría quedar contigo?-pregunté serio.

-¿Sigues "empingao" conmigo?-preguntó decaído.- Esperaba que con el tiempo que ha pasado ya no tuvieras rencor.

-Me das igual por eso mismo no veo el motivo para quedar contigo, ni veo para qué querrías tú quedar conmigo. De todas formas ya te he dicho que no vivo aquí, sigo donde siempre.

-¿Eres de aquí, "nagüe"?-Preguntó mirando a Roberto utilizando un término cubano que sería parecido a "amigo" al igual que "asere".-A Diego es difícil sacarle de su entono,debes gustarle mucho.

-Te estás equivocando.-respondí serio.

-¿Por qué dices eso? ¿No estás aquí por él?-Le miró moviendo la cintura a un lado y apoyando un dedo en su barbilla como pensativo declaró:-No me imaginaba a Diego con nadie más mayor que él pues siempre le gustaron jóvenes.-Se señaló informando:-Cuando empezó conmigo yo solo tenía 17.

-Y yo solo tenía 22 ¿Qué pretendes,Javier?¿Para qué me has parado?-pregunté mientras le miraba entrecerrando los ojos.

-Para lo que dije, si vivías aquí quedar un día y recordar viejos tiempos.-respondió mostrando una hermosa sonrisa entre sus jugosos labios

-¿Los tiempos en que me traicionabas y te reías de mí? No, gracias.-respondí mirando a otra parte.

-También me entró curiosidad de conocer a tu pareja.-confesó mirando a Roberto

-Él no es mi pareja y además es heterosexual.-expliqué serio.-Si lo que quieres saber es si he rehecho mi vida, así es,-señalé a Roberto indicando:-pero no con él.

-Me alegro mucho,papito, que estés bien.-comentó mirándome afable.

-Ya, por fin lo encontré-Balbuceaba aliviado Carlos acercándose a nosotros mirando el interior de una bolsa de papel,al verme saltó hacia atrás exclamando:-¡Ostias!-Me miró aterrorizado y empezó a caminar hacia atrás tendiendo una mano a Javier como para salir huyendo de inmediato agarrados de la mano. No me extrañaba su comportamiento pues la última que nos vimos fue cuando le encontré en mi cama con Javier y le di de puñetazos hasta hartarme, ni con Javier intentando separarnos impidió que le rompiera la nariz ya lgunos dientes que como aprecié se había arreglado.

Diego y el vagabundo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora