capítulo 10

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Después de que Álvaro me mostrase todo su vigor para que yo le aliviase como prometí, nos interrumpieron con una llamada haciendo que saliera de casa, a mi vuelta yo seguía igual de animado pero Álvaro no lo parecía, es más, creía que me iba a restringir algunas cosas de las que hacía por lo que antes de que él dijera nada decidí llevarlo a mi cuarto y al menos proseguir por donde lo dejamos.

-¡¿Suéltame?!-gritó aterrorizado mientras le dejaba sobre la cama, me puse encima de él diciendo sonriente:

-Tranquilo,no vamos a follar.-Empecé a besar su cuello mientras acariciaba su cabeza y le pregunté en su oído:-¿No quieres que hagamos lo que dejamos antes a medias?.-Le empecé a besar, pero lo cierto es que tenerlo en mi cama y bajo mi cuerpo me tenía muy excitado, el problema es que Álvaro no estaba al mismo nivel de libido y parecía que esa situación le mantenía en alerta.

-Diego,espera.-Consiguió decir entre los besos que nos dábamos con lengua.-Diego, para ¡Para!-Le miré alarmado ante su grito.-Joder.-musitó mientras mantenía una respiración agitada y se incorporaba un poco.-Es que estoy viendo que no se si de verdad si solo vas hacer lo que dices o vas hacer más, estas muy...alterado.-Apoyé mi frente con la suya con una sonrisa y acariciando su rostro dije:

-Tienes razón, ya me calmo un poco.-llevé mi mano a su entrepierna por encima del pantalón notando que a pesar de todo también estaba excitado y bajando indiqué:-Mejor me pongo a ello.

-Espera.-indicó y se colocó la almohada para quedarse medio sentado.-¿Te importa?

-Como más a gusto estés.-Respondí manteniendo mi sonrisa, le dí un beso leve, él enseguida llevo ambas manos a mi cabeza y de forma ligera empujó mi cabeza hacia abajo indicando que deseaba que comenzase. Le quité los pantalones, me situé entre sus piernas, le retiré los calzoncillos, agarré su miembro y mientras bajaba mi boca a ello alcé mi mirada hacia su rostro, descubrí que él me estaba mirando y lo hacía con deseo, lo cual hizo que me apeteciese mucho más hacerlo. Cuando la introduje en mi boca descubrí una textura suave y una dureza apropiada, al no ser un tamaño grande la podía meter entera sin dificultad ni sentir nauseas. Él, en ese primer contacto lanzó un alarido grave echando su cabeza hacia atrás y tirando de mi cabello con ambas manos, que magnífica vista tenía de como se retorcía y de su rostro de placer, al poco me sentía tan excitado que no pude más y mientras seguía jugando con mi lengua en su falo,saqué el mío y con la otra mano,pues con una sujetaba su pene,me empecé a masturbar. Álvaro al sentir el movimiento abrió los ojos y bajó la cabeza para mirarme, sonrió y comentó entre jadeos y algunos gemidos:

-Cuando has comenzado a meneártela has aumentado el ritmo de como me lo haces, así voy a durar poco.-Me la saqué un momento de la boca para replicar sonriente sin parar de mover mi otra mano:

-¿Y cual es el problema de ello?-Álvaro resopló sonriente y movió una mano sobre mi cabeza como si fuera una caricia pero sabía que me indicaba que continuase.-Ni me avises.-indiqué entes de volverla a meter en mi boca.

Álvaro empezó a mover su pelvis, apretar mi cabeza contra él y sus gemidos graves se repetían de seguido, como informó poco iba a durar y tras eso sentí su cálido fluido por mi boca, sabía por experiencias anteriores que el semen suele tener un sabor un poco ácido que no me agradaba por lo que al notar que eyaculaba lo que hice fue introducirla más, así al ir directamente en la garganta no detectaría su sabor.

-¿Te lo vas tragar? ¿En serio?-preguntó alegre jadeando mientras acariciaba mi pelo.-Es como cumplir un ideal.-Una vez que sentí que acabó, paré de masturbarme, me acerqué a su rostro, besé de forma apasionada sus labios y pregunté:

-¿Con esta experiencia vivida has cumplido un ideal?

-Puede que incluso superado.-respondió con una sonrisa de oreja a oreja.

Diego y el vagabundo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora