Capítulo 32: "Amargura y dolor"

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Tsubasa platicaba con sus padres dentro de su habitación, mientras Sanae escuchaba en silencio la plática.

Bien, volvamos a Japón, no tiene caso seguir aquí, decía Tsubasa con amargura.

Hijo, no estés triste, en Japón te haremos otros estudios, decía Natsuko mirando a su esposo, al tiempo que tomaba la mano de Tsubasa.

Más estudios, respondió Tsubasa con nostalgia.

Si hijo, el médico nos dijo que........, decía Koudai, siendo interrumpido por el joven de cabello desordenado.

Quiero descansar, dijo Tsubasa.

¡Tsubasa¡ dijo la castaña con dulzura.

Sanae, aún estás aquí, respondió Tsubasa con nostalgia.

Sí, aquí estoy, dijo la castaña con calma.

Padres tramiten mi salida de este lugar, quiero que volvamos a Japón, no tiene sentido que siga aquí, que ustedes hayan hecho un pare en sus actividades para estar aquí por más tiempo, dijo Tsubasa de repente.

Hijo no digas eso, nosotros lo hacemos con gusto, acoto Natsuko.

Lo sé madre, pero como dije no tiene sentido que sigamos aquí, ya no pueden hacer nada por mí, volvamos a Japón, dijo Tsubasa con firmeza.

Bien hijo, eso haremos, respondieron los señores Ozora.

Tiempo después:

La castaña ayudaba a Tsubasa a caminar hacia la salida de la habitación. Tsubasa iba dando pequeños pasos apoyándose de un bastón para poder con ayuda de este guiar su trayecto, al tiempo que la castaña lo tomaba de uno de sus brazos.

Me siento un inútil, dijo con amargura Tsubasa, mientras con el bastón palpaba algo.

No digas eso, no eres ningún inútil, decía la castaña.

Claro que lo soy, no sé ni que hay delante mío, hasta puedo tropezarme, si no fuera por ti, de seguro ya estuviera en el piso, respondía Tsubasa con amargura.

No digas eso, ya verás que pronto te adaptarás a esta nueva vida,....., decía Sanae con la mayor calma posible.

Adaptarme a estar ciego, respondió Tsubasa con firmeza y amargura a la vez.

No será por mucho tiempo cariño, el equipo médico de la federación de fútbol de nuestro país te apoyará haciendo nuevas evaluaciones y en tú recuperación, y por supuesto yo también te apoyare,...., decía la castaña, mientras el joven de cabello desordenado se tornaba pensativo.

Sanae, lo lamento, dijo Tsubasa de repente, al tiempo que detenía su avance.

¿Qué?, respondió la castaña confundida.

Lamento que por mi culpa nuestra boda se cancelara, dijo Tsubasa con cierta nostalgia en su voz.

Ello no importa ahora, además no está cancelada, solo suspendida, es más en cuanto volvamos a Japón yo podría reanudar con todos los pendientes de la boda, decía Sanae emocionada.

No Sany, no, respondió Tsubasa con firmeza.

¿Por qué no?, yo quiero que nos casemos, así podría estar contigo a todas horas y darte apoyo cuando lo requieras, decía la castaña dulcemente.

Solo nos casaremos si vuelvo hacer el de antes, dijo Tsubasa con firmeza, mientras retomaba su andar con el apoyo de la castaña.

Pero Tsubasa, decía Sanae confundida por las palabras de su prometido.

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