(Penúltimo capítulo)
Una castaña platicaba por teléfono con su madre, mientras se alistaba para ir a presenciar la final de fútbol mundial, donde su país era uno de los finalistas.
¡Gracias mamá¡ ¡gracias sin tu apoyo¡ sin el apoyo de papá y de los señores Ozora, Tsubasa y yo no hubiéramos tenido todo listo para nuestra boda, decía emocionada la castaña.
No hay nada que agradecer mi niña, es más te cuento, tu padre y yo estamos ahora en casa de los padres de Tsubasita, aquí veremos juntos la final, además también están algunos de los padres de los jugadores de la selección, escuchaba la castaña.
Me alegra oír ello, respondió Sanae continuando con la plática con su madre.
Tras algunos minutos más de plática la castaña, dio por concluida, la llamada, tomó su pequeña cartera, una banderola que había elaborado y abandonó el hotel donde se alojaba para ir junto a sus amigas al lugar donde se disputaria la final del mundial de fútbol.
En tanto:
En un bus un par de hombres platicaban mientras se dirigían al lugar donde ellos y el equipo al que pertenecían disputarian la final del mundial.
No pude dormir bien, decía uno de ellos.
Vaya, pensé que solo yo no pude dormir bien anoche, respondía el otro hombre.
¿También te remuerde la conciencia?, respondió el primer hombre.
Si, desde hace mucho me siento mal por lo que hicimos, pero no podía decir nada, o tendríamos que pagar por lo que hicimos, y yo, y yo no quería hacer sufrir a mi familia, cuando volví a saber de él en el medio deportivo, mi culpa se apaciguó un poco, pues al menos pude saber que él no se había alejado del todo de lo que tanto amaba, decía el otro hombre.
Si es cierto de igual manera, si no hubiera sido por la lesión mal intencionada que le causamos, él estaría ahora en la final, respondía el otro.
Sí, es cierto, acoto el otro hombre.
¿Chicos nerviosos?, dijo un joven moreno.
No Pepé, como crees, respondieron los hombres.
Guarden silencio, decía otro moreno, mientras su compañero de asiento sonreía.
Deja que se relajen platicando Santana, decía Rivaul con una ligera sonrisa en su rostro.
Está bien, respondió Santana, mientras se colocaba unos audífonos.
En otro bus:
Un grupo de jóvenes iban muy felices platicando sobre lo que sería el partido final que tenían que afrontar.
¿Tú qué opinas Tsubasa?, decía Taro.
Que lo que dicen es cierto, Brasil, será uno de los equipos más fuertes que enfrentaran, respondía el mencionado.
Y qué bueno que los enfrentamos para la final, decía Ryo sonriendo.
Nosotros vamos con todo a ese partido, no hay que sentirnos menos, dijo Hikaru con firmeza.
Cierto, acoto Jun.
Lo ganaremos, dijo con firmeza Kojiro.
Así es, dijeron los demás jóvenes, haciendo que en el rostro de su joven entrenador se plasme una sonrisa.
Estadio:
Una peli roja se encontraba junto a otra joven en un palco privado, esperando el momento en que la final del mundial de fútbol de inicio.
ESTÁS LEYENDO
"MI LUZ"
RomanceEntre Sanae y Tsubasa, hay una química especial, ellos desde que se conocieron se hicieron grandes amigos, acompañándolo en cada paso que él dará para poder hacer realidad su sueño, "Ser el mejor futbolista del planeta", si quieres saber más de est...