Capítulo 42: "Nuevos brillos en mi vida"

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Un joven de cabello desordenado con ayuda de una castaña llegaba a una habitación, mientras iban platicando.

Y eso me dijo Roberto, decía Tsubasa.

Pues era un hecho que las personas que vieron tu desempeño como entrenador sustito del equipo de fútbol que participo en las olimpiadas, reconocieran tu buen desempeño, y hasta te consideren como para un contrato como entrenador, respondía la castaña, deteniendo su andar.

¿Por qué te detienes?, pregunto Tsubasa.

Es que ya llegamos, esta será tú habitación, como es una habitación de chico, Jun aprovechando que vive en este pueblo me ayudo con la decoración, respondía la castaña.

Jun y Yayoi, se han convertido en grandes amigos, ¿verdad?, dijo Tsubasa.

Sí, es cierto, aunque Taro, Genzo, Ryo, Yukari y los demás siempre están pendientes de ti y de mí, respondió Sanae sonriendo.

Sí, es cierto, están tan pendientes que se enteran de todo, dijo Tsubasa sonriendo, haciendo una pausa para decir sonriendo: Si Jun, Yayoi, tú ni yo, les dijimos nada de que viviríamos los dos juntos para aminorar los gastos de nuestra estancia en Tokio, ¿Cómo es que toda la selección lo sabe?

Pues no sé cómo pudieron enterarse, Jun y Yayoi son muy discretos, ellos jamás hubieran mencionado que compartiríamos piso en Tokio, dijo Sanae sonriendo.

¿Entonces quién pudo haberles dicho?, respondía Tsubasa.

¿Te incomoda que sepan que estamos viviendo juntos?, dijo Sanae con nostalgia.

¡Eh¡ no, claro que no, no es eso, es solo que me da curiosidad, respondió Tsubasa, haciendo una pausa para decir: Además no quiero que malinterpreten las cosas.

¡Ah¡ es por eso, no te preocupes, yo ya me encargue de aclarar ello mediante el chat del grupo, dijo la castaña.

¿Aclarar?, respondió Tsubasa.

Si, les dije que no piensen mal, que si estamos viviendo en el mismo piso es porque nos resulta más económico un piso compartido a uno solo, además les aclare que nuestro piso cuenta con habitaciones separadas, decía la castaña.

Bueno, ya olvidemos ello, ya me dio hambre, respondió Tsubasa.

Pues bajemos a comer, aún no he comprado nada para la despensa, pero sé que en el edificio en la parte baja, hay un restaurante donde preparan comida deliciosa, respondió la castaña sonriendo.

Horas después:

Una castaña se despedía con un beso en la mejilla de su amado, antes de ir a su habitación.

Hasta mañana, dijo la castaña.

Hasta mañana, respondió Tsubasa llevando su mano a su mejilla, mientras pensaba: ¿Abra sido buena idea compartir piso con ella?

Al día siguiente:

Un par de jóvenes desayunaban presurosos en el restaurante del edificio mientras platicaban.

Hoy me encargo de llenar la alacena, decía la castaña.

Me gustaría acompañarte, pero ya vez desde hoy empiezo mi curso de entrenador, respondía Tsubasa.

Lo sé, no te preocupes, a la salida de mis clases, quede con Yayoi para que me acompañe hacer las compras, decía la castaña, quedándose callada repentinamente.

Sany, ¿qué sucede?, dijo Tsubasa.

El señor Katagiri, ya vino por ti, respondió la castaña, mientras el mencionado se acercaba a la mesa.

"MI LUZ"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora