Capítulo 22: "Unos días para recordar: Parte I"

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Una bella castaña que se encontraba en la tribuna, cerca de la barra oficial del Sao Paulo, tenía el rostro cubierto de lágrimas de la emoción tras el extraordinario gol anotado por su amado, hace escasos minutos, gol que convertía al equipo de su novio en campeones nacionales de la liga Brasileña, gol que colocaba a Tsubasa como goleador de la liga junto a Carlos Santana, el extraordinario jugador del equipo contrario, con quien había tenido durante el partido, muchos roces y también demostración de talento de ambas partes.

Ganaste Tsubasa, ganaste mi amor, sabía que lo lograrías, eres extraordinario, decía la castaña mientras agitaba con todas sus fuerzas una banderola, al tiempo que en el campo de juego su amado, dirigía su mirada hacia el lugar donde estaba su novia, y con los dedos de sus manos formaba un corazón, sin notar que desde un palco una peli roja veía todo con ayuda de unos binoculares.

Ganaron, ganaron Zoe, decía una emocionada Catalina.

Era de esperarse, aunque Santana es muy bueno, pues Tsubasa es mucho mejor, decía Zoe con cierta molestia en su voz, mientras pensaba: ¿Por qué hace eso?.

La peliroja siguió con ayuda de sus binoculares hacia el lugar donde Tsubasa aparentemente miraba y su rostro empezó a tornarse molesto.

Parece que estuvieras molesta, decía Catalina, haciendo una pausa para decir al ver el rostro de amargura de su amiga: Si, si estás molesta, ¿por qué?, ¿sucede algo?.

¿Cómo consiguió entrada?, ¿cómo puede estar en ese lugar que es asignada para la solo para la barra oficial?, decía furiosa Zoe.

No comprendo Zoe, ¿a qué te refieres?, respondió Catalina fingiendo desconocimiento.

La estúpida noviecita de Tsubasa está aquí, junto a la barra oficial, como demonios consiguió un lugar así de exclusivo, es más ya no habían entradas desde hace tres días, dijo Zoe arrojando sus binoculares al piso.

Zoe cálmate, cálmate, te puede hacer daño, decía Catalina.

De seguro Tsubasa ya la vio, pero tengo que impedir que se vean, voy a decirle a mi tiito que les pida a todos sus jugadores que una vez que se duchen y cambien vayan derechito al bus, respondió Catalina, sin responder a las palabras de su amiga, al tiempo que se dirigía hacia la puerta.

Zoe, no podrás evitar que se encuentren, si ella está aquí es por él, y si él ya noto su presencia, lo más probable es que se las ingenie para verla, antes de que vaya al bus, decía Catalina lo más calmada que pudo.

No la verá, no la verá, dijo Zoe antes de salir del lugar.

Zoe, amiga, decía la otra peli roja mientras echaba a correr tras su amiga.

En tanto: "En el campo de juego"

Un moreno estrechaba la mano de Tsubasa mientras decía: Eres muy buen jugador, ganaste de manera merecida, hiciste una de mis jugadas tuyas, sin duda eres extraordinario, no había conocido a alguien así, y no sabes cómo me alegra haberte enfrentado, porque me da ánimos para seguir mejorando y el próximo torneo ganarte.

Tú eres extraordinario, y tú jugada me pareció increíble por ello quise ver si me salía y lo intente, por suerte anote con ella, el enfrentarte me hizo darme cuenta que hay muchas personas talentosas en el mundo, por ello yo también seguiré entrenando, tengo que seguir perfeccionando mi juego, no puedo conformarme con lo que hasta ahora he logrado, y con lo que respecta a haber ganado la final, pues en un encuentro de fútbol solo hay un solo ganador, y ello no significa que los jugadores del otro equipo sean malos jugadores, porque hoy vi gente super talentosa aquí, respondió Tsubasa con calma.

Sí ello es cierto, acoto Santana, al tiempo que otro joven decía: Tsubasa hay que alinearnos para la premiación.

Sí, respondió Tsubasa.

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