DRÁGONO. El rey dragón © ¡YA A LA VENTA!

CAPÍTULO FINAL Axel

Dedicado a ti, bella. Gracias por estar atenta a los capítulos, a la historia y por tantas palpitaciones bien intensionadas a mi corazón. Gracias también por la increíble ilustración. @NanaHale 

...

—¡Avancen! —escucho gritar a Hold, quien encabeza a sus hombres montado en un caballo blanco, que de igual manera porta una armadura mediana que cubre su lomo de las estocadas laterales.

Draco había destruido el fuerte, lo había dejado en ruinas en pocos instantes y lo último que supe de él era que se había elevado en los aires y se había desplomado en la tierra nuevamente para pelear al centro de la batalla, en el corazón mismo de las líneas enemigas.

No podía verle claramente, sólo cuando se prendía en llamas y observaba cómo acababa con los hombres que se ponían en su camino.

Yo corro hacia las ranuras de los escudos y hago que mi caballo salte la barricada de soldados caleses para seguir peleando con mi espada, mi caballo se lleva a varios hombres con las patas, mas eso me permitiría abrir el paso a mis hombres. Me siguen Marcus y los estudiantes del Oráculo, entre ellos está William Barock, que pasa la barricada cortando cabezas con sus espadas extendidas.

—¡¿En dónde está, Draco?! —me pregunta William a gritos, sigue atestando con su espada en cualquier soldado que se acerca a él.

Desde esta distancia no logro distinguir en dónde se encuentra Draco, sólo sé que está al este, ya que el humo se deriva en esa dirección precisa, señal de que hay fuego extinguiéndose con la ligera llovizna que comienza a caer sobre nuestras cabezas.

Busco con la mirada en la longitud del terreno. Los hombres de Ariana no estaban preparados para pelear, muchos de ellos ni siquiera habían alcanzado a disponer de su armadura completa y eso de cierta manera los hacía empequeñecer ante un ejército que los esperaba cual cazador agazapado en los arbustos.

La llovizna se convierte en diluvio en pocos instantes, se difunde por encima de nosotros, trayendo consigo un temporal constante que inundaba mi casco. Este era el clima de Goll, esto era Goll.

Las gotas se desplazaban por las verjas que dejaban al descubierto mi rostro y en ocasiones debía escupir agua por la boca para no sentirme sofocado, una mera manera de mantener la calma y el ritmo de mis palpitaciones para así hacer frente a la ofensiva.

Como había predicho mi amigo, Ariana lo debió creer muerto después de asesinar a Elena. Esperaban que Goll estuviese retorciéndose en el sufrimiento ante la pérdida de sus monarcas y hundido en la inestabilidad de un pueblo que se ve sin su líder. Ni por un segundo se les atravesó por la mente creer que estaríamos más que preparados para atajarlos en sus camas, justamente después de haber vencido al ejército gollense que resguardaba el fuerte Drognock, con todas las reservas alimentarias de casi dos años.

Una llama se aproxima al suelo, este tiembla ante el contacto con la explosión que hace en la superficie. Draco volaba bajo, a unos metros de distancia y disparaba su llamarada a algún punto especifico. Señalo en esa dirección, llamando la atención de Will, que alza su espada y les indica al resto que debemos seguir, que debíamos palear junto a Draco.

Yo me abro paso con la espada, algunos de los chicos atestan desde atrás con sus arcos a algunos cuerpos que se interponían en nuestro camino, eran expertos tiradores móviles, ya que disparaban desde lo alto de sus caballos atestando en el blanco, inclusive si el animal siguiese avanzando a todo galope.

Marcus me dio alcance, desesperado por ir al encuentro con el dragón y ayudarle directamente. Esto era algo que no teníamos previsto, ni siquiera se planteó tal situación con mi amigo, sólo fue algo que Lara nos especificó: «Sigan adelante y ayuden al dragón», fue lo que dijo antes de seguir el curso de su batalla y se perdiera de nuestra vista. Sus estudiantes parecían saber de qué hablaba ya que no preguntaron más, todos se subieron a los caballos y comenzaron a galopar, por lo que me vi, tras un segundo de reacción, corriendo en la misma dirección. Todos trataban de encontrar a Draco, todos veían en todas direcciones y figuraban su estela de llamas a la distancia.