32. Niñas malas.

623 56 3
                                    

Bajé del automóvil con dificultad, rechazando la ayuda del chófer, pero agradeciendo el gesto de todas maneras.

Caminé a pasos lentos y torpes, conteniendo la mueca de dolor que mi pie lastimado me causaba.

Estaba cansada, mi cabello era un desastre y las bolsas bajo mis ojos eran una clara evidencia de que la noche anterior no fue nada buena.

Apagué mi móvil antes de entrar, caminando con la mirada gacha evitando a toda costa cruzarme con la de los demás.

No estaba de buen humor, y parte de la culpa era de Jaebeom por la situación que se dio en el baño; y la otra parte era mía.

La presión en mi pecho me impidió conciliar el sueño, y todo se debía al constante pensamiento de que, nuevamente, había hecho lo que el quería; ignorando mis propios deseos.

Me maldecía por ser tan estúpida y no poder ponerle un alto de una vez por todas.

¿Pero qué le podría hacer?

El decir "No" se había vuelto una condena, y yo era demasiado cobarde como para enfrentar lo que me deparaba al intentar poner límites.

Y creo que, el ser cobarde, fue la condena que yo misma me puse.

Pero como ya había mencionado en repetidas ocasiones; estaba cansada. Cansada de la situación, de Jaebeom y de mi misma.
Y no me sentía lista para buscar una solución sin perder la poca estabilidad que me quedaba.

Pasé mis manos por mi cabello, tirando de ellos con intención de pensar en otra cosa que no sea en toda esa mierda que mi cabeza cargaba.


-Ojalá existiera una manera para apagar mis pensamientos aunque sea por un rato-Murmuré en voz bajita mientras me acercaba al salón.

Solté mis cabellos y me dispuse a abrir la puerta, escuchando unos pasos apresurados aproximándose hacia mi.


-¡Violetita!

Mi corazón dio un vuelco y no precisamente por el susto.

-Li-Lisa... Hola.


No esperaba verla tan temprano, no compartíamos clases hasta dentro de dos horas.
Levanté la mirada arrepintiéndome al instante al verla tan bonita y radiante como siempre, sintiéndome como un sucio escarabajo en comparación.


-Yo...-Pensé en una excusa para salir huyendo de ahí y encerrarme en un baño hasta que ella se olvidara de mi presencia.

-¿Tienes algo importante? ¿Una clase o examen?-Preguntó sin darme oportunidad a pensar en escapar.

Desvié la mirada hacia un costado, tratando de recordar las clases del día de hoy.


-No...-Respondí finalmente, volviendo a mirarla-¿Por qué preguntas?

Mi respuesta pareció aliviarla, haciendo que la intriga creciera en mi.

-¿Quieres salir conmigo?

Abrí los ojos de par en par, sintiendo como todo el calor de mi cuerpo se agolpaba en mis mejillas.
De manera inconsciente llevé mis manos a mi rostro, notando lo caliente que se encontraban.

La pelirroja me miraba entre atenta y divertida, posiblemente mi cara parecía un tomate.

-Eh... yo... ¿Qué? ¿Cómo? ¿Salir?... ¿Contigo?

Soltó una risita antes de tomarme por los hombros y apretujarme contra su pecho.

"Oh Dios, creo que mi cara va a explotar".


SEESAW | Lim Jaebeom | [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora