36. Primera impresión.

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La mujer parloteaba sin cesar, y yo sólo deseaba que se atragantara con su propia lengua para que se callara de una maldita vez.

Habló de su ropa, de su trabajo y la cantidad de dinero que ganaba cada vez que lograba cerrar con empresas del exterior.
Sumándole a el hecho de que se había tomado una botella de vino completa, haciendo que no solo sea difícil de soportar, sino también de entender.

—¿Tienes novio?—Preguntó de repente, cortando con la paz y el silencio en el que ni habíamos sumergido por unos cortos segundos.

Tuve que contener las ganas de mandarla al diablo, y obligarme a mi misma a permanecer en calma.

—No.

Estaba cansada.
La primer impresión que tuve de ella fue completamente desplazada luego de su segunda copa.

Había hecho ese tipo de preguntas cada cierto tiempo, queriendo indagar más sobre mi persona.
No tenía intenciones de congeniar con ella. No cuando cada palabra que salía de su boca parecía estratégicamente elegida, queriendo descubrir algo que al parecer aún no había logrado.

—¿Te llevas bien con Jaebeom?—Su pregunta me sorprendió. Pero también fue el click que mi cabeza necesitaba para que todo en ella me cerrara de una vez.

—Ni bien, ni mal—Respondí—Sólo nos llevamos.

Varias veces había incluido a Jaebeom en sus anécdotas, haciendome cuestionar a mí misma si esta mujer era algo más que una simple amiga de la familia.

—¿El nunca te habló de mí?

La sonrisa que tenía en su rostro se desvaneció al finalizar su pregunta. Ya no la notaba arrogante, hasta incluso podía jurar que el alcohol se había evaporado de sus venas por la seriedad que pintaba su rostro.

—La verdad es que no.

Mis intenciones no eran provocarla.
Jaebeom había pasado a ser alguien irrelevante en mi vida de un día para otro. Pero la respuesta había salido por si sola, y no tuve chance alguna a pensar en las consecuencias.

Cruzó sus piernas, dejando la copa vacía a un lado para inclinar su cuerpo ligeramente hacia mí.

¿Al menos sabes quién soy?

—No—¿Como saberlo? La habia visto una sola vez en mi vida. Pero nunca nadie me había hablado de su existencia y sus lazos con la familia Lim.

Mis respuestas no parecían agradarle en lo absoluto, y yo no me tomaría la molestia de retractarme.
Mi paciencia había desaparecido, y quería que notara mi desagrado hacia ella.
 

Soy la novia de Jaebeom—Comentó O al menos lo era hasta hace un par de meses. Las cosas no quedaron claras entre nosotros...

Su confesión me tomó por sorpresa, pero algo dentro de mí sabía que ella diría algo como eso.

Me encogí de hombros, restándole importancia a sus palabras ante de ponerme de pié.

—Entonces deberían aclararlo—Sugerí tomando mi teléfono, desbloqueando la pantalla del mismo antes de entrar a la lista de contactos. Había deseado que Jaebeom estuviera cerca, pero luego de escucharla hablar los primeros minutos creí que no era necesario.
Pero en ese punto estaba tan hastiada de su presencia que necesitaba que la sacaran de mi vista.

Sí quería ver a Jaebeom, lo vería. Y quizás con eso, me dejaría en paz.

—He venido aquí por eso, pero creo que se le pasó un pequeño detalle...—Comentó, dejando su frase al aire, esperando pacientemente a que yo dijera algo.

SEESAW | Lim Jaebeom | [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora