SEESAW | Lim Jaebeom | [COMPLETA]

39. Pasado.

"Esto no se acaba aquí, Jaebeom".

Fue lo que dijo, luego de destruir la habitación y marcharse con la frente en alto. Dejando en claro que volvería, y terminaría de arruinar mi vida de una vez por todas.

Estando solo en la habitación, me permiti tener un momento a solas. Para pensar y procesar todo lo que había sucedido.

Nunca me creí capaz de enfrentarla. Y sin embargo lo había hecho. Pero eso no era algo que me hiciera sentir orgulloso...

Porque tenía la sensación de que una gran tormenta se acercaba, dispuesta arrasar con todo lo que se atravesara en su camino. Un gran desastre que se pudo haber evitado si tan solo no hubiera caído en la desesperación.

Mi cabeza me dolía de tanto pensar en que es lo que podría llegar a hacer. Y junto a la jaqueca, la angustia me golpeó de lleno. Devolviendome a la cruda realidad.

Yo no era un héroe valeroso que se enfrentaba a todos en nombre del amor. Era un idiota impulsivo, que hacía las cosas sin pensar en las consecuencias. Y siempre había sido de esa manera.

Me pasé las manos por el cabello y el rostro, deteniendome antes de bajar hasta mi cuello al sentir ardor en ciertas zonas.
Suponía que Hyeon me arañó cuando intentó besarme.

Pero el dolor que sentía en la piel no se comparaba en nada con el dolor que me provocaban mis propios pensamientos.

El fresco recuerdo de sus ásperos labios sobre los míos provocó que todo mi cuerpo se erizara. Seguido de una sensación nauseabunda al recordar el sabor amargo de su beso.

Aún me parecía irreal todo aquello. Se sentía como un mal sueño.

¿De donde sacaba el valor para presentarse en mi casa y actuar cómo si nada?
 

¿Cómo podrías decirle a alguien que lo amas después de haberle hecho tanto daño? 

O peor aún...

¿En qué mente cabe la idea de usar las debilidades de la persona que supuestamente amas para hacerlo sentir aún más miserable?

No sabía que es lo que pasaba por la mente de mujer. Si me veía como un capricho o algo más. Lo único que sabía era que sin importar lo que haga; siempre tendría efecto en mi.

Porque ni bien cruzó el umbral de la puerta, volví a sentirme tan asustado como me sentí desde que decidí alejarme de ella.

"Estas sucio, Jaebeom ¿Crees que alguien querrá a alguien como tu? Das lastima, deberías estar agradecido de tenerme".

Las palabras que decía en el pasado atravesaban mi corazón como un cuchillo afilado.
Incluso si sólo se trataba de un recuerdo... dolían.

—¿Jaebeom?

Pero antes de hundirme. Aquella voz suave llegó a mis oídos. Recordandome la razón por la que decidí enfrentar aquello.

Se acercó a mí, a pasos lentos, quemandome la cabeza con sus ojos curiosos. 

—¿Qué... pasó aquí?—Preguntó, observando asustada el desastre que Hyeon había dejado antes de irse—¿E-stas bien? ¿Te hizo daño?

Su pregunta tan tonta como inocente me provocó ganas de reír. Me sentía como la mismísima mierda.
Pero no podía reclamarle, ella no era consciente de lo que aquella mujer provocaba en mí.