19. Felicidad.

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La noche había avanzado con rapidez y ni siquiera fuimos concientes de aquello hasta que vimos la hora reflejada en el reloj que colgaba en la pared.

Violet chilló, gritó e incluso me tiró del pelo cuando vio que no tenía intenciones de irme.
La abracé aún más a mi, tapando su boca con una de mis manos cuando empezó a insultarme por ser un flojo.

—¿Puedes callarte un momento?
—Pregunté entre risas, observabando como Violet trataba de sacar inútilmente mi mano de su rostro.

Negó con el ceño fruncido, pellizcando la piel desnuda de mi abdomen y riéndose aún con su boca cubierta cuando un chillido demasiado agudo se escapó de mis labios.

—¿Por qué hiciste eso? Tontaaa, me dolió—Me quejé mientras pasaba mi mano por la zona donde sus dedos había presionando.

—Porque es tarde y solo faltan un par de horas para que vaya al instituto—Alejó mi mano de su rostro, tratando de levantarse.

Negado a eso, me di media vuelta, quedando sobre ella.

—Podrías faltar y quedarte durmiendo conmigo.

—Ni loca, menos en este sitio.

Reí ante su comentario, recostadome sobre ella. Dirigiendo mi rostro hacia su cuello.

—En este sitio hicimos algo peor que dormir y no veo quejándote por ello—Susurré en su oído antes de pasar mi lengua por su lóbulo.

—¡No hagas eso!—Grito alejándome de un manotazo, golpeando mi nariz.

Violet había agarrado confianza demasiado rápido. Quería reírme por lo raro que se había puesto todo luego de haber hecho lo que lo hicimos.
Antes no podía pasar ni cinco segundos mirándome a los ojos y ahora las cosas habían cambiado tanto que hasta me golpeaba.

Estaba contento, estaba demasiado feliz. 

Los malos pensamientos con respecto a nuestra extraña relación habían desaparecido y tenía la sensación que no volverían en un largo tiempo.

Pero nunca me fue bien en las apuestas. Y me asustaba apostar a lo que creía seguro.

Pero también, estaba negado ante otras posibilidades.

¿Estaba mal creer en el "quizás"?
Si.

¿Llenar mi pecho de esperanzas era jugar a la suerte de nuevo y que nada resultara como yo esperaba?
Por supuesto que sí.

¿Era un idiota por dejarme engatusar por la fantasía de que algún día estaríamos juntos?
Definitivamente, era un idiota.

Pero era un idiota que empezó a hacerle caso a lo que su corazón decía y dejó de lado las inseguridades que lo agobiaban.

Porque me sentía bien, me sentía bien cuando sus gritos reclamandome que teníamos que irnos inundaban la habitación.

Saltaba de alegría cuando su risa era provocada por mi y las cosquillas que mis dedos dejaban sobre su piel.

Podía jurar que tocaba el cielo cuando sus ojos se cerraban antes de acercar su rostro al mío y dejar un suave beso sobre mis labios.

Me enojaba cuando me pedía que nos vayamos, pero volvía a sonreír como idiota cuando un "podríamos dormir juntos" se escapó de su boca, dejando que sus palabras aterrizarán sobre la mía.

—¿Dormiremos juntitos, abrazaditos, pegaditos?—Pregunté en varios tonos más agudos que mi voz, imitando inútilmente a un bebé mientras pegaba mi mejilla a su pecho, restregandome como si de un felino se tratara.

Sentí como su cuerpo vibraba por la risa, seguido de sus manos subiendo lentamente por mi espalda hasta detenerse en mis hombros.

Me alejó un poco, volviendo a acercarse a los pocos segundos cuando pegó su frente con la mía.
Nuestros ojos volvieron a encontrarse por milésima vez en la noche, pero a diferencia de las anteriores, podía ver como el brillo de felicidad que estos desprendían opacaban por completo aquello que tanto mal me hacía.

Ya ni veía odio, ni lastima.
Me veía a mi mismo, siendo feliz junto a ella.

—Mientras no te pedorrees en mi cama podrás dormir conmigo todas las veces que quieras.

Las mariposas que sentía en el estómago decidieron suicidarse cuando escucharon lo que la pequeña comentó.
Pero lejos de sentirme mal, me sentí aún más contento.

Ella comenzaba a sentirse libre conmigo, y me encantaba.

Pellizque su seno con fuerza, iniciando de nuevo una guerra de insultos, golpes, gritos y besos de por medio.

Sintiendo después de mucho tiempo como mi ser se llenaba nuevamente de esa luz que hace tiempo creí haber apagado.

Apostar a lo que creía "lo seguro" no me pareció tan malo.
Pues en ese momento, sólo me sentí listo para darle todo lo que tenía de mí.

Y si eso significaba que parte de mi pasado fuera revelado para demostrar que eso que sentía era en serio, estaba dispuesto a correr el riesgo.

Porque en sus brazos encontré aquello que muchos suelen llamar "el lugar feliz".












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AMIXES, DISCULPENME LO IRRESPONSABLE

pero admin estuvo de joda y arrastro la resaca por una semana

Pero después de la party comencé a arrepentirme de las decisiones que tomo bajo los efectos del fernet y unos buenos cumbiones 😔✌

Me da un poco de vergüenza, este capítulo casi no tuvo edición y no sé si va acorde a la "nueva" historia.
Pero prefiero esto antes que nada jajajajaja

Ojalá les guste y sepan disculparme jajajajaja

Prometo ponerme las pilas... a partir del año que viene ahre

SEESAW | Lim Jaebeom | [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora