58. Sacrificio.

225 37 20
                                    

—¿Hacerte sufrir?... ¡¿EN SERIO TU ME DICES ESO?!

Mi cuerpo entero vibró ante su grito, y por un momento, hasta temí por mi vida.

Era idiota temer ahora, después de todo había decidido poner mi vida antes que la de Vi.
Pero si moría, Violet quedaría desprotegida, a merced de esas personas.

Y no podía permitirlo.

—Antes de matar a esa mocosa, primero me encargaré de ti... así aprenderás de una vez por todas que meterte conmigo es un pase directo al infierno.

—Tu eres el infierno materializado en persona—Brame entre dientes—Y ya me quemé mucho por ti...

—Bien...

Con una seña de manos el hombre se acerca, golpeando mi rostro con la palma de su mano antes de empujarme contra la pared.

Apoya su codo contra mi espalda dificultando mi respiración, intento moverme para deshacerme de la presión.

Pero me detengo cuando siento como Hyeon se acerca a mi.

Observo por encima de mi hombro y logro divisar un juego de llaves en las manos de la fémina.

Iba a soltarme. Que estúpida...

—Romperte los dedos será más fácil de esta manera. 

—¿Estas segura de eso?—Pregunta el hombre—¿No crees qué—

—¿Cuando pedí tu opinión?—Pregunta de mala gana, interrupiendolo—Sólo haz lo que te digo.

No muy convencido, su compañero acata la orden de Hyeon, tomándome de los brazos para evitar que me moviera.

Una gota de sudor recorre mi rostro, siento como todo el lugar se inunda de un silencio en donde sólo oigo el momento en el que matón introduce la llave.

Mi sangre hierve, en mis ojos sólo se ve una inminente rabia hacia los individuos que se encontraban detrás de mí.

Y un deseo, sólo un deseo recorre por mi mente en este momento.

Oigo ese hermoso sonido del "click" del candado al momento de abrirse, un sonido que representaba un mínimo de esperanza para ejecutar un plan demasiado macabro, pero acorde a la situación.

Y sonrio al sentir, en ese micro segundo, como mis manos se liberan de las cadenas que me contenían.

Es ahora. La oportunidad que nunca esperé que llegara: llegó.

No doy tiempo a reacciones, era sólo un instante, una milésima de segundo entre las esposas soltándose de mis muñecas y el matón dándome vía libre para moverme.

Doy un rápido giro en cuanto siento que ya nada me inmoviliza, usando la sorpresa de Hyeon como oportunidad para atacar, enredando mi brazo en su cuello y el otro en su cintura.

No me sentía en mis casillas...

Y tenía la sensación de que jamás volvería estarlo.

En estos minutos... o horas aquí, perdí la poca cordura que me quedaba. Me sentía enfermo por el  odio que sentía hacia la persona que ahora, se encontraba rodeada por mis brazos.

Los papeles habían cambiado.

Un sentimiento asesino se apoderó de mí, un sentimiento que las personas aquí escarbaron hasta encontrarlo en lo más profundo de mi ser.

Estaba convirtiendome en un monstruo.

Y ese mounstro ganaba más poder cada vez al ver a Violet tirada a un costado en el suelo, con su rostro y cuello marcados por las mundanas manos de la mujer que sostenía entre las mías.

SEESAW | Lim Jaebeom | [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora