Al llegar al final de aquel pasillo, el espanto.
Me sentí -de improviso- cayendo a un pozo tan oscuro como el pasillo.
Mi caída terminó pronto y sin que me lastimara: estaba aprisionado en telas que -por lo que podía comprobar con el tacto- eran como las tejidas por arañas, pero de mucho mayor espesor.
Grité con todas mis fuerzas. El barullo de la música tapizó mis gritos y no me permitió distinguir ningún otro ruido durante un buen rato.
Durante los momentos iniciales de mi lucha por tratar de deshacerme de esas telas que se pegaban a mi piel, no pude -entonces- notar que no era yo el único que se encontraba allí. Recién pude descubrirlo cuando la música cesó -como por arte de magia- y un poderoso foco se encendió, iluminando el recinto.
Entonces oí aquellos gemidos y pude ver docenas de otros niños atrapados en el mismo tejido.
Era -realmente- una enorme tela de araña que abarcaba, de arriba abajo y de costado a costado, el gran sótano que yo había supuesto un pozo.
Apoyada sobre la abertura por la que había caído, una escalerilla que llegaba hasta el piso del sótano.
Por allí empezó a descender -unos segundos después- el Manga.
Todos los niños gritamos desesperados. La música había vuelto a sonar al máximo de su potencia, mientras el hombrecito descendía lentamente...
Nos miraba con una fascinación que le hacía brillar los ojos. Sonreía.
ESTÁS LEYENDO
¡SOCORRO! ( 12 cuentos para caerse de miedo) Elsa Bornemann
Mistero / ThrillerDesde una abuela malvada que odia a sus nietos hasta un niño-robot fabricado para explotar en su propio colegio, estos doce cuentos provocan el placer y el miedo que sólo Elsa Bornemann sabe inspirar con su literatura. Un clásico que marcó un hito e...