Rose y Scorpius duraron otros pocos segundos más abrazos, y cuando Rose se separó, tenía las mejillas coloradas. Ambos estaban conscientes de que habían montado una escena al frente de muchas personas a las cuales les gustaría saber la historia a fondo.
Y probablemente GossipHogwarts la publicara más tarde.
Ella no sabía que hacer, alzó su mirada y vio a sus primos, James tenía una sonrisa burlona de oreja a oreja. Albus también sonreía, al igual que Alice, mientras Hugo tenía el celo fruncido, como si le pareciera raro que Rose hubiese abrazado a Scorpius.
Scorpius notó la incomodidad de Rose, y la jaló de la mano fuera de la sala. Ellos dos tenían muchas cosas de las que hablar, y este era el momento perfecto.
—¿Ahora no dirás nada?—pregunto Scorpius, una vez estuvieron fuera de la sala.
Rose se removió, incómoda. Era como si en ese momento todo fuese distinto.
—Estoy esperando que tú digas algo—respondió.
—¿Qué quieres saber?
—¿Desde cuándo?—le preguntó. Ella tenía en claro que sus sentimientos hacia el eran desde hace mucho, pero no sabía desde cuándo él sentía algo por ella.
—Bueno...creo que desde hace mucho—dijo—no sé exactamente desde que momento.
Rose asintió levemente. Ella si sabía desde que momento él comenzó a gustarle. Fue en navidad, hace algunos años.
Scorpius para ese entonces tenía su cabello rubio un poco más largo de lo usual, solía usar únicamente camisas blancas o negras, y era la persona más dulce del mundo con ella.
Le encantaba.
—Creo que tú me gustas un poco desde tercer año...cuando fuiste a casa de Albus por navidad—dijo ella—aunque nunca lo quise aceptar.
Scorpius sonrió, pero no era una sonrisa burlona. Transmitía ternura, e hizo que a Rose le latiera el corazón más rápido.
—Esas navidades fuiste un poco cortante conmigo, Rosie...
Lo sabía. Esas navidades había visitado mucho a Albus porque su mamá a casa rato iba a hablar con su tío Harry por asuntos del ministerio. Cada vez que veía que Scorpius seguía allí soltaba comentarios cortantes o se iba. Albus decía que estaba loca, Scorpius no la entendía, y ella solo no quería que su corazón latiera más rápido cada vez que lo veía.
Esas vacaciones había pasado de tratar a Scorpius de una forma amable y tierna a una más alejada.
No podía dejar que Scorpius le gustase, todo en ellos decía claramente que no.
—No quería aceptarlo...—se encogió de hombros—no pensé que llegaríamos a este punto.
—Iba a decírtelo, lo juro. Me refiero a decírtelo sin necesidad de peleas...pero, bueno.
Rose frunció el ceño.
—Pasó lo de Aaron—completó ella, y Scorpius asintió.
—¿El en serio te gustaba?
Rose negó. Nunca le llegó a gustar Aaron. Por un momento quiso obligarse a qué le gustará, para olvidarse de Scorpius, pero eso nunca pasó.
—Él era amigable...o al menos lo fue las primeras semanas—respondió ella—pero nunca me gustó. Solo quería salir con alguien...tener algo de experiencia.
—Él es un imbécil—dijo Scorpius con fastidio—me dijo que me alejara de ti.
El rubio se detuvo, y se recostó en una de las paredes del pasillo. Rose también lo hizo.
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Los secretos de la tercera generación
SonstigesUna cuenta de instagram sigue cada paso de los Weasley contra su voluntad. ¿Como reaccionarán al saber su identidad?