Kendall se recostó en el mueble. Su sala común estaba prácticamente desierta, y ella aprovechaba el silencio para leer.
Ultimamente había estado muy ocupada estudiando para los exámenes que se acercaban, Fred siempre le decía que se relajara, pero ella no podía tomarse los exámenes finales tan a la ligera.
Desearía tener la memoria fotogénica de Lysander. Así no tendría que leer el mismo libro una y otra vez para intentar aprenderse un párrafo.
Había acordado verse con Fred después de la cena, a la que por cierto, ella no asistió. No tenía hambre, y decidió quedarse a seguir leyendo.
Se sorprendió cuando vio a Fred entrar, debido a que lograr entrar a la sala común de Ravenclaw no era muy fácil.
Cuando Lily quería visitar a Lysander, Lorcan o a ella, la mayoría de las veces tenía que esperar que algún estudiante descifrará el acertijo para poder entrar. Por esa razón Lily no solía frecuentar la sala común de Ravenclaw.
Fred la encontró con un libro en sus piernas, y otro abierto en el sofá. Supuso que estaría estudiando, y eso que los examen serían en un mes. Le gustaba que Kendall se preocupara por sus estudios, pero no era tan necesario preocuparse tanto justo ahora.
—Sí es necesario—dijo ella, bostezando y agarrando las tostadas que Fred le ofrecía.
Fred esperó a que Kendall terminará de comer para hablar.
—Hoy fue un día agotador—contó él. Kendall se acomodó en el sofá, con interés.
Había pasado un mes desde las vacaciones de Pascua, y las cosas seguían siendo casi iguales para Kendall.
Aún no hablaba con Lorcan, y eso era algo que no sabía Fred.
Sí, lo había mencionado, pero cuando el intentó hablar de ese tema, ella decidió cambiar el rumbo de la conversación. Y Fred entendió que Kendall no quería hablar de ese tema.
Extrañaba a Lorcan, y si no fuese porque los dos eran unos malditos orgullosos, ya se hubiesen hablado desde hace un rato.
—¿Qué pasó?
La verdad era que no estaba muy interesada en saber del día de Fred porque estaba muy cansada, pero él había ido hasta allí con la esperanza de hablar con ella sobre su día, y no era tan mala persona para decirle que no le interesaba.
—Estamos terminando de hacer las cosas que están en nuestra lista de cosas que debemos hacer antes de graduarnos.
Su graduación.
Ese era un tema del que no habían hablado, y era algo bastante serio.
No era un secreto que él se iría, y ella tendría que quedarse en Hogwarts por otros tres años. Lo que significaba que solo podrían verse en vacaciones, con suerte.
Pensar en la graduación de Fred era agridulce. Desde el comienzo de la especie de "relación" que ambos tenian supo que no sería para siempre, pero cuando comenzó a enamorarse de él, quiso creer que el tiempo no pasaría tan rápido, y que podría aprovechar los meses que le quedaban a Fred en Hogwarts. Pero parecían que las cosas estaban llegando a su final.
Comparado con su inicio, ahora las cosas eran distintas.
Kendall no quería pasar sus tres años en Hogwarts esperando para ver a Fred en vacaciones de navidad o en el verano. Quería disfrutar su tiempo en Hogwarts, salir con sus amigos, embriagarse sin tener que dar explicaciones al otro día. Quería tener muchísimas más aventuras. Al fin de cuentas, apenas tenía 15 años, y él cumpliría los 18 en unas semanas. No era mucha diferencia, pero lo que si sabía era que Fred había disfrutado su tiempo en el castillo, antes de comenzar a tomar las cosas en serio. Y ella estaba en todo su derecho de hacerlo.
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Los secretos de la tercera generación
RandomUna cuenta de instagram sigue cada paso de los Weasley contra su voluntad. ¿Como reaccionarán al saber su identidad?