PRÓLOGO

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Sasuke Uchiha había presenciado en primera fila lo que era vivir una vida entre guerra. Desde la destrucción de su clan hasta la última guerra ninja, su vida era un verdadero holocausto. Cayó en la oscuridad entre los tristes sentimientos de venganza y odio para obtener poder.

Sin embargo...¿Qué era el verdadero poder en el mundo ninja? ¿Fue el odio que lo consumió? ¿O sus días en la aldea de la hoja?

Si entre la sangre y muerte es posible encontrar respuestas, Sasuke las había descubierto.

El verdadero poder surge cuando quieres proteger a alguien preciado. La aldea y el equipo 7 eran su hogar, ahora finalmente lo entendía.

La gran puerta de Konoha estaba abierta aquella mañana inusualmente soleada. El lugar donde se despediría de nuevo.

El Uchiha miraba atentamente al sexto hokage escuchando lo que este le decía.

-Normalmente deberías pasar toda la vida en prisión, sin embargo la razón por la que no estás en esa situación es por mi posición de sexto hokage y por Naruto. No lo olvides-explicó Kakashi- No hagas ninguna locura que yo asumí toda la responsabilidad.

El azabache y el peliblanco se miraron mientras el viento pasaba por los arbustos de Konoha. Ambos recordando quizás esos días donde eran maestro y alumno.

-Lo haré. Gracias- respondió Sasuke con un asentimiento.

Sakura, la cual se encontraba al lado del hokage, dirigió su mirada al Uchiha y mencionó:-¿Por qué no esperas un poco? Lady Tsunade pronto terminara el brazo artificial.

-No, quiero ver el mundo ninja. Ver todo lo que he estado ignorando.-contestó Sasuke.

Sakura calló por un instante, con nerviosismo y con un sonrojo en sus mejillas, preguntó:-¿Y yo puedo ir contigo?

La pelirosa desvió la mirada un par de segundos para luego posarla sobre el chico de capa negra. Deseaba acompañarlo en ese viaje, no quería que Sasuke tuviera que cargar todo solo. Aunque ese deseo sea algo egoísta, una petición para que ella sea feliz.

El pelinegro se sorprendió al principio, aun así no dejo que su reacción se notara.

-Este viaje es para expiar mis pecados. No tiene nada que ver contigo.

-Nada que ver...-repitió Sakura con decepción.

Kakashi Hatake quiso sonreír detrás de la máscara. Sus alumnos habían crecido de una forma inusual, aunque algunas costumbres no cambiaban.

Los había visto desde niños y le pareció nostálgico verlos a ambos. Una situación que parecía ya repetida, como las veces que Sakura quería acompañar a Sasuke a casa.

El pelinegro se acercó a la chica y con dos de sus dedos golpeó delicadamente la frente de Sakura.

Aquel gesto que heredó de su hermano Itachi, tenía un significado mayor incluso más que un beso. Se sentía así para los dos. Para Sasuke era un símbolo de protección y una promesa.

La pelirosa se sonrojó y no pudo evitar ver los profundos ojos del azabache.

-Te veré la próxima vez y... Gracias.

Después Sasuke Uchiha empezó su nuevo viaje. Esta vez no era por odio o venganza ni por el dolor de una pérdida importante.

Ahora era para proteger la aldea y descubrir las cosas que no había visto.

El viaje era para cuidar a los que apreciaba. Por Sakura y su hogar.

Tanto Kakashi como Sakura quedaron sorprendidos por el gesto del Uchiha.

Mis alumnos han crecido, pensó el actual hokage, me estoy haciendo viejo.

La pelirosa sostuvo su frente unos segundos, parecía que aún podía percebir el cálido tacto de su amado.

Con una gran seguridad se prometió que la próxima vez que lo viera él tendría un lugar a donde volver.

Y sobre todo una persona que le diga: -Bienvenido de vuelta, Sasuke.

Te veré la próxima vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora