🎶Sé mi esposa🎶

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SASUKE

Sakura caminaba alegremente, mientras yo la seguía unos pasos atrás.

-Pensé que te quedarías en el hospital.

-¡Ino no me dejó!-exclamó con enfado- Dijo que por una vez pensara en mi vida amorosa o iba quedarme soltera de por vida. ¡Maldición! ¡Está tan feliz solo por que Sai ya le pidió matrimonio!

Se veía realmente molesta y frustrada. Intuí que durante años ella se había acostumbrado a la vida dentro del hospital, le fastidiaba no poder hacer nada.

-Sin embargo, últimamente la aldea es más pacífica e Ino se la puede arreglar sin mí... Me alegra que la paz por fin se sienta.

Su expresión cambió y sonrió plenamente, feliz del progreso que encontró mientras no estaba.

-¿Qué quieres comer, Sasuke?

-Cualquier cosa.

-Tengo tomates.

-Lo recuerdas.

Vi como su cuerpo entero se estremecía y avanzó más rápido. Sakura pensaba que podía evitarme, sin embargo no lo permitiría.

-Estás huyendo-afirmé con voz serena y con paso firme.

-N-No es eso...

Puse mi mano en su hombro, sorprendiéndola. Un pequeño rastro de rosa se dirigió a sus mejillas, mientras la miraba.

Mi mano tembló brevemente y mi estabilidad parecía tan frágil en ese momento.

-Sé...-dije en un susurro casi silencioso-Yo... Ss--

Desvié la vista un momento y aclaré mi garganta. Noté la mirada curiosa de la gente al verme. El único Uchiha, el traidor, junto a la mejor ninja médico. A sus ojos mi comportamiento era inusual, pero para Sakura era diferente. La estaban juzgando por andar con alguien como yo; una persona llena de errores, pecados y un pasado tormentoso.

Alejé mi mano de ella, la escondí en mi capa y seguí avanzando, yendo unos pasos adelante de ella.

-Sasuke...

-¿Cocinarás, no?

Incluso sin verla podía asegurar que asentía con lentitud totalmente aturdida y confusa.

-Estamos cerca de mi departamento... Llegaremos pronto, Sasuke.

No dije nada en respuesta. Las palabras habían abandonado mi boca desde hace unos segundos. Mi garganta se secó y carraspeé intentando sentirme más cómodo.

Escuché que decía "Llegamos a casa", no obstante no era capaz de decir nada. Estaba sumido en mis pensamientos, inquieto por los rostros de personas que ni siquiera conocía. Por gente que debía ignorar, pero Sakura... ¿ella qué piensa de ello?

-Estás raro, cariño.

Desperté de mi ensoñación. De alguna manera me encontraba siendo observado por sus ojos jade, mientras comíamos en su mesa. Intuía que mi silencio tan tenso era seguramente el motivo de sus preocupaciones.

Repentinamente la culpa me embargó. Actuaba como un desconocido por razones sin sentido. Esta sensación era algo que no había sentido y si lo había hecho lo olvidé, inseguridad... Estaba inseguro.

-No pasa nada.-respondí dando otro bocado del miso de tomates.

Terminamos unos minutos después, absortos en un incómodo silencio.

-Visitaré a Hinata y Naruto ¿vienes, Sasuke?

-Tengo cosas que hacer.

La desilusión inundó su mirada e inútilmente trató de ocultarlo. La peli rosa no quería que me sintiera culpable por ella.

Te veré la próxima vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora