🎶¿Te veré mañana?🎶

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SASUKE

-Así que, resolviste un gran problema en la frontera y destruíste un intento de resurgimiento de Akatsuki, ¿verdad?

-Exactamente, Kakashi-respondí con seriedad- Ese resurgimiento no fue inconveniente fue hecho por ninjas fanáticos, no se preocupe, hokage.

-Muy bien, Sasuke, ese fue tu reporte de los últimos meses... Me pregunto por que no mandaste un halcón esta vez...

El sexto hokage entrelazó sus dedos mirándome y analizando mi posible respuesta. Desde mi posición podía ver como sus ojos me desafiaban, a pesar de que el resto de su rostro estaba cubierto, claramente podía intuir que sus gestos eran igual de amenazantes.

-¿Querías volver a la aldea, no? Reconoce que extrañabas Konoha, Sasuke.

-Hmp...

Ese gesto me salvaba en situaciones como esas, sin embargo intuía que no sería suficiente para el legendario ex-ANBU.

-A veces puedes ser desesperante, Sasuke-exclamó Kakashi dejándose caer en su asiento de hokage- Pobre de Sakura...

-¿Sakura? ¿Pasa algo con ella?

El peliplateado puso su atención en mí y sonrió detrás de la máscara. Pude ver su mirada triunfante sobre mí y al instante comprendí la razón.

Astutamente tan solo con una pregunta descubrió el motivo de mi regreso.

Nada mal para el hokage.

-Entonces por eso volviste ¿eh? ¿Por fin la llevarás contigo o la harás esperar?

-Sacas conclusiones con facilidad, Kakashi.

-¿No deberías respetarme un poco, Sasuke? Soy el hokage después de todo, muchacho.

Me dirigí hacia la puerta de la oficina para retirarme, sino lo hacía podría revelar más de lo que deseaba.

Pensándolo detenidamente no había venido a esta oficina desde hace mucho. Aquí también formé recuerdos inusuales junto a Sakura y Naruto. Ahora se ve un poco más moderna, pero seguía habiendo mucho papeleo por todos lados. Y siendo Kakashi el hokage este lugar parecía más lleno de trabajo.

-Espero que no llegue tarde a sus reuniones como de costumbre... Maestro.

Lo último fue para despistarlo y salir de la oficina. Lo conseguí y pude escuchar que decía "ese chico..." en una leve risa.

Al salir al exterior, noté que el cielo estaba oscuro y la noche había reinado mientras daba mi reporte.

Por un momento, olvidé la belleza de Konoha. Lo especial que era para los ninjas, con su caótica mañana y su tranquila tarde, pero con su solitaria noche.

Las calles estaban inusualmente vacías, Konoha parecía parcialmente dormida. Caminé brevemente admirando su leve cambio mientras estaba fuera. Habían más restaurantes y de a poco se estaba modernizando.

Inconscientemente me detuve frente al hospital de Konoha, seguramente Sakura estaría haciendo una de sus guardias.

Luego pensé en ella. Más que nada en la época donde intenté destruir mis lazos con la pelirosa.

Fui ingenuo al pensar que aquellos lazos se romperían fácilmente, pues en el fondo no quería destruir esas conexiones. Lo que me mantenía unido a ella a pesar de la distancia y el tiempo.

De pronto su figura se materializó frente a mí. Ella con su cabello ligeramente largo y despeinado, mientras sostenía en sus brazos una torre de papeles desequilibrada.

Sonreí sin poder evitarlo. A pesar de lo silencioso que puede ser Konoha siempre hay trabajo por hacer.

Me acerqué a su posición y tomé con mi brazo derecho una parte de los papeles que llevaba. Cuando notó mi presencia, abrió mucho los ojos y aquello me pareció gracioso.

Sonreí ligeramente y comenté: -Déjame al menos ayudarte, Sakura.

Caminábamos lado a lado hacia el hogar de mi compañera. El viento resultaba frío por estas épocas y me cuestioné si Sakura, en este momento, sentía aquel síntoma.

Ella de vez en cuando volteaba a mirarme pensando que no lo notaba. Sentir su mirada en mí, produjo un sentimiento extraño que no podía explicar.

Si pudiera creo que tomaría su mano, no obstante en ese lugar hacía falta mi brazo izquierdo. No podía hacerlo, aunque tuviera la intención.

Llegamos a su hogar y me pareció diferente. En el camino no me fijé bien en la ruta por mis pensamientos.

-Es mi nuevo departamento, Sasuke- mencionó como si respondiera a mi pregunta.

-Entiendo- contesté en una línea.

Unos segundos después, la pelirosa quiso tomar los papeles que poseía y sus dedos tocaron mi brazo por un instante.

Me pareció extraño que ella se sonrojara por ello, sin embargo no pregunté. Si lo hiciera sería incómodo.

Se despidió de mí y entró a su morada. Miré como la puerta era cerrada y me quedé allí segundos o minutos. No lo sé. Quizás esperando algo sin saberlo.

Finalmente, caminé hacia alguna posada para dormir en esta noche especialmente fría. Habían pasados largos minutos, cuando Sakura vino corriendo hacia mí con la respiración agitada por el ejercicio.

Ella había corrido para alcanzarme, como antes.

-Sasuke...-me llamó entrecortadamente-Yo...¿Te podré ver mañana?

Miré sus ojos verdes y su rostro con algunas gotas de sudor, admirando su fortaleza y fuerza.

Luego con una leve sonrisa respondí: -Sí, me verás mañana, Sakura.

Te veré la próxima vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora