La mañana iba dejando el cielo para darle paso al atardecer, ese fue un día de setiembre. Recuerdo haber visto la mezcla de varios colores: naranja, escarlata y azul. Eran los matices de un crepúsculo iluminando el cabello oscuro de Sasuke Uchiha.
Sin embargo, no fue aquello lo que llamó mi atención sino sus ojos oscuros que siempre parecían fríos. Pero, por primera vez los vi brillar no por el dolor de una venganza, sino por la esperanza. Una vida mejor y digna, una donde al menos la tristeza no lo destrozaría por completo. Nunca había presenciado tal cambio en él, jamás habría soñado siquiera tener la oportunidad de verlo.
A su lado, como una luz brillante, se hallaba una joven de cabello rosa. Sonreí al reconocerla, vi los mismos sentimientos de Sasuke en ella. La misma lealtad y cariño y el coraje. Su traje ceremonial era hermoso, con camelias y flores de cerezo adornando el bordado de su kimono blanco y rojo. La novia más bella que haya visto, sin duda.
El monje los observó en su paso por el templo. Ambos ingresaron cautelosos, mientras Sakura visualizaba el interior. Detallaba las paredes y las columnas de madera, también el centro donde un hombre de quizás cuarenta años los esperaba.
Sus manos se congelaron a medida que daban un paso más, Sakura notó el temblor que poco a poco recorría su propio brazo izquierdo. Respiró profundamente para serenarse, sin embargo no parecía funcionar.
Lamentablemente ante un hombre como Sasuke Uchiha no hay mucho que se puede ocultar, él claramente se percató del comportamiento de su futura esposa. Trayendo como consecuencia una acción que el mismo Sasuke deseaba hacer hace aproximadamente media hora cuando vio a Sakura con traje matrimonial.
Él tomó la mano de la peli rosa y entrelazaron sus dedos con fuerza. Sakura, sin poder evitarlo, transportó su mirada a la del azabache. Mientras sentía la calidez del tacto de él, también percibía lo que trataba de transmitirle.
"¿Puedes permitirme sostener tu mano? Quiero confortarte cuando tengas temor del futuro y de ti misma."
Ella, con su mano libre, acarició la mejilla del Uchiha, luego sonrió y sus ojos brillaron formándose lágrimas.
"Puedes, mientras me permitas hacer lo mismo por ti, cariño."
El monje se aclaró la garganta para que la pareja le prestara un poco de atención. Si bien a él claramente le emocionaba una boda como esta, jamás reconocería que una ceremonia solo con la presencia de los novios le resultaba interesante y muy romántica. Prefería hacer creer al Uchiha que lo hacía por razones más nobles.
Reí ligeramente al notar la mirada nerviosa de Sasuke, mientras trataba de ocultar su rostro con su flequillo. Sakura estaba igual de avergonzada, encogió ligeramente sus hombros y le lanzó una mirada de soslayo a su prometido. Ambos no estaban acostumbrados a expresiones públicas de afecto, así que resultaba divertido y tierno verlos juntos. Lo noté al instante al igual que el monje, quien no hacía más que divertirse interiormente con la situación.
Las imágenes pasaron rápidamente frente a mí.
Una promesa. En realidad, una eterna promesa.
No escuché absolutamente nada por largos minutos, no existía sonido solo tenía la vista para apreciar mi alrededor. Mi realidad.
Sasuke sonriendo. Sakura sonriendo. El monje sonriendo. Yo sonriendo. Un mundo sonriendo.
Sasuke moviendo los labios. Yo intentando hallar significado a su mirada, a sus gestos, a sus palabras silenciosas.
Te amo.
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Te veré la próxima vez
FanfictionLa primera vez que Sasuke Uchiha se fue de la aldea fue para obtener poder y luego vengarse, dejándose llevar por el odio. Dejó a sus amigos y su aldea para morir por aquella triste meta. Años después, él se iría de nuevo, pero con la seguridad de q...