🎶¿Sientes un poco de lo que yo sentí?🎶

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SASUKE

-No escaparán esta vez.

Su retorcida voz resonó por el bosque espantando a los pájaros curiosos. Takeshi Fujimoto vino por nosotros.

Me atacó primero con un kunai que esquivé con mi espada. Activé mi sharingan y me sumergí en sus recuerdos.

Vi a un pequeño niño sin malicia caminando de la mano con una niña. Ambos sonreían, pero en sus miradas se acumulaba la tristeza y mucho odio.

El niño era Takeshi. Su cabello marrón era su distintivo más fuerte.

Los niños se dirigieron a la aldea, pero sus manos estaban separadas como si temieran a algo. Como si su cariño fuera tormentoso y doloroso.

Pronto crecieron, Takeshi era un gran guerrero sin embargo la gente parecía temerle. Odio, resentimiento, soledad...

No importaba cuanto se esforzara, las personas no lo reconocían ni pretendían hacerlo.

Lo único verdadero en su vida era esa jovencita de nombre Chizu.

Su trato amable era lo que hizo que se ganara el cariño de la gente. Takeshi la miraba de lejos con una sonrisa, un gesto de amor que me sorprendió.

Hasta aquel día.

El atardecer se imponía de un rojo sangriento. Takeshi tenía la mirada más vacía que haya visto, en sus brazos grandes cortes de espadas eran visibles.

Takeshi Fujimoto era poseedor de un dojutsu muy peligroso junto a una doble personalidad, que fue creada para protegerlo del asesino de su único hermano.

-Fue él...-murmuraba-Tu padre lo hizo, Chizu, tu padre...-decía mientras lágrimas caían de sus mejillas.

Descubrió la verdad e intentó cobrar venganza. Su oscuridad era más fuerte que cualquier otra cosa.

-¡Muere, muere!-gritaba Takeshi enloquecido mientras ahorcaba al padre de Chizu.

Sus pensamientos se inundaron de momentos felices donde su hermano siempre terminaba protegiéndolo. Cuando fue asesinado, nunca lo entendió hasta ese día. Era el error de una estúpida borrachera.

Un cuchillo atravesó su espalda, Takeshi retrocedió adolorido. Aún así la herida no impidió que su mirada se llenara de odio al ver al asesino de su hermano.

-¿Por qué Chizu...?-preguntó Takeshi cuando vio el cuchillo en su mano.

-E-Es mi padre...

-¡Es un asesino!

-Tú también lo eres, Takeshi-dijo la joven con una mirada que expresaba, por primera vez, odio- Cuando mataron a tu hermano, también quitaste vidas inocentes. Eras un niño y no lo recuerdas, sin embargo con ese dojutsu asesinaste. Eres igual que mi padre, por eso las personas te detestan.

Takeshi negaba con lágrimas de ira y dolor. Eso no podía ser verdad.

Sus manos temblaron y vio sangre en ellas. Gritó por tanta impotencia y tanta oscuridad.

Después huyó mientras los aldeanos lo perseguía e intentaban asesinarlo. Pasaron dos años, decidió volver para hacerle frente a su pasado y ver a su amada.

Lo único que encontró fue más furia y odio.

De lejos Takeshi miraba a Chizu siendo abrazada por su esposo, mientras un pequeño niño jugueteaba en el jardín familiar.

Aquel lugar donde compartieron infancia, en la misma casa donde Takeshi se escabuía para verla. Allí donde las promesas fueron hechas.

Luego apareció aquel asesino con una repudiante sonrisa, viendo a su hija con su esposo y mimando a su nieto. Él era feliz, mientras Takeshi era todo lo contrario.

Entonces, los asesinó. A todos.

Quemó todo en medio de su rabia, matando sin piedad.

Dejó para el final a esa horrible familia que tanto daño le había hecho.

Antes, Chizu lo miraba con tanto amor y ahora era el resentimiento. No había lástima solo odio.

-¿Cómo llegamos a esto, Chizu?-murmuró Takeshi en su momento lúcido llorando-¿Por qué nunca fui suficiente para ti?

-No puedes amar a alguien si no lo conoces, ahora te conozco y eres un monstro-escupió con veneno.

-Nunca te conocí, Chizu, tú no mereces  amar a nadie.

La joven cerró los ojos esperando la muerte, no obstante Takeshi asesinó primero a su esposo. Aquel hombre que ella decidía amar.

-¿Qué sientes ahora?-preguntó Takeshi con los ojos desorbitados-¿Sientes un poco de lo que yo sentí?

La muchacha cayó de rodillas llorosa escuchando el goteo de la sangre sobre el suelo de madera. Estrechaba entre sus temblorosos brazos a su pequeño hijo.

-Me pregunto si tu corazón soportará perder a ese niño, Chizu.

Takeshi desenvainó la espada y se dispuso a atacar al niño, pero un frágil cuerpo se interpuso.

-¡Papá!-gritó Chizu viendo a su padre al borde la muerte.

El arrugado rostro se llenó de sangre y pronto la vida dejó de iluminar en su anciano cuerpo.

-No los mates...-suplicó por última vez el  anciano.

-No tengo tanta piedad.

La sangre derramada creaba un olor extraño al estar al contacto con el fuego. Ese aroma enloqueció, aún más, al joven Takeshi.

Chizu fue asesinada al proteger al niño.

El pequeño lloraba sin detenerse. En sus infantiles ojos había visto la muerte de toda su familia.

Takeshi totalmente inundado de ira dirigió su espada al diminuto cuerpo, sin embargo se detuvo.

Sus propias lágrimas cayeron sobre el rostro del niño, haciendo que el pequeño dejara de llorar.

Incluso viendo solo sus recuerdos, puedo decir que ambos encontraron en sus propias miradas un lugar seguro.

Después de todo, los dos eran producto de una masacre donde la antigua generación era la principal responsable.

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Nota de la autora: ¡Volví! Disculpen queridos lectores por no actualizar antes... ¡Es que les estoy preparando un especial San Valentín! Va ser de un solo capítulo, espero que les guste🥰❤ Pronto lo voy a publicar❤

Les invito también a leer: Lo que nunca te dije. ❤Es de un solo capítulo.

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Qué creen que sucederá?🤔

¡Gracias por seguir leyendo! ¡Los adoro!🥰❤

Te veré la próxima vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora