Te veré la próxima vez

🎶¿Vendrías conmigo, Sakura?🎶

SASUKE

-¿Cómo...?

-Sasuke, cuando estuve inseguro de los sentimientos de Hinata...-pareció recordar- Sakura me dijo que los sentimientos de una mujer enamorada no cambian fácilmente. Lo entendí en ese momento, de veras, comprendí que era imposible que no te gustara Sakura.

-¿Por qué estás tan seguro?- cuestioné.

Para mí ese siempre fue un hecho, que Sakura me amara era algo que yo ya sabía.

Es cierto, era terriblemente sincero. Pero, ahora daba muchas vueltas con respecto a mi compañera. Sobre todo a mis sentimientos hacia ella.

-Lo sé por que ambos buscábamos un hogar donde regresar, Sasuke, algo firme y seguro donde descansar. Cuando fuimos el equipo 7 formamos ese lazo y los dos vimos la fuerza de Sakura. Estoy convencido que descubriste en Sakura una fortaleza que no habías visto antes ¿verdad?

En el pasado no la solía ver por que mi mente estaba encaminada al odio y a la venganza. Había sufrido demasiado por las conexiones que tenía con mi clan.

Mi hogar desapareció en un parpadeo.

Cuando nos convertimos en genin, todo cambió para nosotros. Éramos ninjas, teníamos que crecer y fortalecernos.

En esos tiempos, la soledad parecía un mal sueño. Aunque no lo admitiera quería proteger mi nuevo hogar: Sakura, Naruto e incluso Kakashi.

Sakura siempre estaba a mi lado sin condiciones. Aquella niña se convirtió en alguien preciado y hermoso para mí.

Por eso, años después, casi destruyo mis lazos con ella. Pensando inútilmente que eso me haría más fuerte.

-Naruto...

-¡No te estoy regañando, idiota!-continuó el ojiazul con una sonrisa- Si no supieras esto no estarías aquí en la aldea ¡Lo que me molesta es que la hagas esperar, de veras!

-Igual no tienes ninguna autoridad de regañarme, tarado- respondí para provocarlo.

-¡Qué dices, maldito! ¡Ahora verás, prepárate, Sasuke!

Intentó golpearme, pero lo esquivé con facilidad. No había cambiado, era fácil sacarlo de sus casillas.

-En fin...-suspiró Naruto- Supongo que deberás resolver tus asuntos con Sakura, pero antes... ¡Ve con el hokage, te está llamando, de veras!

-¿Y hasta ahora lo dices, tarado? Que se puede esperar de alguien que usa un clon para engañar a su esposa...

Mi mejor amigo enrojeció de vergüenza y planeaba responderme, pero me fui rápidamente a la oficina del hokage antes de darle una oportunidad de contradecirme.

♦️♦️♦️

-Es un presentimiento.

El rostro del hokage era serio y desafiante. Su rostro siempre enmascarado parecía realmente preocupado.

-Iré, Kakashi.

-Piénsalo un poco, Sasuke, es una misión de posiblemente años.

El sexto hokage no pretendía obligarme a tomar esta misión, sin embargo incluso yo estaba inquieto por esta situación.

No había problemas en la frontera, pero en el país del Fuego venían ocurriendo extraños sucesos. El último fracaso de resurgimiento de Akatsuki era parte de ello, si bien logré destruirlo incluso Kakashi sabía que aquello solo era un primer paso para algo más.

-Protegeré la aldea, Kakashi. Esto es serio, no tan solo por que intentan derrocar al señor feudal, sino además los ANBU que has enviado han desaparecido. Todo parece curiosamente enlazado.

-Lo sé, Sasuke, soy consciente de ello. Aún así, sé que esto no va ser sencillo. Investigarás a políticos, Sasuke, no tan solo a ninjas.-añadió con preocupación-Y posiblemente los ANBU que envié...

-Sean, en realidad, espías de los opositores del señor feudal. Entiendo.-completé.

Kakashi parecía realmente frustrado y cansado por todo esto. No podía ir personalmente por su puesto como hokage, no obstante tenía que encargar esta misión en alguien de absoluta confianza.

-Si eso es verdad, Sasuke, Konoha tendría un serio problema de corrupción.-analizó el ex-ANBU- No puedo permitir que eso dañe a la aldea. Como hokage y como ninja, es mi deber.

Suspiré y pensé en mis próximos movimientos.

Tendría que investigar por todo el país del Fuego a los políticos. Y eso me tomaría años, tomando en cuenta los secretos detrás de ellos.

Lo único que lamento es no ver a Sakura de nuevo y no aclarar las cosas con ella.

-¿Te irás de inmediato, verdad, Sasuke?

El hokage me conocía muy bien.

-Iré hoy mismo-respondí con seriedad.

-¿No verás a Sakura?-preguntó enlazando sus dedos-Estoy seguro que quiere hablar contigo, Sasuke.

Me dirigí hacia la puerta de la oficina sin antes darle un último vistazo al lugar. No lo vería en un buen tiempo. En el escritorio de Kakashi alcancé a ver un tomo del famoso libro "Técnicas de seducción".

-¿Las costumbres no cambian, verdad, hokage?- cuestioné con una leve sonrisa.

-Nunca entenderás la genialidad de "Técnicas de seducción", muchacho.-respondió con una delicada risa- Ve y habla con ella, Sasuke, no eres de los que dudan.

Me despedí y salí al exterior. Ya estaba comenzando la tarde en la aldea y el cielo naranja ahora sería lo último que vería de Konoha.

Solo fue un día, pero pude volver a ver a mis amigos. A Sakura y Naruto.

Vi un cerezo florecer desde donde estaba. Volvería, lo sabía. Como los pétalos de cerezo, yo regresaría con Sakura.

Caminé lentamente hacia la entrada de Konoha. Sin embargo, una mano agarró fuertemente mi brazo derecho.

Reconocí su cabello rosa al instante. Su respiración era un desastre y su rostro mostraba la desesperación que sentía.

-Me voy-le informé aun sintiendo el deseo egoísta que me siguiera.

No podía pedirle aquello. Ella amaba trabajar para los niños y la aldea, lo había visto mientras curaba a los pacientes.

Sakura Haruno daba vida con sus manos y ella amaba eso.

Su tacto cálido cuando usaba ninjutsu médico era la obra que más admiraba de la pelirosa. No podía quitarle eso.

-Lo sé-respondió ella- Lo sé, Sasuke, pero...

Apretó los labios y vi como sus orejas enrojecían.

-¿Vendrías conmigo, Sakura?