Capítulo 40

1K 111 104
                                    

Sentimientos. Una noche maravillosa.

No daba hito a lo que estaba ocurriendo. Estaba sentada a su lado y sentía que le había oído mal.

Kiba se mantenía observándome fijamente, esperando una reacción por mi parte. En cambio, yo seguía con la boca y los ojos abiertos, totalmente sorprendida.

Cogí aire para decir algo, pero ni siquiera pude hacer más que retenerlo en mi pecho.

El moreno se humedeció los labios y bajó la mirada. Puso un semblante de desilusión, y me sentí dolida al verle.

-Kiba... ¿T-te gusto? Pero... ¿Como amiga, o...?

-En el sentido romántico, Shanna.

Aclaró, volviendo a mirarme.

-¿De verdad...?- no daba crédito a lo que estaba diciendo. Una parte de mí me repetía que era un sueño y que pronto despertaría.

-Claro. Eres alegre, dulce y siempre tratas de ayudar a los demás sobre tu propio bien. Eres inteligente, graciosa y demasiado adorable. A veces pareces una niña pequeña.- soltó una leve risa. Mi corazón dio un vuelco.- No te dejas pisar por los demás, y te pones de pie frente a las injusticias. Y, bueno... Supongo que lo que más me importa es que eres tú en general, la chica de la que me enamoré.

Mis mejillas se sonrojaron, mis latidos hacían que me doliera el pecho.

Kiba... ¿estaba enamorado de mí?

Bajé la mirada, avergonzada y tímida, y me mordí el labio inferior distraídamente.

-Tú... tú también me gustas.- susurré bajito, casi hablando más conmigo misma que con él.

Por el rabillo del ojo le vi erguirse y mirarme atentamente.

-¿Qué?

Suspiré mientras tomaba valor.

-Que... Tú también me gustas.- repetí, un poco más fuerte, jugando con mis dedos en mi regazo.

Se hizo un leve silencio dónde no pude mirarle a los ojos. Luego, su voz se hizo oír, llena de emoción.

-¿En serio? ¿Lo dices en serio, Roja?

Sonrojada, asentí de nuevo.

De pronto sentí cómo Kiba me abrazaba y me estrechaba junto a él. Me acercó a su cuerpo y me rodeó con sus brazos.

-¡Me haces muy feliz, Shanna!- su voz estaba llena de alegría e ilusión. No pude evitar soltar una risa cuando me dio un beso en la frente y otro en la mejilla, todavía manteniéndome entre sus brazos.- ¡Gracias, gracias, gracias!

Le miré, para verle sonriente con los ojos cerrados mientras me apretaba más contra él. Mi corazón se sintió cálido, y mis ojos brillaron. Sabía que estaban rosas, pero no me importaba.

Me estiré y dejé un beso en la punta de su nariz, y me separé para verle sorprendido y sonriente. Solté una suave risa y le devolví el abrazo.

-Te quiero, Shanna.

Era la primera vez que me lo decía, directamente y con un millón de sentimientos en su voz.

Sonreí enormemente.

-Yo también te quiero, Kiba.

Me quedé allí, abrazada a él, sin que ninguno de los dos dijera nada más. La tarde pasó rápida, y nosotros sólo nos limitamos a disfrutar de la compañía del otro.

Hablábamos poco, diciéndonos alguna cosa de vez en cuando. Yo me mantenía envuelta en los brazos del moreno, sintiéndome segura y querida. De vez en cuando acariciaba mi pelo, dejaba un suave beso en mi frente o me apretaba un poco contra él. Me sentía protegida y a salvo. En casa.

Genjutsu  (Kiba Inuzuka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora